s_100111_1457_PajaMono1RRSilvina Tamous – Cosecha Roja.-

Un megaoperativo bautizado como “Los Patrones” fue la despedida del ex secretario de Seguridad Sergio Berni de Rosario, adonde había llegado 19 meses antes con las fuerzas federales ante el problema de violencia que se vive en la ciudad: la tasa de homicidio cuatriplica la media nacional. Fue una especie de broche de oro, porque logró probar por primera vez la participación de la mediática banda de Los Monos en el narcotráfico. Esta semana, la Justicia Federal procesó a 23 miembros de la organización. Los cabecillas operaban desde la cárcel de Piñero, donde están detenidos, tenían teléfonos fijos y computadoras en sus celdas. Como estaban encerrados, eran sus mujeres la que se ocupaban de la logística y la cobranza.

“Después de un año de investigación, podemos demostrar de una vez y para siempre que los Cantero y los Chamorro son una organización narcocriminal”, sostuvo Berni los primeros días de diciembre al despedirse de la ciudad. No fue el único operativo que encabezó contra el narcotráfico. En setiembre de 2013, detuvo a Delfín Zacarías en una casa de Funes cocinando 300 kilos. Y en septiembre de este año desbarató la banda que contaba con la participación de ciudadanos extranjeros y un médico oncólogo rosarino que intentaban traficar cocaína simulando ser granos de arroz. Berni siempre dejó en claro la dificultad de trabajar con la Policía de Santa Fe, ya que en la mayoría de las causas aparecían agentes involucrados.

La banda de Los Monos tuvo un polémico paso por la Justicia provincial, donde el juez Juan Carlos Vienna comenzó investigando el crimen de Martín Paz y terminó procesando a 35 personas, muchos de ellos policías, por asociación ilícita. Sin embargo, se estableció un proceso abreviado que nunca llegó a consumarse, porque tres miembros de la banda -Guille Cantero, Ema Chamorro y Leandro Vilches- estaban procesados por el crimen de Diego Tarta Demarre. Por la asociación ilícita y el homicidio debían purgar 9 años de prisión: el escándalo fue tal que determinó que la condena nunca se homologara.

En ese proceso, además, se cuestionó la relación entre el juez Vienna y el padre de Martín Paz. Circularon en los medios imágenes que los mostraban juntos en un viaje a Las Vegas para ver una pelea de box. Sin embargo, la Justicia dejó sin efecto las acusaciones contra Vienna.

Los procesamientos

La Justicia Federal procesó por tráfico de estupefacientes a 23 personas sobre las que dictó embargos y prisión preventiva. En el mismo fallo, el juez Marcelo Bailaque ordenó la detención de tres personas y citó a indagatoria a otras 13 bajo apercibimiento de dictar su rebeldía. Lo curioso del caso es que varios de los acusados serán trasladados a prisiones federales de la provincia de Buenos Aires.

La investigación se inició hace un año en torno a un búnker de drogas de zona sur desde el cual buscaron dar con los eslabones más altos de la cadena de comercialización y así llegaron al corazón de la banda Los Monos que operaban dos de sus líderes desde prisión. A fines de noviembre, la Policía Federal realizó casi medio centenar de allanamientos simultáneos en el centro y sur de Rosario y en las provincias de Corrientes y Chaco, donde se incautaron alrededor de 700 kilos de marihuana y 11 de cocaína, además de precursores químicos, armas y vehículos.

Según la resolución, la banda era manejada desde la cárcel de Piñero por “Guille” Cantero y “Ema” Chamorro a través de sus respectivas mujeres, Vanesa Barrios y Jésica Lloan. Ellas  ejecutaban sus directivas recibidas de forma telefónica desde el penal o a través de las visitas que realizaban. Los cuatros fueron procesados como presuntos coautores del delito de tráfico de estupefacientes, agravado por la participación de tres o más personas, lo que comprende una asociación ilícita, en calidad de “organizadores”.

Entre el resto de los procesados, todos vinculados a Los Monos con distintos roles y jerarquías, figuran desde los “soldaditos” a cargo de la seguridad en los puntos de venta hasta encargados de proveer la droga, incluyendo a quienes facilitaban el almacenamiento y la logística a la organización.

Otras 14 personas, la mitad mujeres, fueron procesadas con prisión preventiva por “comercializar estupefacientes” con el agravante de haber intervenido más de tres personas en forma organizada y siempre vinculados al clan Los Monos.

Entre ellos aparece Diego Cuello. La justicia lo había absuelto en la escandalosa causa conocido como “Narcochacra”, donde el fiscal se abstuvo de acusar después de ver un video en la que la Policía cometía todo tipo de irregularidades, incluso se robaba una bolsa con dinero.

Otras dos personas, Elizabeth C. y Andrés L. fueron acusados como coautores del delito de transporte de estupefacientes. En tanto Cristian T. fue procesado como responsable de almacenamiento de estupefacientes.

“Se puede apreciar del desarrollo efectuado el rol de co-organizadores que tenían las cuatro personas, pues más allá de que tanto Lloan como Barrios ejecutaban las decisiones de Chamorro y Cantero, básicamente por tener mayor capacidad de hacerlo materialmente por estar ambas en libertad, mientras ellos no, la actuación de ambas fue imprescindible también para organizar el esquema y llevar adelante las actividades delictivas de todo el grupo”, señaló el magistrado. En línea con la posición sostenida desde el Ministerio Público Fiscal, a la hora de resolver la situación procesal de los imputados el juez asignó a las dos parejas el rol de organizadores de la estructura delictiva dedicada al tráfico de estupefacientes. Para el resto la calificación legal fue la de presuntos autores de violaciones a la ley de estupefacientes, bajo distintas modalidades.