Ayer, el fiscal ecuatoriano Galo Ghiriboga informó a través de Twitter que detuvieron a dos nuevos sospechosos por el doble femicidio de las mochileras argentinas María José Coni y Marina Menegazzo. “Otros dos posibles implicados en la muerte de las ciudadanas argentinas fueron detenidos”. Hoy se conoció que uno de ellos fue liberado  y que el segundo quedó en prisión preventiva. Según trascendió, su  ADN apareció mezclado con el de las víctimas y con el de Alberto Mina Ponce, uno de los dos condenados a 40 años de prisión por el caso.

“Este es el segundo proceso en el que se espera llegar a una etapa de juicio en pocos meses”, dijo Galo Chiriboga Zambrano, el fiscal general de Ecuador, tras la audiencia de formulación de cargos.

El ADN hallado en la escena del crimen coincidió con el del primero de los sospechosos, por lo que la fiscal María Coloma Pazmiño solicitó su detención formal. “Se ha encontrado el ADN de este señor mezclado con el ADN de las dos señoritas fallecidas y con el de Mina Ponce”, dijo la fiscal, que no presentó cargos contra “el otro ciudadano” por falta de pruebas y quedó en “libertad inmediata”.

En otras declaraciones, el fiscal ya había anunciado que los implicados en el doble crimen “eran muchos más”, que los dos condenados por el femicidio de Montañita. “Tenemos evidencia para dos pero tenemos también evidencia que fueron muchos más los que estuvieron en eso”, dijo en junio el funcionario en una radio pública de Ecuador.

Según publicó el sitio BigBangNews, las nuevas detenciones se hicieron a patir del cotejo de muestras de ADN tomadas de la escena del crimen. “Estamos en condiciones de confirmar que hay dos nuevos detenidos, pero todavía no sabemos quiénes son”, declaró a BigBang Hernán Ulloa Ordóñez, abogado de los Coni y Menegazzo. Y agregó que “Las detenciones se dieron después de una ronda de análisis genéticos a la que fueron sometidos nuevos sospechosos”.

El 28 de febrero, los cuerpos de las estudiantes argentinas Marina Menegazzo, de 21 años, y María José Coni, de 22, aparecieron en un descampado del balneario ecuatoriano de Montañita, a unos 200 kilómetros de la ciudad de Guayaquil.

Durante el juicio oral, la médica forense Linda Mena declaró que “Majo” se resistió, fue asesinada de un golpe en el cráneo y que tenía lesiones de intento de abuso sexual, mientras que Marina, que tenía signos de haber sido maniatada, recibió seis puñaladas en el cuello, una de las cuales le rompió la médula.

La última autopsia también indicó que fueron drogadas con benzodiazepina, un fármaco que coarta la voluntad.