jonatan herrera color

Jonatan Herrera tenía 23 años y lavaba su auto en la vereda de su casa de barrio Tablada, Rosario, el domingo 4 de enero de 2015. Cuatro agentes de la Policía de Acción Táctica y del Comando Radioeléctrico que perseguían a un ladrón lo atacaron a balazos. Primero quisieron simular un tiroteo pero las pericias mostraron que las balas que tenía Jonatan en el cuerpo eran policiales. Después de un intento de juicio abreviado que implicaba penas más leves, la familia del joven y las organizaciones que la acompañan consiguieron que el caso llegue a juicio el 1 de marzo.

“Tuvimos que denunciar el pésimo desempeño de la fiscalía tanto en la investigación de lo sucedido como en trato con los familiares que buscaban una respuesta. Tuvimos que tolerar insultos y faltas de respeto por parte de una de las abogadas defensores de los policías. E, incluso seguimos batallando contra el caprichoso intento de unificar las querellas”, denunciaron las organizaciones que acompañan a la familia de Jonatan.

Esa tarde, los miembros de la PAT que acababan de bajar del colectivo comenzaron a disparar indiscriminadamente hacia donde estaba Jonatan: recibió tres de las más de 20 balas que se dispararon. Uno de los tiros dio en su pie izquierdo, otro en el muslo y el tercero le rozó el cráneo provocando una lesión encéfalo craneal.

Ramiro Rosales, un policía de 23 años, está acusado por la Justicia de ser el autor de los disparos que mataron a Herrera. Tres de sus compañeros de la PAT quedaron imputados por tentativa de homicidio.

El juicio oral y público comienza el miércoles 1 de marzo. Las organizaciones convocan a acompañar a la familia en las calles y en las audiencias.