“Niña mamá”: que la maternidad sea deseada

El documental dirigido por Andrea Testa que pone en escena y en primera persona las historias de niñas y adolescentes atravesadas por el “destino” de ser madres se podrá ver el sábado en Encuentro. Miriam Maidana lo recomienda y acá te cuenta por qué.

“Niña mamá”: que la maternidad sea deseada

Por Miriam Maidana
18/06/2020

UNO

“¿Qué tenés en la cabeza?” le dice una obstetra a Naomi, de 15 años.  

Naomi, la chica que no aceptaba estar embarazada y se enteró a los 6 meses que tenía a Sasha en la panza. Naomí, sin controles hasta el final. “¿Qué tenés en la cabeza?”. Capaz tenga una disociación entre una panza gorda y una negación. 

DOS

Ahí está la parturienta de su cuarto hijo, a los 20 años. No se cuidan con su marido: “Con él no se puede hablar de eso”. “Eso”: lo que haría la diferencia. 

TRES 

Anabella estremece: 13 años. Contagiada de sífilis por su pareja. Sin tratamiento. “Es lo que me tocó”, dice. 

¿Ustedes saben cómo es una panza de 38 semanas? Bueno: ahora imagínenla golpeada, tirada, arrastrada. Politraumatismo a las 38 semanas dirá la historia clínica. Una amiga hizo el enlace con asistencia a las víctimas de violencias, y ahí está ella: en un refugio, con su hijo y en terapia. Mucho por revisar.

*** 

¿Cómo conocimos a Andrea Testa? Por una colega que le pasó mi número. Yo lo hablé con Valeria Cortina, mi compañera de hace años en la aventura del hospital en el confín y nos juntamos. Andrea y equipo tenían pensado un documental sobre el aborto, pero finalmente le dieron la vuelta y se embarcaron en esos embarazos en niñas y adolescentes que hicieron que hasta se reflotara -vía la ex diputada Carrió- el “derecho de pernada”. Sí, creanlo: en 2018 en el Congreso de la Nación se exponía fríamente que los patrones de estancia, los dueños de tierras se acostaban con nenas para “iniciarlas”. 

En los territorios, la maternidad en la niñez y adolescencia no es “de libro”: no todas están ligadas a violaciones, aunque sí un poco al “destino”. Las abuelas suelen tener 30 años, por ejemplo, y encontrarse con sus hijas en los boliches donde bailan alguna cumbia sudorosa. 

Es decir: hay una maternidad biológica aceptada. No hay pregunta sobre el deseo, las ganas, el momento. Sucede. Y se acepta. 


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Andrea y su equipo vinieron una vez y otra: recorrieron el hospi. Hablaron con las chicas. Leyeron las historias: la nena de 12 que se sentía una “ballena”, la de 13 que casi ahoga al bebé llenándolo de leche porque lloraba, la de 15 que le daba pochoclo a su beba de 2 meses “porque es rico”, la de 17 con sus cuatro embarazos a cuestas y ningún hijo a su lado porque si podía embarazarse pero no tenerlos con ella. En un año en el hospi tuvimos siete cambios de director, así que no se pudo filmar allí y sí en otros hospitales. 

El documental “Niña Mamá” merecía otra presentación: imaginaba un hall abarrotado, pañuelos verdes, chicas del conurbano con chupines y pelos de colores. No se pudo: se pensó en un mundo con un montón de porquerías pero sin un virus que impidiera nuestro cotidiano. Entre ellos, los estrenos de cine. 

No se pudo, pero este sábado pueden verlo en Canal Encuentro a las 23 horas. Si no tienen cable, se puede alquilar por un dólar en: https://vimeo.com/ondemand/ninamamaLo recaudado va al trabajo que realizan los equipos de hospitales que trabajan en la problemática. 

El documental es tremendo, corporal, afectivo. No juzga ni da lecciones. 

Es un documental de territorio, de tiempos, de realidades que a veces ni siquiera sospechamos. 

Pero ahí están las niñas madres: en la adolescente sin rostro ni nombre que pudo optar por la interrupción legal de su embarazo. En la chica golpeada que se salió de la escena y salvó su vida. En la nena de 13 con su idea de destino. Y en esa obstetra maltratadora. 

Parte de nuestra batalla cotidiana es instalar una idea de proyecto y cortar la del destino. 

En eso estamos. 

Miriam Maidana