CartadeRosaBru

Cosecha Roja.-

Leonardo Grosso, diputado del Frente para la Victoria Movimiento Evita, fue parte de la comitiva que visitó al Papa Francisco en Roma. Cuando supo que viajaría, reunió cartas de los familiares de víctimas de gatillo fácil que forman parte de la Campaña Contra la Violencia Institucional. Le entregó en mano las de Miriam Medina, Raquel Witis, Lorena Barros Cisneros, Ana María Rodriguez, Natalia Lacy, Rosa Bru y Ana Morales, entre otras. Grosso contó que él “recibió todo con gran humildad” y que el objetivo fue “plantear la “problemática de la seguridad, el narcotráfico, el tráfico de armas y la estigmatización mediática”.

Miguel Bru desapareció en 1993 de la comisaría 9na de La Plata. Desde entonces buscan el cuerpo. En el juicio oral y público de 1999 condenaron a perpetua a los ex policías Walter Abrigo y Justo López, por su muerte y desaparición, y al ex comisario Domingo Ojeda y al ex oficial Ramón Ceressetto por encubrimiento. 

Esta es la carta que envió Rosa, la mamá de Miguel.

 

La Plata, 18 de Septiembre de 2014

Francisco:

Es un gusto inmenso poder saludarlo a través de esta carta. Mi nombre es Rosa Schonfeld de Bru y junto a mi familia le queremos enviar todo nuestro cariño.

Le escribo esta carta para contarle que este año se cumplen 21 años buscando a mi hijo mayor, Miguel. El 17 de agosto de 1993, a sus 23 años, fue asesinado y desaparecido por policías de la provincia de Buenos Aires. Era una chico bueno y generoso, que es recordado por su familia y amigos por su gran afecto por los animales, por ser un hijo y hermano dulce y cariñoso, siempre comprometido contra las injusticias y los atropellos, que amaba la libertad por sobre todas las cosas.

En el año 98` y después de un largo peregrinar que nos llevó a denunciar a policías y jueces por encubrir su asesinato, se condenó a algunos de los responsables. Desde entonces, sus familiares y sus amigos lo buscamos sin pausa. En medio de este largo recorrido de lucha, hemos sumado a muchas familias que han sido víctimas de la violencia institucional en nuestro país. Junto a ellos y los amigos y amigas de Miguel, nació la Asociación Civil que lleva su nombre y que funciona formalmente desde 2002 en La Plata y desde 2007 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con una Casa de Cultura y Oficios para chicos en situación de vulnerabilidad social. Lamentablemente la lucha es continua, porque la violencia policial no cesa. No queremos que haya ningún chico más al que la arrebaten la vida, que ni uno más vuelva a faltar entre los suyos.

Le pido, por favor, que rece a Dios por la aparición del cuerpo de mi hijo Miguel. Queremos tener un lugar donde llevarle una flor. La desaparición es un vacío demasiado doloroso. También que rece por el arrepentimiento del único preso que continúa con vida, Justo José López, para que nos diga dónde está y sobre todo, para que cese la violencia policial que se lleva la vida de nuestros pibes, sobre todo, de los más pobres.

Rosa Schonfeld de Bru

Foto: Movimiento Evita