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El Ciudadano.-

Hace dos semanas los preceptores del Instituto Politécnico retaron a una alumna de 6° año por usar un vestido que dejaba ver las rodillas. La chica bajó las escaleras del edificio con un compañero que vestía bermudas. Cinco preceptores le llamaron la atención a ella. A él ninguno. La situación molestó a los compañeros de curso y llevaron la queja a la reunión de delegados donde surgió la idea de hacer un vestidazo. El jueves, chicos y chicas de 5° y 6° año salieron al recreo en vestido y pollera para pedir que los directivos aprueben un nuevo reglamento de vestimenta para los alumnos. La movida replicó lo que pasó a principios de año, cuando el Centro de Estudiantes convocó a un musculazazo, una jornada donde los alumnos fueron a cursar en musculosa. La protesta llegó después de que los estudiantes presentaran en el consejo asesor un proyecto para actualizar el actual reglamento que tiene ocho años. La directora del colegio, Patricia Zeoli, coincidió en la necesidad de adaptar las reglas a los nuevos paradigmas y explicó que lo están discutiendo en comisión. Este lunes llevarán el debate a la reunión general de la Asociación Gremial de Docentes e Investigadores de la UNR (Coad).

Dime cómo te vistes

El Instituto Politécnico es una de las casas de estudio más prestigiosas de Rosario. Comenzó a funcionar un siglo atrás con sólo 28 alumnos. El objetivo era enseñar conocimientos técnicos para futuros estudiantes de carreras industriales. En la actualidad los jóvenes deben pasar por un cursillo y un examen para ingresar. El Instituto depende de la Universidad Nacional de Rosario y cuenta con un nivel secundario y ocho carreras terciarias. El actual gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz fue uno de sus egresados. También lo fueron los cinco argentinos que murieron en octubre del año pasado tras el atentado en Estados Unidos donde habían viajado para celebrar 30 años de graduados.

El actual reglamento de vestimenta se definió hace ocho años. Establece, entre otros puntos, que los alumnos del Instituto Politécnico no pueden asistir con pollera, bermudas, musculosa ropa deportiva. Con los años las reglas se fueron flexibilizando. Las ideas de feminismo, diversidad e inclusión se trasladaron a las prendas de chicas y chicos que pidieron libertad de expresión a través de la ropa que usan.

A fines del año pasado el Centro de Estudiantes presentó al consejo asesor, un organismo que aconseja a los directivos pero no tiene poder de decisión, un proyecto para actualizar el reglamento. Según contaron los alumnos, las medidas que toman los preceptores no son iguales para hombres y mujeres. El texto pasó a manos de la dirección y en la actualidad se debate entre todos los claustros.

“Como el reglamento quedó viejo, los retos se basan en las subjetividades de los preceptores. Algunos te dicen algo y otros no. Los alumnos lo respetamos pero cada vez menos. Los docentes y preceptores van vestidos como quieren. Pedimos igualdad de condiciones”, contó Luna Garat, estudiante de 5° año y secretaria de Cultura del Centro de Estudiantes.

El jueves a las 10.20 los chicos y chicas de 5° y 6 ° año salieron al recreo en pollera y vestido corto. Algunos se cambiaron antes de salir al recreo y lo usaron arriba de las prendas. Otros llegaron así a la escuela y mantuvieron la vestimenta dentro de las aulas y durante el cursado.

“El nivel educativo no depende del largo de mi vestido”, “No es el largo de mi pantalón, es lo corto de tus ideas”, “Si te excita un hombro, hacete ver”, “Me distrae más el calor que un short”, fueron algunas de las consignas que los alumnos alzaron en carteles en protesta por la llamada de atención hacia la compañera.

El vestidazo llegó hasta el anexo que funciona en la localidad de Granadero Baigorria, donde un docente de Física se paró delante del curso y, frente a la mirada atónita de los alumnos, dio la clase usando un vestido.

Para la directora del Politécnico, Patricia Zeoli, es necesario adaptar el reglamento de vestimenta. Zeoli explicó que en la actualidad el texto lo debate una comisión, integrada por preceptores, regentes y directivos.

“Hay un cambio de paradigma que se manifiesta en la forma de vestirse. La escuela tiene un rol docente y estamos debatiendo un nuevo reglamento y la manera más apropiada para que los alumnos se vistan dentro de la institución. Lo más difícil es establecer el límite”, explicó Zeoli a El Ciudadano.

La directora consideró sano que los alumnos cuestionen las estructuras, y aclaró que el colegio tiene que respetar determinados tiempos antes de tomar una resolución.

“El reglamento tiene que leerse en clave de problemática de género. Hay una mirada parcializada que debemos transformar. Se necesita un trabajo de concientización, de género, y contra los prejuicios que hay que trabajar institucionalmente”, concluyó.