Mauricio Ortega atacó a Nabila Rifo, su ex pareja, dos veces. La primera le tiró con adoquines, la segunda le arrancó los ojos. En abril, la justicia chilena lo condenó a 26 años de prisión por el intento de femicidio y su abogado defensor exigió la nulidad del juicio. “Habría salido, desde el punto de vista legal, más barato haberla matado que simplemente haberla dejado viva”, dijo ayer ante los jueces de la Corte Suprema. El repudio fue masivo y hasta la presidenta Michelle Bachelet tuiteó: “Indignantes las declaraciones del abogado del agresor de Nabila Rifo. Son de una profunda violencia. No se pueden tolerar”. Ahora, los magistrados deberán evaluar si aceptan o no la petición. Mientras, Nabila quedó otra vez expuesta a la revictimización.

Durante las audiencias de ayer y hoy las partes explicaron sus posturas. El equipo jurídico de Sernameg (Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género) validó la sentencia basándose en las dos agresiones de las que Nabila fue víctima. También expusieron el fiscal regional de Aysén, Pedro Salgado; el jefe de la Unidad de Corte de la Defensoría Penal Pública, Claudio Fierro, y el equipo jurídico de la Intendencia de Aysén. Según publicó el portal Bio Bio, todos validaron la sentencia contra Ortega. La respuesta de los supremos será el 11 de julio.

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Nabila Rifo tiene 29 años, es mamá de cuatro hijos y vive en Coyhaique. La madrugada del 14 de mayo de 2016 la atacó su pareja de entonces, Mauricio Ortega: le arrancó los ojos y la dejó tirada en la calle. Cuando los médicos la atendieron estaba inconsciente y con hipotermia por su cuerpo semidesnudo ante los nueve grados de aquella madrugada. Pasó días internada en una clínica de Santiago de Chile. De regreso en su Coyhaique natal, tomó una decisión: no podía retractarse -como hace el 50 por ciento de las chilenas-, tenía que denunciarlo. Desde entonces, el caso es bandera del movimiento feminista.

A pesar del fallo dividido, los jueces de primera instancia le creyeron a Nabila. La sentencia lo condenó a Ortega por femicidio en grado frustrado y por ser autor de lesiones graves gravísimas y violación de morada violenta.