Por Sol Amaya y Ángeles Alemandi – CR.

Susana todavía recuerda la cara de susto de su hija. Marita junto a su hermano Horacio saltaban arriba de la cama. Los retó, les dijo que se bajaran, pero no le hicieron caso. Sólo los detuvo ese quejido que antecede el estruendo de las cosas a punto de romperse. La lámpara de la mesa de luz se hizo añicos. Sabían que se venía el reto. Al ver llorar a la niña, no le pudo decir nada. Se quedó con la fuerza del chirlo apretada en el puño. Una fuerza que muchos años después canalizaría por otros lados, porque en 2002 su hija fue secuestrada y cayó en las redes de la trata. Desde entonces la busca sin treguas. Este 8 de febrero comenzará el juicio por  la desaparición de Marita. Hay trece imputados.

El miércoles 3 de abril de 2002 María de los Ángeles Verón, Marita, se levantó temprano. En camisón tomó mates con su madre. Y antes de las 9 de la mañana se puso un jeans, una remera turquesa, besó a su hija Micaela de 3 años que aún dormía y salió. Había pasado la noche en la casa materna porque le quedaba más cerca de la Maternidad de San Miguel de  Tucumán, a donde tenía que ir a hacerse un chequeo para ponerse un Dispositivo Intra Uterino (DIU).

Marita vivía en el barrio Las Talitas con David, el papá de la niña. Estudiaba Artes y trabajaba su propio almacén, por el momento no quería más hijos. Patricia Soria, una vecina a la que le comentó el asunto, le dijo que su novio Miguel Ardiles era jefe de personal en la Maternidad,  podía conseguir que por poco dinero le coloquen el DIU. Aunque no ha sido probado y Soria no está entre los imputados del juicio que está a punto de comenzar, tal vez nada sería como es si esta charla entre las dos mujeres no hubiese existido.

Los pesados durmientes del futuro marcaban sobre qué rieles seguiría la vida. El martes 2 Marita visitó al  Dr. Prudencio Rojas Tomas que la revisó  y le encargó unos estudios para el día siguiente. Hacia allí iba esa mañana.

– Vuelvo en una hora mami – le dijo Marita a Susana al salir de la casa.

Pero a las 12.30 del mediodía su plato de  comida se enfriaba sobre la mesa. Dos horas después, cuando llegó el padre: Daniel Verón, la alarma que se activa en el interior de los que esperan, ensordecía.  Salió a buscarla. Encontró los consultorios cerrados, nadie supo decirle nada.  Y de Ardiles sólo sabían que se ocupaba de la limpieza.

Esa misma tarde, Susana y Daniel comenzaron la búsqueda. Llamaron a las amigas de Marita, fueron a la casa de Patricia Soria que nunca los atendió, hicieron la denuncia, recorrieron  los barrios de la zona, pegaron afiches con la foto de ella por todo San Miguel. Hasta que se enfrentaron a la teoría más dolorosa y fueron al Parque 9 de Julio, la zona roja de la ciudad, a mostrarles fotos de su hija a las prostitutas. Una la reconoció.

– La vi en La Rioja – dijo.

A partir de ahí Trimarco dejó de ser una empleada municipal que conseguía sillas de ruedas o medicamentos para los vecinos y se convertirtió en una guerrera. Se pintó los labios y se puso minifaldas de cuero para entrar a  prostíbulos y tugurios sospechados de violencia, proxenetismo y trata. Gritó a los cuatro vientos todo lo que vio. Denunció. Juntó testimonios. Logró que en el 2008 se aprobara la ley de trata en Argentina. En este camino de diez años rescató a 129 jóvenes que eran obligadas a prostituirse.

 

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Ese día, camino a la Maternidad, a Marita le habrían pegado un culetazo y metido en un auto rojo. Se sospecha que por orden de la empresaria María Jesús Rivero la llevaron hacia la zona de Yerba Buena, una localidad a 9 kilómetros de la capital tucumana, donde estuvo secuestrada y luego fue vendida a la madama Lidia Irma “Liliana” Medina, dueña de El Desafío, Candy y Candilejas, prostíbulos de La Rioja. De ahí en más se dispararon muchas hipótesis que llevaron a todos lados. Y a ninguno.

Hay confesiones de mujeres liberadas que juran haberla visto. Hablan de una Marita que ya no tiene el cabello castaño, el flequillo abriéndose como cortina sobre su frente, la mirada chispeante, la sonrisa enorme. Sino de una persona a la que le tiñeron el pelo de rubio, le inventaron ojos claros y la perdieron de tanto doparla con drogas. Una Marita que sin embargo no olvida a su bebé y escribe sobre los muros del cautiverio: “Micaela te amo”.

Según cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la trata afecta a unos 2,5 millones de personas en todo el mundo. Bo Mathiasen, representante regional de este organismo para Brasil y el Cono Sur dijo durante la Cumbre Iberoamericana realizada en Chile en 2011 que 770 mil víctimas serían de América Latina.

La Organización Internacional de Migraciones (OIM) estima que el tráfico de personas genera ganancias por 32 millones de dólares al año. El 85% provendría del comercio sexual. Pelea por el segundo y tercer lugar, con el negocio de armas y del narcotráfico. En Argentina la cifra más alta que se pagó por una esclava sexual fue de 5 mil pesos y 150 pesos la más baja. Si la víctima es una niña, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dice que puede generar ganancias de 130 mil dólares al año.

En la declaración del II Congreso Nacional del Interior contra la Trata y Tráfico de Personas realizado en Villa María, Córdoba, se reclama que “los niveles de impunidad en las causas relacionadas con la trata son excesivamente elevados. Así, frente a un número que supera las 2000 personas rescatadas por las autoridades, tan sólo 20 causas (aproximadamente) han obtenido sentencias condenatorias, con penas muy bajas y sin que, a la fecha, se haya condenado a funcionario público alguno”.

A Susana Trimarco, el hecho de que Marita no haya aparecido le sigue oxigenando el instinto materno: siente que está viva.

-Está viva. Las madres sabemos esas cosas. A “estos” no les conviene que yo siga hurgando. Saben que estoy tocando puntos sensibles de esa red de criminales.

Y “estos” se lo hacen notar. Susana, que en 2007 creó la Fundación  María de los Ángeles como  extensión de su lucha personal y para ayudar a otras familias que están pasando por lo mismo, vive amenazada. Pero esta argentina nombrada Mujer de Coraje por la Secretaría de Estado de los Estados Unidos, no se deja impresionar. Ni siquiera se inmuta ante los mails y mensajes de texto donde le dicen que le van a cortar la cabeza. Que van a lastimar a su nieta. Incluso que “con la plata que hace Marita trabajando de puta” le van a pagar a la Justicia para que no investigue.

– Ellos a las chicas las atemorizan, las golpean, les dan droga, las hacen creer que no valen nada. Como están en cautiverio las víctimas ven la complicidad de la  policía, los jueces. Les dicen “viste que yo tengo poder”, las convencen de que no se pueden escapar. Yo no les tengo miedo.

 

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La causa por la desaparición de Marita Verón se convirtió en emblema de la lucha de trata de mujeres para la explotación sexual en América Latina. Y este juicio sentará precedentes. El debate oral y público se realizará en el Tribunal de Sala II de la Cámara Penal de San Miguel de Tucumán, integrado por Alberto César Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano. Se juzgará el delito de privación ilegítima de la libertad y promoción y facilitación a la prostitución. Los acusados no serán juzgados por Ley 26.364 que pena la trata de personas porque ésta fue sancionada en 2008, seis años después de la desaparición de Marita y también fruto del trabajo insistente de Trimarco.

Desde el miércoles 8, y durante tres meses, 13 imputados estarán sentados en el banquillo. María Jesús Rivero es la empresaria que habría ordenado el secuestro y su hermano el encargado de capturarla. Daniela Milhein sería quien la mantuvo secuestrada en Tucumán. “Liliana” Medina,  la gran madama de La Rioja durante la década menemista y dueña de los prostíbulos más importantes, está imputada junto a sus dos hijos: El Chenga y José Gonzalo Gómez. Domingo Andrada es el policía riojano que buscaba a las chicas para llevarlas a los prostíbulos de “Liliana”. María Azucena Márquez y María Natalia Bustos también formarían parte de esta red. Carlos Luna y Cintia Gaitano, regentes de prostíbulos en La Rioja más los tucumanos Juan Humberto Derobertis y Andrés González cierran la lista de involucrados.

Carlos Garmendia, abogado que junto con Belén Lembo representan a la familia de Verón dice que hay responsables que no están en esa lista, como la entregadora y otras dos personas vinculadas a la Maternidad. Hay además otros doce sospechosos riojanos, tucumanos, catamarqueños que fueron sobreseídos. Pero a fines del año pasado la Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió dar lugar a un planteo de la querella y ordenó que se revea su situación procesal. Por eso podría haber un segundo juicio.

Declararán 160 testigos, nueve de ellos son mujeres víctimas de la red de trata. Los otros, personas que alguna vez la vieron, policías que investigaron la causa y especialistas en trata como Zaida Gatti, responsable de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas, dependiente del Ministerio de Justicia de Argentina, que en 2010 liberó a 569 víctimas, triplicando la cifra durante el año pasado.

Garmendia tiene  la esperanza de que se condene a los trece imputados, que se haga evidente que todavía falta mucho por investigar y que surjan elementos para saber qué pasó.

– Para encontrarla con vida.

En el expediente no hay pistas de que pueda estar muerta. Muchos datos recibidos por los abogados terminan siendo falsos. Sirven de todos modos para destruir prostíbulos, para rescatar a mujeres, pero no llevan a Marita El año pasado, una joven que había estado esclavizada en el prostíbulo El deseo de la vampira, en Córdoba, denunció que el cuerpo de Marita estaba enterrado allí: la habían asesinado de un tiro por la espalda al intentar huir. Gendarmería, Antropología Forense y la Policía Judicial trabajaron en el lugar durante ocho días. Sólo se hallaron huesos de animales.

A Susana y a Micaela –que ya tiene 13, que tanto se parece a su madre- nada va a detenerlas. Quedan solo ellas dando pelea porque en 2010 el padre de Marita “murió de dolor”. Las dos piensan seguir hasta encontrarla. Trimarco sabe que de tanto soñarla, el abrazo llegará. Quizás la vida le permita volver a escucharla cantando los temas de Fito Páez, leyendo los libros de Borges que tanto le gustaban, o pintando un cuadro nuevo.

Pide a las personas, al Estado, a todos, que abran los ojos. Que no dejen de buscar a los que desaparecen. Porque los criminales no descansan, entonces los que luchan contra ellos tampoco deberían descansar.-

 

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Escucha El poder de la trata, trabajo del equipo Investigación de Radio Nacional de Argentina, que revela la trama oculta de las redes de trata de personas para explotación sexual.