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Cosecha Roja.-

Junior entró al colegio con un arma y mató a tres compañeros e hirió a cinco en la Masacre de Carmen de Patagones de 2004. En marzo de este año un padre le pegó una trompada y varias patadas a una docente de San Fernando, que terminó internada. El miércoles pasado cuatro agentes de la bonaerense golpearon a Juan en el patio de la escuela. Cuando un caso de violencia irrumpe la rutina del colegio, “nunca es la policía la institución que tiene que ayudar”, dijo a Cosecha Roja la diputada nacional Mara Brawer y autora de Violencia. Como construir autoridad para una escuela inclusiva.

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– ¡Adentro! Salgan de las ventanas porque los amonesto.

Los estudiantes del comercial Nº13 de San Isidro se asomaron a los balcones para ver qué pasaba en el patio de la escuela. Cuatro policías le pegaban a Juan, un alumno con tratamiento psiquiátrico que va tres veces por semana a clases. Ese miércoles no le tocaba pero él quiso ir igual. Los preceptores no lo querían dejar, alguien de la escuela llamó a la policía y el adolescente de 13 años terminó internado en el hospital.

La primera versión fue que el joven le había pegado a la directora. Pero él lo negó: “No le hice nada. Yo estaba en la puerta, me agarraban de la ropa para que no entre. Y yo quería estar con los chicos. Todos estábamos haciendo lío en el aula, pero me retaron a mí solo. La directora dice que yo le pegué, que agarré un palo. Es todo mentira. Lo único que hice fue correr para poder entrar”, contó el joven a Diario Popular.

Los problemas de los estudiantes no son sólo individuales: “Las conductas violentas son producto de una interrelación en contexto”, dijo Brawer y explicó que no hay que “patologizar” a los estudiantes y que las intervenciones deben ser “no punitivas”. “Hay que intervenir sobre los vínculos, no sobre las personas”, dijo.

Ante el escenario del miércoles en San Isidro debería haber intervenido un cuerpo médico. Nunca la policía. Los cuatro agentes del Comando de Prevención Comunitaria del partido le pegaron a Juan en el patio del edificio de Martín y Omar 235 y se lo llevaron esposado hasta el Hospital Materno Infantil. Lo que no se imaginaban es que los compañeros habían filmado la escena. El video se viralizó y mostró la violencia institucional:

“Lo más terrible que se ve en el video -además de la golpiza- es que el chico está solo, sin adultos. No se ven otras personas además de los policías”, dijo a Cosecha Roja la secretaria General de Suteba, Alicia Quevedo. Ella y otros integrantes del sindicato llegaron a la escuela al día siguiente para ver qué había pasado y ahora abrirán una investigación para determinar quién llamó a la policía y qué rol tuvo cada una de las autoridades escolares.

Juan es alumno de 1º 5ta y tiene ADD -o déficit de atención-. Está en un plan especial y tiene ayuda desde el jardín de infantes. Lo asiste el Centro de Orientación Familiar de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia. Logró aprobar algunas materias de primer año y sólo cursa tres veces por semana. “Lo que estaba pasando en la escuela era maravilloso”, dijo Brawer en referencia a la inclusión del joven. Pero la escuela, sola, no puede. “Es importante que trabajen acompañada de una red de instituciones organizadas por los ministerios provinciales”, explicó. A la violencia hay que buscarle soluciones dentro del propio contexto de la convivencia escolar, “no con la lógica policial de llamar a alguien de afuera para que venga y se lo lleve”.

“No todos los docentes conocen los procedimientos para resolver situaciones como esta”, dijo a Cosecha Roja la psicopedagoga Ana Prawda. “En esas situaciones surgen mil ideas, todo el mundo corre y aparecen las dudas: ¿a quién hay que avisarle? ¿a la policía? ¿a la justicia? ¿a los médicos?”, dijo la especialista en prevención de conflictos escolares que se tornan violentos. Lo ideal es que exista un procedimiento, que sea conocido por todos y que ahora haya un seguimiento del chico y los compañeros.

La mamá contó a Cosecha Roja que su hijo está “muy angustiado y no quiere volver a la escuela”. Los compañeros repudiaron la situación de violencia que vivió Juan a través de un comunicado. “La policía no tiene la potestad para actuar en la forma que lo hizo, golpeando a un estudiante que no sólo se encontraba indefenso ante los ataques de los agentes sino que también fue aislado del resto de sus compañeros”, escribieron.