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Cosecha Roja-.

La Asociación Miguel Bru presentó esta mañana la apelación al sobreseimiento de los tres policías acusados por el asesinato de Marcelo Montenegro. El juez de Instrucción Diego Slupski había considerado que los agentes actuaron en “legítima defensa”. La querella, en cambio, sostiene que las pericias balísticas contradicen la versión policial y que la propia comisaría a la que pertenecían los agentes fue la encargada de preversar la escena del crimen.“Hay que dejar sin efecto el sobreseimiento y ampliar la pericia balística y el informe de autopsia”, reclamó Belén Beyrne, abogada de la Asociación.

La apelación presentada por la Asociación Miguel Bru, en representación de la madre de Marcelo, recayó en la Sala B de la Cámara de Apelaciones, habilitada por la feria judicial.  “Presentamos una apelación para evitar el cierre de la causa y para que se continúe con la investigación”, explicaron desde la asociación.

El 7 de julio de 2012 Marcelo Montenegro viajaba en un Renault Twingo con Alejandro M. cuando la policía barrial de Ciudad Oculta intentó que frenaran por considerarlos sospechosos de robo. Los chicos no se detuvieron y al menos tres móviles policiales los persiguieron por dentro de las calles de la villa, hasta que uno se les acercó. En ese patrullero iban tres policías: Emmanuel Díaz, Nicolás Medina y Diego Calderón.

Según la policía Montenegro disparó desde el Twingo mientras era perseguido, auqnue no hay prueba de ello más que por las declaraciones de los policías. El móvil policial disparó cinco tiros contra el Twingo, y de esas balas una le perforó el pulmón a Montenegro y le causó la muerte.

El hecho ocurrió a las 3.30am. El juez dispuso la intervención de Gendarmería recién 13 horas después. La escena del crimen fue preservada por la propia policía de la Comisaría 48, a la cual pertenecen los tres agentes que iban en el móvil y dispararon. A partir de declaraciones de los vecinos se constató que la policía no disparó durante la persecución sino cuando el auto ya estaba detenido. El Twingo había realizado una mala maniobra y había chocado contra un paredón.

Según la autopsia, Montenegro tenía una herida de paso de proyectil sobre los labios, lo que a la querella le resultó llamativo porque no se compadecía con los tiros en persecución. Otro argumento de la apelación es que supuestamente el arma que llevaba Montenegro no fue hallada en el lugar, sino a un par de cuadras, y la descubrieron durante un rastrillaje hecho por la misma comisaría. Junto al arma -un revólver calibre 22-, según las fuentes oficiales había dos vainas servidas, de calibre 22. Una de ellas, según determinó la pericia balística, no se corresponde a ese revólver. “Además en el tambor había una munición trabada, lo que complica todavía más la versión oficial de balística”, sumó Beyrne.

La Asociación Miguel Bru se expresó clara en su comunicado: “El juez actuó realmente sin importarle la vida del chico muerto, e incluso quiso sacarse la causa de encima con anterioridad, indicando la posibilidad de una defensa legítima de los policías. Los indagó al constituirnos nosotros como querellantes y luego sin solución de continuidad les dictó el sobreseimiento, que es lo que hoy apelamos”.