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El Universal.-

Dos de los jóvenes desaparecidos en un antro de la Zona Rosa son hijos de Jorge Ortiz Reyes, El Tanque, y Alejandro Sánchez Zamudio, El Papis, detenidos y sentenciados por su participación en una organización delictiva dedicada a la extorsión y el narcomenudeo, que operó en Tepito entre los años de 1998 y 2003, de acuerdo con información de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Ortiz Reyes y Sánchez Zamudio se encuentran presos. Una de las líneas de investigación que sigue la PGJDF es la de una probable venganza o ajuste de cuentas.

“¡Quiero a mi hijo con vida; él es el amor de mi vida y lo quiero de regreso”, demandó a punto del llanto Leticia Ponce, madre del hijo de El Tanque.

“Quiero a mi hijo de vuelta y lo quiero encontrar vivo”, pidió Josefina García, madre de Said Sánchez García, hijo de El Papis.

Por otra parte, Edmundo Garrido, subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), aseguró que indagan los antecedentes penales (en Plataforma México) de los 11 jóvenes presuntamente privados de la libertad a las afueras del bar ubicado en el número 27 de la calle Lancaster, en la Zona Rosa.

Reiteró que la averiguación previa abierta es por desaparición, no por secuestro. Aseguró que el hecho es “atípico” para la ciudad y descartó que esté ligado con el crimen organizado.

Sin embargo, reconoció que se investiga el entorno de los siete hombres y cuatro mujeres desaparecidos (todos provenientes de Tepito y la Lagunilla).

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, aclaró que no hay indicios que vinculen el caso con alguna mafia:

“No hay nadie que haya hecho una afirmación de que alguien hubiera entrado por medio de la violencia o que se hayan visto armas o que se hayan visto vehículos. Todavía no tenemos ninguna declaración en ese sentido”.

Tanto la Procuraduría General de la República (PGR), como la Policía Federal (PF) y la PGJDF negaron haber realizado algún operativo en el antro mencionado, el domingo pasado.

Según versión del único testigo presencial del caso, un grupo de hombres que portaban armas y cubrían sus rostros con paliacates ataron las manos de los jóvenes con cintas plásticas, lo subieron a dos camionetas estacionadas en las afueras de ese establecimiento y se los llevaron .

El hijo de “El Tanque”

María Teresa Ramos Urrutia, abuela del hijo de El Tanque y su mamá, Leticia Ponce Ramos, estuvieron en las reuniones que el grupo de padres de familiares de desaparecidos sostuvo con el secretario de Gobierno, Héctor Serrano; con Edmundo Garrido; y con el fiscal de Secuestros, Guillermo Therán, así como con el ombudsman capitalino, Luis González Placencia.

De acuerdo con versión de su madre, el hijo de El Tanque terminó la secundaria, ingresó a la preparatoria y luego se dedicó a trabajar con su abuela en un negocio de ropa, en el barrio de Tepito.

“Que investiguen todo lo que quieran, pero que nos los regresen. Queremos verlos ya. Yo cerrada de ojos meto las manos al fuego por mi niño, porque sé qué clase de chamaco es. Eso no nos amedrenta en nada”, indicó la abuela del joven desaparecido en el antro.

Según Leticia Ponce, su hijo salió de su casa, ubicada en Tepito, el sábado 25 de mayo a las 19:30 horas: “El último contacto que tuve con él fue a las 2:30 de la madrugada; como se llevó mi Nextel, le llamé para saber si estaba bien, me contestó y me dijo que se iban a ir a bailar, que no me preocupara”.

La mujer explicó que su hijo salió en compañía de Said Sánchez, de 19 años de edad.

Said Sánchez, hijo de El Papis, no avisó que acudiría en compañía del hijo del El Tanque, de acuerdo con su madre Josefina García.

“Said tiene 19 años y nunca me avisó que iba a ir a ese antro, él se fue en compañía de (el hijo de El Tanque) a quien conozco desde niño, a las demás personas desaparecidas jamás las había visto”, dijo.

—¿A qué se dedicaba Said?, se le preguntó.

—Él es hijo de familia, yo lo mantengo y nada más.

Revisan videos

El subprocurador Edmundo Garrido informó que la Policía de Investigación revisa las cámaras de seguridad del C4, así como de diversos establecimientos ubicados en las inmediaciones del antro conocido como Mamá Grande, Amsterdam, Heaven After o Bicentenario.

Rodolfo Ríos, procurador capitalino, aclaró que hasta el momento, “no hay ningún testigo que diga que hubo un supuesto convoy. Ministerialmente en la averiguación previa no tenemos ningún dato de que esto haya sido así.