“¡Estoy bien! ¡Gracias a todos! Acá estoy, dispuesta a la lucha y contra este atropello de mierda. ¡Gracias a todos! Las vibras llegan. Autocultivo libre para todos sus usos. Porque lo elijo y porque es mi medicina”. Cristina Lombardo, cultivadora de marihuana debido a una patología que sufre en los huesos, agradeció a través la página de Facebook de Asociación Cannábica.

Ayer a las siete y media de la tarde, un grupo de uniformados sin identificación policial, formado por cinco hombres y una mujer, irrumpió en la casa de Cristina con una orden de allanamiento. Ni tocó timbre ni se presentó. Los efectivos rompieron el portón y con armas apuntando a la mujer y a sus dos hijos de ocho y tres años, gritando “todos al piso”, avanzaron sobre su casa. Ella, militante de la Organización Acción Cannábica intentó dar explicaciones. La policía le mostró una orden con las firmas del juez y del secretario del juzgado número 3 de Morón. Luego le pidió que arranque cuatro plantas y que deje las otras.

Según denunció Cristina, el jefe del operativo la llevó a una habitación de la casa para preguntarle si tenía dinero. Ella, que trabaja como cuidadora de ancianos y en el Congreso Nacional limpiando las oficinas de Proyecto Sur, le respondió que sí, que tenía 10.000 pesos y que esa cantidad era el ahorro que había podido juntar.

El policía le dijo que se debía llevar el dinero, el documento de identidad y el celular. Al cabo de varias horas de labrar actas, la policía le devolvió a Cristina el documento y el teléfono celular pero no le entregaron ni el dinero ni la copia de la orden de allanamiento, según informó el portal rrronline.com.ar.

“Vamos a tratar de frenarlo. Vos nos hiciste un favor y nosotros te hicimos un favor a vos. Acá no pasó nada”, le dijo el jefe policial antes de irse.

“Soy una mujer con hijos, tratando de hacer lo mejor, no soy una delincuente”, contó Lombardo a la revista THC. “Siento que nadie respeta nuestros derechos, que esto es una violación, que mi intimidad está desparramada por toda mi casa”