Mi ginecólogo cerró la puerta con llave y abusó de mí

Alejandro Gerardo Dahse es un médico conocidísimo de la ciudad de Corrientes y auditor de una obra social. Cuatro mujeres lo denunciaron por abuso sexual en el consultorio y en el quirófano. Una de ellas ya lo había hecho hace más de 10 años sin resultados. Otra lo publicó en redes y se sumaron más testimonios. Violeta*, una de las víctimas recientes, contó su historia.

Mi ginecólogo cerró la puerta con llave y abusó de mí

01/10/2021

Por Red de Periodistas y Comunicadoras de Corrientes (en La Marea Noticias)

En septiembre se difundieron publicaciones a través de redes sociales de organizaciones feministas sobre un abuso perpetrado por el reconocido ginecólogo de la ciudad de Corrientes,  Alejandro Gerardo Dahse. A partir de ese testimonio se sumaron otros relatos más de tres sobrevivientes de abusos y violaciones. Esta semana se radicó la denuncia en el Juzgado de Instrucción N° 4 de la capital correntina.

En 2020, Violeta asistió en reiteradas oportunidades al sistema de salud público de la ciudad de Corrientes para acceder a un control ginecológico porque no tenía obra social. “Fui al menos seis o siete veces al hospital Llano, siempre había alguna causa por la que no me atendían”, contó. Necesitaba la atención médica y una amiga le pasó el contacto de WhatsApp de su ginecólogo, esa misma tarde la atendió y realizó los estudios correspondientes y hablaron sobre la rama de la medicina que el profesional ejercía.

Un año más tarde, en mayo de 2021, Violeta asistió nuevamente al consultorio, el profesional ya la conocía y entablaron una conversación nuevamente sobre Medicina. “Entre la primera vez que fui y la segunda que fue este año hubo mucha confianza en la relación médico – paciente. Él me relataba cómo era con los pacientes”. En ese momento el profesional exhibió fotos de sus pacientes con diferentes enfermedades de transmisión sexual.

La sobreviviente relató que el médico también contó que cuando las parejas asistían a la consulta por lesiones de enfermedades de transmisión sexual en mujeres él decía que “se da cuenta que el hombre le fue infiel, pero dice que los contagios se dan de muchas maneras y no se mete en el tema». Al finalizar ese comentario, según lo que narró Violeta, el hombre afirmó: «Yo también me mando las mías y nadie se entera».

En el vínculo médico – paciente que entablaron, Dahse ofreció servicios médicos gratuitos como estudios y operaciones.  “Él vio que yo no tenía obra social y tengo un problema en las mamas. Hablamos de que yo me quería operar y él todo el tiempo me recalcaba que es jefe de una obra social, que es funcionario y que puede hacer un cruce de obra social para operarme”, narró Violeta. Actualmente Dahse se desempeña como auditor de la obra social de los trabajadores y trabajadoras estatales provinciales.

“Yo me pongo a pensar hoy en día que, si yo hubiese hecho eso, a mí me hubiese pasado cualquier cosa porque arriba de la camilla no estoy yo, está cualquier persona”, explicó. “¿Cómo iba a denunciar algo que me podría haber hecho? Porque a todas las chicas anteriores las violó durante las operaciones, ahí les hace algo cuando están sedadas”, denunció Violeta.

En el momento de la revisión médica, Violeta contó que el ginecólogo le dijo que “en el clítoris yo tenía como una anomalía, soy una persona que siempre me reviso, me miro constantemente con un espejo y me parecía raro”. En ese momento, Violeta contó “sentí que me estaba tocando de más, él supuestamente dijo que lo hacía para irrigar la zona y que se vea mejor la lesión. Le pregunté qué estaba haciendo y él sin decirme nada me lamió”.

“Ahí me quedé en shock, me quedé nerviosa, me levanté y le saqué la frente. Me di cuenta que había cerrado con llave el lugar por ‘privacidad’ y el consultorio está al final del lugar, la sala de espera está en la parte de adelante, pensé ‘nadie va a escuchar’ si grito”, detalló. Violeta contó: “Después de unas horas caí de lo que había pasado, me largué a llorar.  Me sirvió mucho que todo mi grupo de amigas son feministas y todas ellas me apoyaron”.

La sobreviviente destacó que recibió apoyó de sus redes de contención y de movimientos de mujeres. “Me acordé de una amiga que era feminista y le conté lo que pasó, ella me comunicó con la abogada, me ayudó a armar la publicación y fue algo en masa”.  Después de que se difundió el relato de Violeta, empezaron a surgir más testimonios y se conoció una denuncia previa por violencia sexual que no avanzó.

“Me impactó mucho que hay una mujer que le pasó un abuso a los 22, fue hace más de dos décadas y ahora volvió a ocurrir, debe haber muchas más que todavía no salieron”, expresó la denunciante. “Tiene que parar porque si no le ponen un freno va a seguir arruinando la vida de más mujeres”, comentó Violeta y detalló que en los otros casos el profesional “durante las operaciones violaba a las chicas cuando estaban anestesiadas, vulnerables o por hacerse algún tratamiento”.

“Ojalá que se animen a denunciar, yo entendí unas horas después lo que me pasó. Tuve la contención de mi entorno, de mi familia. Me salvé psicológicamente gracias al apoyo del feminismo, a todo el equipo que hay detrás y a mis amigas que tienen mucha perspectiva de género”, concluyó la sobreviviente.

La abogada de las sobrevivientes y especialista en Derecho Penal, Sofía Domínguez, habló con este medio y relató cómo inició la causa que tiene como imputado al médico ginecólogo Alejandro Gerardo Dahse.

Dominguez comentó que a partir de las publicaciones en redes sociales se conoció el caso y muchas de las víctimas pudieron relatar situaciones similares de violencia sexual con el mismo profesional. La abogada explicó que en los casos de abuso sexual muchas víctimas “no quieren denunciar porque tienen miedo, porque se responsabilizan, se culpabilizan.”

En relación a los tiempos de las víctimas, la especialista remarcó que se trata de un proceso complejo y “muy difícil”, y que “las víctimas no siempre están preparadas para denunciar y que hay que respetar siempre ese deseo».

“Si vas al hospital y denuncias tienen un protocolo para estos casos y ellos mismos informan, pero lo importante es saber es que si bien se recaban todas las pruebas, los delitos contra la integridad sexual contra personas adultas son de instancia privada, es decir que solo la víctima puede denunciar, porque es una situación muy íntima y muy difícil de atravesar”, por otra parte, la abogada aclaró que estos delitos, cometidos a niños, niñas y adolescentes, deben ser denunciados por personas que conozcan estas situaciones.

La abogada se refirió al vínculo del médico con sus pacientes y dijo que “el hombre les genera confianza, las atiende gratis, les hace exámenes de la misma forma y eso es una posición de poder”, es decir que “causa una deuda y ellas después no quieren decir nada”.

La última sobreviviente que presentó su denuncia relató que Dahse le ofrecía servicios gratuitos, por lo que Dominguez expresa que “le dijo muchas veces que era director de IOSCOR, marcando esta situación de poder en la que se encuentra y es claramente un abuso de poder porque es sistemático, en todos los casos hace lo mismo.”

Dominguez explicó que el abuso de poder del médico se dio porque la joven “no tenía obra social y estaba atravesando una situación de vulnerabilidad familiar y económica”, e informó que tras realizar la denuncia y en las primeras instancias administrativas, la fiscalía n°3 solicitó la restricción de acercamiento que en las próximas horas se determinará si se la otorga.

Dominguez dijo que el hecho de que sea tan difícil para las víctimas el proceso para llegar a denunciar es justamente “porque sienten que la sociedad no las acompaña”

“Recién ahora tenemos una chica joven que se animó a denunciar, que es una nueva generación  que tienen otra forma de pensar y de sentirse acompañadas”, dijo la especialista y sostuvo que “es importante romper el silencio para que las víctimas se sientan acompañadas y que la sociedad y que el Estado no les da la espalda. Eso está cambiando y la forma de cambiarlo es acompañando a las víctimas y creyendo en su palabra.”

Por otra parte, la psicóloga María del Huerto, se refirió a los casos de abuso sexual y a la importancia del acompañamiento profesional de las víctimas.

 ¿Cómo afecta a una mujer sufrir un abuso sexual?

“No se puede determinar con precisión la respuesta de un individuo frente a una vivencia de esta naturaleza. El cómo afecta a una mujer depende de varios factores, como la gravedad del hecho; la edad, características y experiencias previas; las respuestas del entorno; la posibilidad de encontrar ayuda adecuada, también depende la relación previa entre la mujer en situación violencia y el agresor como las condiciones en que se produjo el abuso, la recurrencia, la violencia con el que se llevó a cabo, entre otros aspectos, así como la respuesta del medio porque una respuesta invalidante lleva a la revictimización. Esto incluye a los profesionales de la salud porque la palabra de ellos y su intervención es clave para no revictimizar. También depende de las herramientas con las que cuenta la persona para enfrentar y superar la experiencia.”

¿Y en los casos en los que ocurre en una situación entre médico – paciente dónde hay roles de poder?

“Una mujer padece como una forma de tortura porque no ha podido consentir libremente, es un ataque al cuerpo, la sexualidad, a la integridad de la persona, su dignidad y libertad. La imposición de una práctica sexual constituye una violación y quienes la ejercen disfrutan como forma privilegiada del abuso de poder.”

A partir de este caso dónde hay denuncias hace más de veinte años de abusos y violaciones, ¿Cómo son los tiempos de la víctima para poder poner en palabras lo que vivieron?

“Los tiempos dependen de cada persona, no nos olvidemos que hay estudios que dan cuenta que históricamente hay una parte de la humanidad que tiene más poder, más privilegios y que establece relaciones asimétricas, los lugares de poder tienen que ver con los lugares destinados varones o ligados a la masculinidad.  Suele ocurrir que se le acusa a la mujer de mentir poniéndo en duda su testimonio e inclusive se le denigra, diciendo que miente y exagera. También suelen enfrentarse a las exclusiones sociales que denuncian y luego ellas son sancionadas por quienes las rodean, por hablar de lo que no se habla.”

¿Cuál es la importancia de contar con asesoramiento  psicológico y redes de contención en casos de abusos?

“Es necesario contar con contención psicológica y redes de apoyo en casos de abuso para poder ayudar a la persona a co-construir una estrategia de afrontamiento de la violencia y a llevarla a cabo. Sentirse acompañada, tranquila, con confianza en sus propias capacidades para continuar la vida, respetando su propio ritmo y espacio. El objetivo de la contención es escuchar las herramientas con las que cuenta la persona para enfrentar y superar la experiencia; brindar la orientación necesaria para que pueda organizar las ideas sobre la situación que está viviendo y clarifique las acciones, evitando su revictimización.”

Programa Acompañar

El Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación tiene un programa para fortalecer la independencia de las mujeres y personas LGBTIQ+ en situaciones de violencia de género. Se trata de un apoyo económico mensual durante seis meses y acompañamiento psicosocial. Las personas mayores de 18 años y hasta 65 años pueden acceder a este derecho y no es requisito contar con denuncia previa.

En la página de Unidades de Acompañamiento se pueden encontrar los espacios para acceder al beneficio.

*Violeta es el nombre que decidimos usar para no identificar a la entrevistada y respetar su derecho a la intimidad.

Para denunciar abusos o cualquier tipo de violencia, podés acercarte a cualquier comisaría o fiscalía. En Corrientes te podés comunicar con el Centro de atención Jurídico integral a víctimas de violencia de género 379-4530311.