Perez Esquivel

Dos días después de que más de 300 mil personas llenaran la Plaza de Mayo para conmemorar los 40 años del golpe, dos artículos de Clarín y La Nación rechazaron a los organismos de Derechos Humanos y criticaron la construcción de los sitios de la memoria. Para el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, “no puede haber retroceso” en las políticas de memoria, verdad y justicia. “Hay muchas cosas que habrá que revisar como también la política del actual gobierno: se va perfilando la negación a los Derechos Humanos”, dijo a Cosecha Roja.

Según el activista, la plaza del 24 marca un rumbo en la continuidad de las políticas de memoria, verdad y justicia. “Fue muy importante: hubo una participación muy grande de jóvenes que no vivieron la dictadura pero que tienen memoria, conciencia crítica y valores. El gobierno no tiene que desmerecer la capacidad de un pueblo”, dijo.

Los editoriales del fin de semana en los diarios de mayor circulación apuntaron a disminuir el impacto de la marcha. La nota de Alfredo Leuco en Clarín proponía crear nuevos organismos: “Una de las conclusiones que se pueden sacar después de 40 años del golpe y de la visita de Obama a Cuba y a la Argentina, es que hay varias organizaciones no gubernamentales antiguas que han perdido el rumbo y han dejado de ser útiles a la sociedad”. Se refería a Abuelas, Madres y el Cels.

Pérez Esquivel no cree que valga la pena contestarle a Leuco por “todo el trabajo realizado por los organismos” desde el regreso a la democracia. Quedó demostrado que “el pueblo tiene capacidad de movilización, lo tuvo siempre, ahora lo tiene que poner en práctica. En el gobierno piensan que pueden arrasar con todo. Pero deben respetar las conquistas y valores, la construcción democrática como valor indivisible”, dijo.

La nota de Pablo Sirven en La Nación, “No más golpes a la memoria”, apuntaba a la construcción de la memoria colectiva sobre la dictadura en los doce años de kirchnerismo y separaba las “víctimas inocentes” de los “combatientes”. “Es imprescindible que la Argentina dedique un espacio a recordar a las víctimas del peor de todos los terrorismos: el que es organizado desde un Estado constituido. Pero eso no habilita a hacer un relato, por momentos, avieso y a mezclar los nombres de víctimas inocentes con los de “combatientes”, muchos de los cuales, incluso, alzaron sus armas contra la democracia”

Pérez Esquivel no duda: “Los sitios de memoria hay que preservarlos”. Según él, “este gobierno comenzó un proceso de demolición de los sitios con despidos, reducción de presupuesto y de calidad”. También le preocupa el “nuevo escenario informativo” con la salida de Argentina de Telesur. “No es un problema tecnológico sino político. La única voz que quieren es la de la CNN, de Estados Unidos. Eso es una dominación cultural, una falta de libertad de expresión. Hay que estar atentos”, dijo.

Para Sirven, la llegada del presidente estadounidense fue parte de una “inspirada gira” que incluyó Cuba. Según Pérez Esquivel, “Macri trajo a Obama en una fecha muy conflictiva. Se logró que no vaya a la Esma, al campo de concentración”. Ahora habrá que esperar cómo se define el tema de los archivos desclasificados de Estados Unidos: “Yo tuve acceso. Todo está tachado de negro, no se puede leer nada. Hay que ver cómo lo van a desclasificar y qué van a poner a disposición del gobierno argentino”.

Los problemas actuales para el Nobel de la Paz son múltiples: “los Derechos Humanos no se agotan en la dictadura. Podemos hablar de la megaminería, los daños ambientales y los agrotóxicos de las empresas sojeras, las mismas a las que les levantan las retenciones. Este es un gobierno que privilegia a los grandes capitales en lugar de la deuda interna del país”.

Se refiere al pago a los fondos buitres y al lema pobreza cero que impuso Macri desde la campaña electoral. “Van a pagar una deuda injusta y la va a pagar el pueblo con el hambre y la marginalidad. Si el eje del gobierno era reducir la pobreza, no ha dado un sólo paso para bajar los índices”.