Omar Cigaran

Cosecha Roja.-

– Si no entregás al guacho, mañana lo tenés muerto.

La última amenaza de la policía a Sandra Gómez, la mamá de Omar Cigaran, se cumplió. Hacía  tres años que los oficiales de la comisaría Primera y Segunda de La Plata lo hostigaban. Habían intentado que vendiera drogas y robara para ellos. Cuando él se negó, se la juraron: lo detuvieron varias veces, lo golpearon y lo amenazaron. El 14 de febrero de 2013 un policía de Quilmes lo mató de un tiro. La causa se elevó a juicio pero la fiscal Ana María Medina se apartó del caso: para ella la muerte de Omar está justificada como legítima defensa.

La primera vez que la policía lo hostigó Omar tenía 11. La persecución más fuerte comenzó tres años después. En 2012 Chevarrito, un custodio de calle, no paraba de perseguirlo. A veces le pegaban adelante de Sandra. Omar y el papá fueron hasta la fiscalía y a Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad para hacer la denuncia. Fue peor: al papá lo golpearon y le exigieron que levantara la demanda. A Omar lo siguieron amenazando. Tres meses después del entierro, llegó la respuesta del Ministerio de Seguridad para que la mamá fuera a rectificar la denuncia.

“Omar estaba triste y cansado de que la policía lo molestara”, contó a Cosecha Roja Sandra. Un día antes del crimen, la fiscal Medina pidió el allanamiento de la vivienda a cargo de la comisaría Segunda y sin intervención del Fuero Juvenil -a pesar de que tenía menos de 18. Al día siguiente, el adolescente de 17 salió de la casa al mediodía y apareció muerto en el barrio Hipódromo de La Plata.

Lo mató Diego Walter Flores, un custodio de calle de Quilmes que nunca fue pasado a disponibilidad por las autoridades policiales y que hasta hoy sigue ejerciendo sus funciones. “Lo pusieron ahí para despistar”, dijo la mamá de Cigaran. Según la versión oficial, Flores vio un robo, Omar le apuntó y él le disparó. Para enfrentar el juicio el Ministerio de Seguridad le puso tres defensores.

Cuando apareció el cuerpo, la fiscal lo entregó a la policía para hacer las pericias. De esa investigación surge que entre los genitales Omar tenía un arma de fuego. El único testigo es Flores. La fiscal tampoco ordenó pruebas esenciales en casos de violencia institucional, como la obtención de muestras para determinar ADN y rastros en el arma aparecida. Ni siquiera hizo algo tan básico como dermotest del homicida.

La causa por el asesinato fue elevada a juicio y quedó radicada en el Tribunal Oral y Criminal N°4 a cargo de los jueces Bruni, Alegre y Caputo Tártara. La Justicia convocó a una audiencia para ver las pruebas a utilizar en las audiencias. “Nos notificaron unas horas antes, la defensa lo sabía con un mes de anticipación. Por ahora no hay fecha para la instrucción suplementaria que pedimos”, dijo a Cosecha Roja el abogado Juan Manuel Morente, de la Asociación Civil Miguel Bru, que representa a la familia de Omar.

Morente exigió hacer la reconstrucción de lo que pasó ese día. “Pedimos pruebas sobre el arma que le encontraron a Omar, ADN, barrido, testimonio de los forenses al ingreso y egreso de la morgue, los llamados de la radio policial, ampliación de la pericia y reconstrucción del hecho. Son pruebas que se tendrían que haber hecho, corresponden en cualquier caso”, dijo.

Toda la investigación la hizo la policía, por eso ahora hay otra causa abierta para determinar las irregularidades del caso. “Omar es otra víctima más de abandono por parte del Estado y de la Justicia. Vemos muchas madres pidiendo ayuda para sus hijos y nadie las escucha, mucho menos si el criminal es un policía. Además la familia se ve obligada a entender criterios como los de la fiscal y de asuntos internos, que fundamentan la inocencia del asesino de su hijo. En este caso podemos decir que Vara no se murió, Medina lo resucitó”, dijo Rosa Bru, presidenta de la AMB.

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Omar, me hacés mucha falta en mi vida, no puedo olvidar tu triste partida. Todas las noche te pido que me hables como lo hacías antes, que me digas hasta mañana viejita, y yo poder dormir en paz.  Cada día se me hace más difícil sin vos en casa. Yo se que te fuiste, que estas descansando en paz, que me cuidas y me guías. No sé por qué pero siempre en mí estás. Solo te pido fuerza para seguir. Te amo con mi vida, nunca te voy a olvidar.

(Escribió la mamá de Omar en el grupo de Facebook Justicia por Omar Cigarán)

A Omar Cigaran le gustaba la carpintería y hacer moldes en yeso. Sandra Gómez todavía tiene una repisa y una maceta que le hizo su hijo cuando estuvo en el Instituto Nuevo Dique. Era fanático del grupo Los del fuego y tenía cuatro hermanos de 4, 15, 18 y 25 años. Quería terminar la escuela, le encantaba hacer manualidades, grullas de papel. La mamá lo extraña, lo recuerda sonriente, cariñoso y mamero. “Era muy alegre en la casa”, contó.

Es que yo daba la vida por ti / estuve ahi, nunca fallaba, si me entregaba.

Omar sufría de un consumo problemático de drogas. Varias veces la familia pidió ayuda al Estado. Hay avisos de Omar en situación de vulnerabilidad. Estuvo en varias instituciones pero siempre terminaba en la calle. A Omar la policía lo levantaba, lo detenía y le robaba. Como le pasó a Luciano Arruga.

[Nota publicada el 12/6/2015]