No hay cifras confiables. Algunos hablan de 10 mil desaparecidos en México desde que el Presidente Calderón inició la “guerra” contra el crimen organizado. Otros dicen que suman 20 mil.

Integrantes de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec)  se reunieron en la ciudad de México con el secretario de Gobernación, Francisco Blake, para reclamar que se investiguen los casos de desaparición forzada.

Los desaparecidos tomaron Bucareli
Por Paris Martínez. Animal Político, 30 de julio de 2011

Parecían gente normal, gente llana, gente como cualquier otra, algunas amas de casa de edad madura, acompañadas de otras tantas mujeres jóvenes, además de un reducido grupo de muchachos y de señores que, todos juntos, no sumaban más de 80 personas.

Parecían inofensivos.

Arribaron al antiguo Palacio de Cobián andando lentamente, marchando hasta la colonia Juárez provenientes de la aledaña San Rafael, aunque en realidad han llegado aquí, a la sede de la Secretaría de Gobernación, tras un camino aún más largo, que algunos emprendieron en Coahuila, Durango y Nuevo León, mientras que otros lo hicieron desde Zacatecas, Guanajuato, Veracruz y Oaxaca.

Sus nombres fueron inscritos en una rigurosa lista, que es como una llave con la que se abren (solo para ellos) las puertas del antiguo edificio desde el cual es dirigida la política interior del país.

Ingresan aún con el rostro desencajado y dentro aguardan, pacientemente, a que la manecilla del reloj se detenga en el número 13.

Es entonces que fuera inicia la lluvia… y, dentro, ellos comienzan a transformarse: los viejos parecen rejuvenecer y los jóvenes adquieren rasgos de adulto. Las madres se convierten en sus hijos e hijas y las esposas en sus maridos. Incluso, el grupo se multiplica, deja de ser un puñado menor a la centena y, de un segundo para otro, se tornan en los 185 hombres y mujeres que, paradójicamente, han sido buscando sin descanso desde meses y años atrás por sus familiares.

Se trata de los desaparecidos de la guerra contra el crimen organizado. Aquellos de los que no quedó rastro luego de topar con un retén de sujetos armados, o que fueron secuestrados por policías ante la vista de testigos y que nunca más volvieron a casa, son los padres, madres, cónyuges, hijos e hijas, hermanos y hermanas que, en voz de sus familiares, han llegado a Bucareli y que encaran a Francisco Blake, luego de que hace su aparición en el salón Jesús Reyes Heroles.

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