Pablo Taricco

Cosecha Roja.-

Gorros, agendas, cuadernos y biromes, merchandising de Télam, de la agrupación La Cámpora y libros de El Eternauta. Eso secuestraron los agentes de Gendarmería en los allanamientos que hicieron el miércoles a la noche en la casa de María Inés Lopisi, empleada del área de Asuntos Legales, y del ex gerente general Juan Dasso Freysz. Ambos, junto a Pablo Taricco (gerente de Comunicación Audiovisual) que aún espera la llegada de la justicia, están acusados de robar documentación de la agencia de noticias.

Los siete patrulleros que allanaron la vivienda de Lopisi le rompieron la cerradura. El allanamiento duró más de dos horas y media, encontraron dos cuadernos con membrete de la agencia de noticias del Estado y amenazaron con llevársela detenida. En la casa de Dasso Freysz la presencia de Gendarmería duró seis horas. Tariccoestá en su casa hace dos días esperando que se cumpla la orden del juez Ariel Lijo en su actual domicilio. “Lo que parecía una chicana para que renunciemos adquirió dimensiones violentas, yo quiero discutir sobre periodismo”, dijo a Cosecha Roja Taricco.

El gobierno denunció penalmente a Dasso, Lopisi y Taricco después de que el martes el sitio Infobae publicara un video en el que se los ve entrando cajas y una máquina trituradora al ascensor del séptimo piso del edificio administrativo de la agencia (sobre la calle Bolívar). La noticia circuló por los medios y llegó a la Justicia.

Era el fin de semana largo previo al cambio de mando presidencial y preparaban las oficinas para recibir a la nueva gestión. Cuando Taricco terminó su jornada laboral en la oficina de avenida Belgrano fue a ayudar a sus compañeros a preparar los últimos detalles para los futuros directores de la agencia. Dasso sacó sus objetos personales (fotos y cuadros) y bromearon con los restos de un paquete de yerba viejo. Algo parecido a lo que ocurrió “en todas las oficinas públicas” ante el cambio de gobierno.

Una de las tareas que le tocó a Taricco fue ayudar a mover una trituradora de un piso a otro. “Quiero desmentir que hayamos sacado documentos de la empresa. Eso no se desprende del video, que está editado”, explicó. Y agregó: “No hay delito en mover un aparato, ni llevarte tus cosas de la oficina ni tener una trituradora (en todas las oficinas del Estado las hay). ¿Para qué quiero yo una trituradora? Y ahora tengo una causa penal”.

La denuncia está en el juzgado de Lijo y del fiscal Guillermo Marijuán y es por “violación de deberes de funcionario público, destrucción de material, administración fraudulenta y hurto”. Las imágenes son de las cámaras de seguridad de la empresa durante los días 4, 6 y 7 de diciembre y se ve el palier de espera de los ascensores del séptimo piso. “Es una operación, la intención es hacer daño, sino por qué no mostraron los videos de la salida del edificio. Yo pensé que íbamos a discutir cuestiones laborales, profesionales”, dijo Taricco.

El 1° de febrero las nuevas autoridades de Télam lo llamaron a Taricco. “Tenés que renunciar porque sos un funcionario político”, le dijeron. No le consultaron qué hacían en el área de Audiovisuales, cómo estaba organizado el equipo, las virtudes y debilidades, lo que aún falta por hacer. “Llegué acá porque soy periodista, no puedo renunciar así. Y cuando me vaya voy a seguir siendo periodista”, explicó Taricco, quien antes trabajó Canal 7, Radio Nacional, Radio de las Madres y en medios venezolanos.

Según el artículo 225 del Código Procesal Penal, los allanamientos sólo pueden hacerse de noche sólo en casos de extrema gravedad o por peligros de orden público. El miércoles a la noche Gendarmería entró en una casa en la que Taricco vivió algunos años atrás. Cuando se enteró que habían allanado a sus compañeros regresó al hogar y allí espera que llegue la justicia. Para Dasso el primer contacto con la causa fue el allanamiento en su vivienda, en presencia de su familia y durante seis horas. “Dicen que se llevaron siete cajas de la casa. Adentro estaban las cosas que tenía en la oficina, esas que uno acumula después de cuatro o cinco años de trabajar en un lugar: portarretratos, cuadros, fotos de los hijos, juguetes de cuando lo visitaban”, contó.

Foto: Facebook

Nota publicada el 11/2/2016 y actualizada el 12/2/2016