Xiomara Orellana, La Prensa.

Desde el 17 de agosto pasado, los cielos de Honduras están abiertos para que vuelos “ilegales” hagan operaciones de trasiego de drogas sin ser detectados. Ese día, el Ejército de Estados Unidos retiró el radar de vigilancia y alerta temprana AN/TPS-78, instalado en Puerto Lempira en mayo de este año.

En el país hay alrededor de 300 pistas clandestinas , por lo que se corrobora que el territorio nacional está siendo usado para el narcotráfico.

Según la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley de Estados Unidos, el 79% de los vuelos que salen de Colombia y Venezuela con cocaína aterrizan en Honduras .

“Con la decisión de retirar el radar para interceptar narcoavionetas, el Gobierno de Estados Unidos está enviando el mensaje de que Honduras es cielo abierto para el narcotráfico”, dijo Ramón Custodio, comisionado nacional de los Derechos Humanos.

El INCSR (Informe sobre la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos 2012), emitido en marzo, señala que los cargamentos aéreos de cocaína están utilizando la zona este de La Mosquitia como centro de transporte para redistribuir las drogas.

Las FF AA (Fuerzas Armadas de Honduras), con el apoyo del Ejército de Estados Unidos, desde febrero ejecutan la Operación Armadillo, que ha destruido 60 pistas clandestinas , 39 de ellas en La Mosquitia y 21 en Olancho.

LA PRENSA estuvo exclusivamente, en julio pasado, en la destrucción de 11 de estas pistas. Resultaba difícil imaginarse que tras los potreros de la aldea El Quebrachal (San Esteban, Olancho), a 170 kilómetros de Juticalpa, había una narcopista aérea. Un contingente de 200 soldados llegó al lugar y, en una ardua labor de dos horas, dinamitó los dos kilómetros de terreno usados para el aterrizaje de las avionetas de la mafia.

Sin alertas

El retiro del equipo de rastreo forma parte de las medidas que adoptó Estados Unidos por el derribo de dos presuntos narcoaviones sin previa consulta con las autoridades antidrogas de ese país. “Habíamos recibido información relacionada con dos incidentes en julio, en los que la FAH (Fuerza Aérea Hondureña) derribó aeronaves sospechosas de estar involucradas en el tráfico de drogas, en violación del derecho internacional y un convenio bilateral con Estados Unidos”, aseguró Stephen Posivak, consejero de Prensa de la embajada de Estados Unidos-.
“La embajadora Lisa Kubiske ha expresado su preocupación ante altos funcionarios hondureños y le solicitó al Gobierno un informe sobre los dos incidentes. También insistió en la aplicación de medidas de remedio para asegurarse de que este tipo de situaciones no se repitan”.

Lo cierto es que desde hace un mes el país no cuenta con tecnología suficiente para detectar las avionetas que trasiegan droga en el espacio aéreo nacional. Los efectivos militares ahora solo ejecutan patrullajes marítimos, pero van a la deriva, sin tener señales que les permitan conocer la ubicación de aeronaves y embarcaciones.

Los funcionarios estadounidenses han advertido que se restablecerá el intercambio de información solo si Honduras corrige sus protocolos.

Víctor Hugo Barnica, presidente del Consejo Nacional de Lucha contra el Narcotráfico y designado presidencial, afirmó para LA PRENSA que retirar el radar limita el combate del narcotráfico en el país.

“El radar es indispensable para identificar la ruta y el tránsito sobre el espacio aéreo, pero deben ir a la par otras acciones conjuntas para disuadir e incautar droga. Se necesita una fuerza aerotransportada desde las bases de La Mosquitia, Olancho y otras que se crearán en Yoro y Colón. Hay que actuar de inmediato para seguir en la lucha contra el narcotráfico”.

¿Reanudarán cooperación?

Desde hace una semana, representantes del Gobierno estadounidense en conjunto con Honduras analizan la posibilidad de reanudar el intercambio de información para la interceptación aérea. “Estamos en reuniones entre ambos Gobiernos para coordinar de nuevo las alertas que permiten interceptar las naves que trasiegan droga en territorio hondureño.
Estamos llegando a acuerdos en los procedimientos para la interdicción y esperamos a finales de mes restablecer la cooperación para el combate contra el narcotráfico por la vía aérea”, informó René Osorio, jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras.

Para ello, ambos Gobiernos revisan los procedimientos relacionados con la cooperación en asuntos de interdicción entre Estados Unidos y Honduras.

“Estamos examinando los protocolos y fortaleciendo los procedimientos para prevenir el derribo de aeronaves civiles, de acuerdo con nuestro acuerdo bilateral y los compromisos internacionales de Honduras”, dijo Posivak.

La reanudación del intercambio de información es una prioridad. Las acciones conjuntas de la FAH en coordinación con Estados Unidos y Colombia han dejado frutos que ponen en jaque al tráfico de drogas desde América del Sur.

Un ejemplo del trabajo en equipo es el que se logró a inicios de mayo, donde fue posible el decomiso de media tonelada de cocaína a bordo de una aeronave ilegal. Era un avión bimotor, sin matrícula ni plan de vuelo establecido.

La aeronave fue identificada por los sistemas de alerta temprana del Centro de Comando y Control de la FAC (Fuerza Aérea Colombiana) en el mar Caribe y luego interceptada por las autoridades nacionales en La Mosquitia, informó el comandante del Grupo Aéreo del Caribe, Alexander García Agudelo.

Operación Armadillo

El pasado 13 de febrero, las FF AA iniciaron la Operación Armadillo, cuyo objetivo es destruir las pistas clandestinas utilizadas por los narcos.

En cuatro fases, la Operación ha logrado hasta ahora destruir las 60 pistas en los departamentos de Gracias a Dios y Olancho .

La operación se expande y se planifica que al cierre de 2012 la lucha contra el narcotráfico se traslade a otros departamentos del país y se complete la destrucción de 34 pistas más para totalizar 94, meta de los efectivos militares.

Los equipos detectan mediante tecnología especial la ubicación de las pistas y corroboran las coordenadas para tener el sitio exacto. Cada lugar es ubicado en el mapa. Después se planifica la destrucción de las pistas tomando todas las medidas de seguridad.

“La Operación Armadillo ha permitido destruir 60 pistas en dos departamentos. La actividad se extenderá a otras zonas del país donde se ha identificado el aterrizaje de avionetas. Equipos especiales trabajan en la identificación y eso nos permite frenar el flujo de aeronaves que programan su aterrizaje en varios sectores del país”, informó Marlon Pascua, ministro de Defensa.

Carteles

Las Águilas Negras, Los Rastrojos y elementos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia les estarían proveyendo cargamentos ilegales de droga a carteles mexicanos, señalaron especialistas en narcotráfico de ese país.

Un informe de la Procuraduría General de la República de México reveló que hasta agosto de este año las organizaciones trasnacionales operan en 16 países, incluyendo Honduras. Los carteles identificados son cartel del Pacífico, cartel del Golfo , cartel de Juárez, Beltrán Leyva y Zetas.

Hay información de que en el departamento de Gracias a Dios hay presencia de la mafia colombiana. Las autoridades de ese país identifican que las organizaciones delictivas Urabeños y Oficina de Envigado tienen contactos en esos lugares con organizaciones locales, que mueven la coca.

De hecho, en junio de 2011 descubrieron una avioneta con bandera colombiana que había salido del aeropuerto Vanguardia de Villavicencio. La aeronave se accidentó en territorio hondureño con tres toneladas de coca. “El narcotráfico está utilizando estrategias diferentes. La droga ingresa, las avionetas la depositan en centros de acopio y después la mueven en embarcaciones ligeras para llevarla a Estados Unidos”, dijo Osorio.