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Cosecha Roja.-

En diciembre, el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, recibió una carta que denunciaba que en la zona sur de Mar del Plata operaba un grupo parapolicial llamado GP5: policías de civil, que se movían en autos sin patentes y golpeaban y amenazaban a jóvenes “sospechosos”. La relevancia pública que tomó esta denuncia, sumada a los dos homicidios ocurridos en menos de una semana en la zona donde funcionaba el GP5 motivaron la renuncia del jefe de la policía departamental, Ramón Negretti. En su lugar asumirá interinamente –hasta que termine la temporada de verano- el jefe de la Región Sur de la provincia, Héctor Maggi.

El escándalo se destacó cuando el portal 0223 hizo público algo que ya se sabía en la Justicia, en el Concejo Municipal, en el Foro de Seguridad Municipal y en el Ministerio de Seguridad provincial: que en la zona sur de Mar del Plata había vecinos que denunciaban que grupos parapoliciales habían golpeado, amenazado y “apretado” a jóvenes, varios de ellos menores de edad.

En una carta enviada por al ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, el Foro Municipal de Seguridad -que reúne a los representantes de las distintas vecinales, organismos de Derechos Humanos y concejales- se hacía eco de las denuncias que habían surgido en una de las reuniones.

“Diversos vecinos, foristas y concejales”, decía el texto “señalaron que habrían recibido denuncias de que se encuentran funcionando en nuestra ciudad grupos organizados de policías con la finalidad de cumplir tareas de índole ilegal, que incluirían apremios ilegales, amenazas, mensajes cuasi mafiosos y que inclusive se encuentran en curso varias causas penales al respecto”.

El texto agregaba que un comerciante denunció que “se pagaba a la policía para recibir seguridad y que dicho pago habría aumentado con la llegada del nuevo Jefe”, Ramón Negretti.

Según contó a Cosecha Roja el titular del Foro Municipal de Seguridad, Miguel Gómez, el ministro Casal les comunicó que había dado intervención a Asuntos Internos para que investigue las denuncias.

La difusión pública de la denuncia puso en duda la continuidad del jefe policial, que prefirió mantener el silencio. En los primeros días de enero, dos homicidios -ocurridos en menos de una semana en la misma zona en la que los vecinos denunciaron que operaba el GP5- colocaron a Negretti nuevamente en el centro de la escena mediática.

A principios de este año, en el barrio Juramento -“el más caliente de la ciudad”·, según contó un periodista-, un verdulero de 42 años fue asesinado en la puerta de su casa delante de su hijo en un intento de robo. Algunos días más tarde, dos delincuentes mataron a un joven de 24 años en el interior de su casa.

El jefe de policía quedó acorralado. Sin apoyo político, criticado por oficialistas y opositores, Negretti decidió dar un paso al costado. En un comunicado, dijo sentirse “cuestionado” por los medios de comunicación.

En conferencia de prensa, el ministro Casal felicitó al jefe saliente: “Tuvo una actitud operativa eficaz. Su perfil ante los Foros o los medios no era el más desenvuelto y eso le fue afectando su propia operatividad”, dijo el funcionario.

La renuncia de un jefe policial en plena temporada de verano en Mar del Plata es un hecho inédito. Según anticiparon desde el Ministerio de Seguridad, el encargado de la Seguridad Interior de la Región Sur, Héctor Maggi, quedará a cargo de la departamental hasta que finalice la temporada de verano.