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De qué arma salió la bala que mató a Sabrina Olmos es la pregunta que busca responder el fiscal Claudio Oviedo para avanzar en la investigación y establecer responsabilidades. La chica de 15 años quedó tendida en el piso del patio de la Escuela Parroquial Félix Burgos, de Morón. Un disparo le dio en el pecho y poco después murió. El proyectil llegó desde un tiroteo a entre la policía y dos ladrones que pasó por la puerta de la escuela.

La muerte de Sabrina tiene un componente de fortuito. La justicia investiga ahora si, además, existió una cuota de imprudencia en el desempeño de la Policía Bonaerense. Anoche se completó la operación de autopsia sobre el cadáver de Sabrina y los médicos forenses extrajeron el proyectil que la mató, que fue inmediatamente enviado a peritos balísticos de Gendarmería Nacional Argentina (GNA).

Los expertos intentarán, primero, determinar el calibre del plomo y, luego, en caso de que sea apto para cotejo, compararlo con las armas secuestradas en el marco de la causa: las seis pistolas calibre 9 milímetros de los policías intervinientes y el revólver calibre 32 que se le incautó a José Luis “Coche” Rodríguez, de 25 años, detenido en el procedimiento. Los peritos, ayer, hallaron en la en un paredón de la escuela de Sabrina un plomo de calibre 45. Los investigadores presumen que podría ser del arma del ladrón que logró escapar.

El fiscal dijo que todo se inició a las 8.30 a partir del robo de un Fiat Punto blanco en la zona centro de Morón. La empresa de rastreo satelital informó al 911 que el auto estaba en la zona sur. La policía encontró el auto en la intersección de las calles Pola y Lanús. Los dos ladrones iban en el auto. Entonces se produjo el primer intercambio de disparos. A las pocas cuadras, en Lanús y Coronel Arena, un patrullero embistió al auto que tuvo que detenerse. Y ahí el tiroteo final: “Coche” Rodríguez fue detenido y se le incautó el revólver calibre 32. El cómplice se dio a la fuga.

Sabrina cursaba cuarto año en el Polimodal San José. Nadie escuchó los disparos cuando cayó sangrando en piso del patio. Estaba charlando con sus compañeras en pleno recreo. Enseguida las autoridades del establecimiento llamaron al 911, pero ante la premura de la situación, el vicerrector cargó a la chica en su auto y la llevó a la sala de salud Presidente Ibáñez, a pocas cuadras de la escuela. Hasta ahí llegó la ambulancia el Same que encontró a la chica en paro cardiorrespiratorio. Al quitarle la ropa para intentar resucitarla hallaron el impacto de bala que le causó la muerte.