Sin Embargo.-

La caravana de madres centroamericanas logró encontrar a seis hijos desaparecidos durante su paso por el territorio mexicano, informaron hoy sus participantes a un día de concluir su recorrido de 18 días.

Las madres, procedentes de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, llegaron a México el 15 de octubre desde territorio guatemalteco a través del paso fronterizo de El Ceibo, estado de Tabasco (sureste) y mañana concluirán su recorrido en 14 estados mexicanos.

El último reencuentro se celebró esta tarde en el municipio de Huehuetán, cercano a la frontera con Guatemala en la costa de Chiapas, cuando Leonarda Chacón abrazó a su hijo José Marvín Zelaya Chacón a quien no veía desde hacía 5 años cuando salió de Honduras.

Zelaya Chacón, de 37 años, quien perdió contacto con sus familiares debido a las dificultades económicas que afrontó, ahora vive y trabaja en un rancho en Chiapas junto con su esposa mexicana y un hijo de año y medio de edad.

Este jueves, y en la víspera del final de este emotivo recorrido, las madres centroamericanas y los activistas que las respaldan en este recorrido, realizaron manifestaciones en 3 ciudades de Chiapas, que es la entidad donde tienen más pistas de migrantes desaparecidos y la última que visita la Caravana antes de terminar este viernes.

Por la mañana, en el municipio de Arriaga protestaron al lado de las vías del tren y visitaron las tumbas de unos 60 inmigrantes fallecidos y sepultados sin identificar.

Más tarde, viajaron al pequeño poblado de Huehuetán “para el feliz encuentro” y llegaron por la noche a Tapachula.

En esa ciudad colocaron las fotografías y datos de sus hijos en el parque central con la esperanza de que las personas del lugar puedan reconocerlos y ayudarles a encontrarlos.

En total se encontraron en esta jornada, que incluyó la visita de 14 entidades mexicanas, a 3 hondureños y 3 nicaragüenses, con el apoyo de activistas mexicanos y pistas conseguidas en caravanas anteriores concretándose los encuentros con sus madres, informó Rubén Figueroa del Movimiento Mesoamericano de Migrantes (MMM).

“La exigencia es tanto desde donde se origina la migración, a los Gobiernos centroamericanos, porque ellos también son culpables que las personas emigren por la pobreza y inseguridad de los países”, dijo el activista mexicano.

La caravana de madres centroamericanas en México se realiza desde 2006 e incluye plantones y paradas en hospitales, servicios forenses y plazas públicas con la esperanza de encontrar a los inmigrantes desaparecidos y exigir a las autoridades que pongan fin a las agresiones que sufren los indocumentados en su viaje hacia Estados Unidos.

En los últimos años, el riesgo al que se exponen los inmigrantes aumentó de forma considerable a causa de una mayor presencia del crimen organizado en su ruta.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha documentado que los funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM), así como autoridades municipales y estatales, abusan de los inmigrantes en su paso por México, en muchas ocasiones en complicidad con la delincuencia.