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Juan Mattio – Cosecha Roja.-

Laura Iglesias era trabajadora social. Tenía 50 años y formaba parte del equipo del Patronato de Liberados en Mar del Plata. Apareció muerta el jueves pasado. Tenía un cordón de zapatillas rodeando su cuello. El informe forense confirmó que fue violada. Ayer sus compañeros del Patronato se movilizaron para pedir justicia y mejores condiciones de trabajo.

El miércoles pasado, a pesar del paro, Iglesias fue a visitar a algunas personas que estaban a su cargo. El Patronato de Liberados es el organismo encargado del seguimiento y tratamiento integral de los condenados eximidos de prisión. La mujer viajaba en su Renault 9 azul por la ruta 11. El auto se descompuso y fue hasta la casa de una amiga que la acercó hasta Mar del Plata. Más tarde volvió a Miramar para buscar el auto y hacerlo arreglar. El jueves a las 10 de la mañana los perros de la policía encontraron su cuerpo. Estaba sentada en un descampado con la ropa puerta, con manchas de barro y ramas en el cuerpo -como si hubiera sido arrastrada- a unas treinta cuadras del centro de Miramar.

“Pedimos que los trabajadores sociales vayan en equipo –dijo el secretario de la Asociación de Trabajadores del Estado, Carlos Díaz-, que por lo menos sean dos personas las que vayan a visitar a los tutelados, y que sea en un vehículo oficial, no en los suyos propios”.

En la causa hay un detenido. Es un joven de 21 años y vivía a dos cuadras del lugar en el que se encontró el cuerpo de Iglesias. A pesar de que el fiscal Rodolfo Moure declaró que no faltaba ningún objeto en el auto ni en las pertenencias de Iglesias, un testigo dijo haber visto al imputado caminando cerca del lugar donde estaba el coche al mediodía y, un rato después, irse con el estéreo bajo el brazo.

Por ahora el muchacho está acusado de robo. Hasta no tener los análisis de ADN para cruzarlos con las muestras halladas en el cuerpo no se le sumaría la acusación por homicidio y violación. El joven tiene tres causas anteriores por delitos sexuales (dos siendo menor de 18 años). En el allanamiento se encontró ropa con sangre que también fue incautada.

Los trabajadores del Patronato dijeron que el femicidio de Iglesias tiene que echar luz sobre las condiciones laborales, que dejan indefensos a los agentes que hacen trabajo de campo.  “Se hace indispensable denunciar los peligros a los que estamos expuestas como mujeres trabajadoras. Nuestra compañera fue víctima de ensañamiento sufrido por su condición de mujer y esto no puede dejar indiferentes a los funcionarios del Patronato de Liberados”

El ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, decretó la semana pasada 24 horas de duelo y asueto administrativo en todas las dependencias del Patronato. Ayer sus compañeros marcharon para reclamar justicia por el asesinato Iglesias y para exigir mejoras en las condiciones laborales del Patronato de Liberados. “Para intentar que no vuelva a pasar”, dijeron.