Cosecha Roja.-

Jonathan Stramessi, el adolescente de 17 años que estaba desaparecido desde la madrugada del domingo en Olavarría apareció muerto ayer en el arroyo Tapalqué, en una zona que ya había sido rastrillada. La madre dijo saber quién mató a su hijo. Hay tres detenidos, entre ellos un amigo del joven y un patovica del boliche, que sería un policía de la Bonaerenseque cumplía adicionales. Los vecinos apedrearon la comisaría.

Cristopher Jonathan Stramessi tenía 17 años. El sábado fue con Ezequiel, un amigo suyo, a un baile que se organizó en la Sociedad de Fomento, en el barrio Pueblo Nuevo de Olavarría. Lo dejaron entrar y les vendieron alcohol a pesar de ser menores de edad. Al parecer estaban bastante borrachos y se pelearon con un grupo de jóvenes adentro del boliche. Un patovica los echó del lugar y la pelea siguió a unas tres cuadras de ahí.

El único testigo de la pelea es Ezequiel. Según contó el muchacho, una patota los atacó y él quedó desmayado en el suelo. Cuando se levantó, Jonathan ya no estaba. Al día siguiente, Ezequiel fue hasta la casa de su amigo para ver cómo había quedado después de la pelea. Así, la familia se enteró de la desaparición. Hasta ese momento pensaban que el chico había pasado la noche en lo de su amigo.

Durante varios días la Policía Bonaerense hizo varios rastrillajes en tierra firme y en el arroyo Tapalqué con equipos de buzos. También participó un helicóptero de la División Aérea.Uno de los lugares en donde habían buscado el cuerpo fue justamente donde lo encontró ayer un pescador cerca de las 18.30. Estaba vestido con la misma ropa con la que lo vio su familia por última vez: con una camisa negra con cuello blanco, jean clarito y campera gris de gabardina y zapatillas Nike.

Para el hermano mayor de Jonathan, es imposible que el cadáver haya estado cuatro días en el agua: “El cuerpo no está hinchado. Para mí estuvo guardado y lo tiraron acá”, contó. Su padre, en cambio, cree que es posible que el cuerpo haya quedado en el fondo del arroyo y por eso los buzos no lo pudieron encontrar. “Tenía todas las manos blancas y arrugadas, se ve que estuvo bajo el agua”, dijo a los medios.

La investigación por la muerte del joven dio un vuelco en el día de ayer, cuando Ezequiel pasó de ser testigo a sospechoso y quedó detenido. Para la fiscal Viviana Beytia, existen fuertes contradicciones en los dichos del chico. También quedó detenido un custodio del boliche, que a su vez sería policía y una tercera persona, de la cual no trascendió información.

El padre del chico cree que el amigo de su hijo “sabe algo”. “No sé por qué no habla o por qué cambió su versión. Creo que a mi hijo lo tiraron ahí, no creo que se haya ahogado”, dijo a un canal de televisión. En la mañana de hoy también habló Andrea Cruz, la madre de Jonathan. “A mi hijo lo mató Diego, por una novia que tuvieron en común; ya se habían peleado anteriormente en la calle”, dijo la mujer. Se refería a uno de los jóvenes con los que se peleó la madrugada del domingo.

Para las 20 de ayer había convocada una marcha para pedir por la aparición de Jonathan. La noticia del hallazgo cambió los planes y cuando se supo que uno de los acusados era policía los vecinos decidieron movilizarse frente a la seccional. A eso de las 21, un centenar de personas rompieron a piedrazos los vidrios de la comisaría y varios patrulleros. La policía respondió  con balas de goma.

Ahora resta saber, con la autopsia, si el joven fue asesinado y luego arrojado al río, como cree su familia, o si se cayó después de escapar de la pelea.