Cosecha Roja.-

Una de las últimas cosas que hizo antes de ser asesinado fue patear un perro. Diego Adrián Pucheta, de 33 años, había ido a una bailanta de Merlo junto con otros amigos. A la salida, el grupo zigzagueaba por las veredas de barro que se confunden con las calles en la localidad de Mariano Acosta hasta que Pucheta castigó brutalmente al animal y comenzó a discutir con la hija de Marcelo Cristian Olivie, de 37.

El can, que no es de ninguna raza en particular y de todas en general, descansaba en el frente de la casa de la familia Olivie, en Heredia 1867, cuando la víctima le dio un fuerte golpe. El chillido del animal exaltó a sus dueños.

Primero, la hija del homicida salió a increpar a los agresores. Sin intenciones de pedir disculpas, Pucheta comenzó a insultarla y amenazarla. El dueño de casa puso punto final a la discusión cuando salió a la vereda y le pegó un tiro.

Diego Pucheta murió poco después. Los policías de la comisaría sexta de Mariano Acosta detuvieron al sospechoso que será indagado por el fiscal Patricio Pagani en las próximas horas. En su poder tenía su pistola 11.25 Ballester Molina.

Olivie quedó apresado en la dependencia policial local acusado de “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”. Fuentes judiciales consultadas por Cosecha Roja indicaron que podría tratarse de un caso de “exceso de legítima defensa porque intercedió para que su hija y el perro no fueran agredidos, pero va a ser difícil de probar porque el hombre salió de su casa y mató”.

Los investigadores especulan con que la víctima –que vivía en Dessi y Fileberti, del barrio Pompeya, en Merlo- y su grupo de amigos estaban volviendo para sus casas al momento del hecho. Según las primeras pericias y por los relatos de los testigos “los muchachos venían bastante alcoholizados”.