CárcelesLorena Laura Andrea Padovan*-

FRANCO EMANUEL ENRIQUEZ PACHEQUITO, alias “PACHEQUITO”, D.N.I. Nº32.064.081, argentino, de 28 años de edad, soltero, de ocupación REPOSITOR, domiciliado en calle Arturo Illia Nº 4095 de la ciudad de Barranqueras, nacido en Resistencia el 26 de junio de 1986, prontuario Nº 39243 CF, que REGISTRA antecedentes penales, hijo de Antonio Ramón Pacheco de María Teresa Enriquez Dosanto.

***

Franco Emanuel Enriquez, alias Pachequito, tiene una madre que es muy pobre, tan pobre que desde Barranqueras no tiene como trasladarse al Hospital Perrando, de la ciudad de Resistencia, pero tiene la fuerza de una leona cuando su hijo se encuentra en peligro. A Pachequito, lo trasladaron el día 19 de septiembre de 2014 de la Comisaría Novena de Resistencia, a la Comisaría de Colonia Benitez, siendo que pertence a la Comisaría Segunda de Barranqueras, habiendo antes estado en la Comisaría de Puerto Vilelas.

“Soy un preso viejo”, dijo el sábado 20 de septiembre cuando lo entrevistó el Comité de Prevención contra la Tortura. Tiene 28 años. Sus antecedentes surgen del informe del Juzgado de Ejecución Penal Nº 2, en el que se tramitó la causa “Enriquez, Emanuel Franco s/ejecución de pena efectiva – preso”. También ahí se ejecutó la sentencia Nº 43 el 27 de Junio del año 2008 dictada por la Cámara Segunda en lo Criminal dictada en la causa caratulada “Enrique, Franco Emanuel s/robo agravado por el uso de arma” por la que Enriquez resultó condenado como autor responsable del delito de robo agravado por el uso de arma en grado de tentativa -artículos 166 inciso 2 y 42 del Código Penal- a la pena de tres años y cuatro meses de prisión efectiva.

De la Comisaría Segunda de Barranqueras se lo traslada a Puerto Vilelas por la superpoblación carcelaria. De la Comisaría de Puerto Vilelas, por reclamar la comida que le había dejado su familia, lo trasladan a la Comisaría Segunda de Barranqueras, de la cual lo trasladan a la Comisaría Novena de Resistencia porque lo tenían alojado en un baño por superpoblación carcelaria. Tomó trascendencia periodística porque la madre interpuso un Habeas Corpus al ir a la Comisaría de Puerto Vilelas y enterarse que su hijo había sido trasladado sin que la notifiquen a dónde. De la Comisaría Novena de Resistencia se lo traslada a la de Colonia Benítez por que Pachequito reclama comida. “Bajé 10 kilos en la Comisaría Novena”, contó en la entrevista con el Comité. “Soy preso de la Comisaría Segunda de Barranqueras por lo que los de la Novena no buscaban para mi la comida a la Alcadía”, dijo.

Pachequito, al llegar a la Comisaría de Colonia Benitez y gracias a otro detenido, manda un mensaje a su madre: “Máma, me golpearon, me traslaron a Colonia Benitez, y estoy sin comer”. Su madre no tiene dinero ni conoce cómo llegar a Colonia Benitez, pero sabe un número de celular de memoria: llama llorando y pidiendo que se haga algo por su hijo, dice que a un perro se lo trataría mejor y no se lo dejaría morir de hambre.

Los llantos de la madre hicieron que operadores jurídicos y organismos de Derechos Humanos tomaran conocimiento de una situación que se repite diariamente con cada detenido en comisaría. Alguna respuesta se debe dar ante el planteo de un Habeas Corpus oral y telefónico a los celulares oficiales de turno, ya que en horario y día inhábil no existe otro medio de obtener acceso a la Justicia.

Pachequito fue revisado por el Médico del Hospital Perrando. Le indicaron antiflamatorios y antibióticos pero no fueron retirados por la Comisaría Segunda de Barranqueras a su cargo y Pachequito comió gracias a sus compañeros de celda. En esas condiciones se comparte todo: si hay un pan se corta en la cantidad de personas detenidas. Los sábados y domingos no se busca la comida de Alcaidía, y para un detenido de la Comisaría Segunda de Barranqueras alojado en Colonia Benitez debe ser el móvil de esa comisaría quien debe buscar la comida y llevarle. La falta de móvil y de personal y la lejanía hacen que, aún cuando durante la semana, la alcaidía cocine para los detenidos de comisaría, será muy dificil que puedan llevarle a Pachequito un plato de comida.

El día lunes, hábil, estarán las resoluciones del habeas Corpus oral interpuesto en el Juzgado de Garantías, la solicitud de intervención al Fiscal de Derechos Humanos, y al Fiscal de Turno.

El sábado a la 10 de la noche se le llevó comida a Pachequito para que comparta con sus compañeros de celda. La entrevista sobre apremios y condiciones de detención fue dejada en Acta por el Comité.

“Las cárceles serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella exija, hará responsable al Juez que la autorice”

Estar en comisarías superpobladas, que no te den la comida que te lleva tu familia, que te alojen en un baño, que bajes 10 kilos porque tu familia no tiene dinero para llevarte comida, que te golpeen por pedir comida, que la madre tenga llorar para que le den de comer al hijo porque no tiene siquiera dinero para el pasaje de colectivo son medidas que “exceden todo pretexto de precaución”.

Mientras la sociedad se enoja e indigna por el presupuesto que significa tener a cada persona presa, y cuyo monto proviene del impuesto a los trabajadores, no saben que hay madres que lloran por hijos que no comen días y días en Comisarías, que de ese monto ni siquiera un pedazo de pan llega a Pachequito.

* Defensora pública – Integrante de APP Chaco

** Destacada labor del Comité de Prevención contra la Tortura que en día y hora inhábiles se trasladó a la Comisaría de Colonia Benitez a entrevistarse con Enriquez Franco Emanuel, le llevó comida y se entrevistó con él y llamó a la Sra. María Teresa Enriquez para tranquilizarla y hacerle saber que su hijo estaba bien.

 APP