finca envigadoEl Tiempo.-

Se habla de 13 y no de 9. Antes, hubo 2 reuniones más. Modelo y exmujer de chancero, entre víctimas.

De manera discreta, este miércoles se cumplieron las exequias de varias víctimas de la vendetta mafiosa de fin de año en una finca cerca de Medellín, que desencadenó la pelea interna por el manejo de la ‘Oficina de Envigado’.

Al parecer, hombres de alias ‘Sebastián’ -heredero de alias ‘don Berna’, capturado hace unos meses- ejecutaron el múltiple crimen. Así se lo aseguró a este diario ‘Pichi’, pistolero de esa organización al que inicialmente se dio por muerto.

En el cementerio de Sampedro fue enterrada Carolina Arango Geraldine, una mujer de 22 años que estaba entre las acompañantes del anfitrión de la narcofiesta, Jorge Mario Pérez Marín, alias ‘Morro’, el otro líder de la ‘Oficina de Envigado’.

¿Más muertos?

Arango, modelo de profesión, era la exmujer de uno de los hijos de uno de los zares del chance en Antioquia, asesinado por sicarios.

“El suegro de Arango fue Argemiro Salazar, empresario de apuestas, asesinado en el 2009”, aseguró una fuente de la Policía en Antioquia.

Lo que aún no se atreven a confirmar las autoridades son las versiones que indican que los muertos no fueron 9 sino 13. Esta información -que ya llegó a oídos de la policía judicial y de la Fiscalía- señala que varios cadáveres fueron movidos en baúles de carros. Entre ellos está el de una reconocida modelo que tenía un bebé de 11 meses.

Entre los muertos también estarían los sicarios que ejecutaron a dos policías antinarcóticos en julio del año pasado.

“Hasta ahora, solo hemos encontrado un muerto al lado de un carro Mazda dos, pero fue antes de la masacre y la víctima no presentaba antecedentes”, explicó la Policía cuando se le indagó por la aparición de otros muertos.

Las otras reuniones

Otro dato clave que ha trascendido es que la del 30 de diciembre era la segunda cumbre mafiosa.

A una primera reunión, a mediados de noviembre, solamente asistieron jefes de seguridad de los líderes de la banda criminal. En la segunda, a principios de diciembre, estuvieron presentes ‘Morro’, ‘Carlos Pesebre’, ‘Fredy Colas’, ‘Pichi’ y otros cabecillas tratando de repartirse el poder, sin que se llegara a un acuerdo.

La tercera cumbre estaba pactada para enero, pero uno de los bandos fue aniquilado antes de que se cumpliera la cita. La Policía está ofreciendo recompensa por información sobre los autores de la masacre que marcó con violencia el inicio de año.

¿Quién era alias ‘Morro’?

Según informes de inteligencia, alias ‘Morro’ tenía 41 años. Nació el 12 de julio de 1972 en Medellín y desde muy joven se vinculó a la banda ‘La Terraza’. Logró sobrevivir al exterminio ordenado por alias ‘don Berna’ quien lo reclutó en la ‘Oficina de Envigado’. Luego, ‘Morro’ se desmovilizó dentro del llamado Bloque Héroes de Granada de las AUC. Pero, tras la extradición de ‘Berna’, volvió a la ‘oficina’ a órdenes de alias ‘Rogelio’. Fuentes federales aseguran que, a través de un familiar de ‘Rogelio’, el hombre estaba buscando un acercamiento con EE. UU.

Cabecilla implica a hombres de ‘Sebastián’

La ‘Oficina de Envigado’ inició su nuevo calvario en diciembre pasado por cuenta de una pugna interna con un único fin: el poder de esta estructura criminal.

Como resultado de tres reuniones, tras las cuales pretendían nombrar a su nuevo jefe, ya van dos de sus líderes visibles muertos y se teme una guerra como la que conoció la ciudad entre el 2008 y el 2011.

Esto pudo establecer EL TIEMPO en entrevista con ‘Pichi’, miembro de esta estructura delincuencial y uno de sus actuales lugartenientes.

Su alias sonó el pasado 31 de diciembre, cuando el general Yesid Vásquez, comandante de la Policía Metropolitana, indicó que una de las hipótesis apuntaba a que él estaría detrás de esta incursión armada.

Ante el señalamiento, ‘Pichi’ afirmó que no tuvo nada que ver. “Yo no soy el responsable de la masacre de Envigado, ya están tocando es las entrañas de las personas y de las familias, y con eso no se juega”, dijo. Añadió que entre los autores de la masacre de nueve personas estarían ‘Tom’, ‘Guateque’ (ambos con influencia en el municipio de Bello) y ‘Diego Chamizo’.

Estos tres sujetos estaban en la fiesta de fin de año que se realizó el pasado 30 de diciembre en una lujosa finca de Envigado, en la que habría al menos 30 personas invitadas y varias asesinadas.

Esta ala de ‘la Oficina’ reconoce que se han realizado tres reuniones entre sus cabecillas. Además, confirmó la desaparición, a mediados de diciembre, de alias ‘el Montañero’ o ‘Fercho’. Reiteró también que a esta se suma la muerte de ‘el Morro’, asesinado en esta fiesta.

Ambas muertes se habrían dado porque estos cabecillas no quisieron plegarse al mandato que buscan los herederos de ‘Sebastián’.

Y es que según esta facción, detrás de estas dos muertes están, aparte de los ya mencionados, ‘el Gomelo’, de Bello; ‘Carlos Pesebre’ -a quien sindican de ser responsable de la desaparición de ‘el Montañero’-, y ‘Diego Chamizo’.

“En este momento hay una guerra sicológica muy fuerte y todos están dando información para despistar. Pero ‘Tom’ es el mismo ‘Carlos Chata’, quien era el jefe militar de ‘Sebastián’ “, agregó un investigador cercano al conflicto en la ciudad de Medellín.

EL TIEMPO consultó con el comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, Yesid Vásquez, sobre la versión de alias ‘Pichi’. El oficial aseguró: “No descartamos ninguna hipótesis, pero hasta ahora estamos investigando”.

Continuará la pugna

“La guerra que se viene es dura y va a ser peor que la pasada. Nosotros no fuimos los que la iniciamos y nos vamos a meter hasta donde nos toque”, dijo otro integrante de esta facción de ‘la Oficina’, haciendo referencia a la guerra que libraron ‘Sebastián’ y ‘Valenciano’ entre el 2008 y el 2011, y que costó más de 5.000 asesinatos.

Otras hipótesis que descartó esta disidencia es que tras la masacre de Envigado estaría el posible acercamiento de ‘el Morro’ con ‘los Urabeños’ o su posible responsabilidad en el asesinato de dos policías antinarcóticos en las afueras del Jardín Botánico de Medellín.