Estaba a solas cuando se enteró. En otra habitación.

El ex jefe de la Brigada de Investigaciones de La Plata, Luis Ponce, pidió salir de la Sala A del Fuero Penal para escuchar la sentencia. Quizás no quiso presenciar la emoción, los gritos, los aplausos, de los familiares de Andrés Nuñez, después de 26 años de comenzar a dar pelea.

Los jueces Raúl Delbés, María Oyhamburu y Claudio Bernard del Tribunal Oral y Criminal 2 concluyeron en que Ponce es penalmente responsable de la privación ilegítima de la libertad y de torturas seguidas de muerte como coautor, que dio la orden del operativo de secuestro, que dirigió el interrogatorio y tortura con el fin de obtener una confesión y provocó la muerte de Andrés.

Núñez fue torturado en 1990 en la Brigada de Investigaciones de La Plata. Su cuerpo fue mutilado, calcinado y enterrado en un establecimiento rural. Por el asesinato, en 2010 fueron condenados a perpetua el ex sargento Jorge Alfredo González por “privación ilegal de la libertad y torturas seguidas de muerte” y el ex cabo Víctor Dos Santos por el segundo delito.

La representante del Ministerio Público dio por acreditado que el 28 de septiembre de 1990, Núñez, de 30 años, casado y con una hija, fue secuestrado en su casa de la localidad platense de Villa Elvira por un grupo de policías que lo redujeron y trasladaron a la Brigada ubicada en calle 61 entre 12 y 13. El albañil fue sometido a golpes y torturas para que se declarara culpable del robo de una bicicleta, hecho que no había cometido. Núñez murió y su cuerpo fue quemado en un campo de la ciudad de General Belgrano. Fue encontrado e identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense.

Mirna, la esposa del hombre asesinado expresó su conformidad con el pedido tanto de la fiscal como de su abogado y aseguró que la solicitud “de reclusión perpetua es para que no tenga beneficios”, algo que los jueces tuvieron en cuenta a la hora de escribir la sentencia unánime que se fundó en la existencia de un plan sistemático de desaparición forzada de personas seguida de muerte.

El ex oficial inspector de la Policía bonaerense, Pablo Martín Gerez sigue prófugo de la Justicia mientras que Ponce estuvo prófugo durante 22 años. Fue hallado en 2012 cuando utilizaba una identidad falsa y vivía en Junín de los Andes.

En presencia de Mirna, de amigos, de integrantes de organismos de derechos humanos, del Colectivo contra el Gatillo Fácil, y de madres cuyos hijos también fueron víctimas de la violencia institucional en democracia. Allí estuvo Rosa Bru, mamá de Miguel, estudiante de Periodismo desaparecido en agosto de 1993, y Sandra Gómez, mamá de Omar Cigarán, un adolescente de 17 años asesinado en febrero de 2013 por un policía bonaerense y el abogado Roberto Cipriano García.

Durante el juicio “quedó debidamente acreditado que cuatro policías de civil y armados actuaron bajo las órdenes de Luis Raúl Ponce. Que detuvieron ilegalmente a Andrés Núñez la noche del 27 al 28 de septiembre de 1990 en su domicilio de 78 y 119 y que se lo llevaron en un Fiat 147 claro. Que lo llevaron a la Brigada de Investigaciones donde lo sometieron a tormentos físicos, golpes y al submarino seco”.

Por unanimidad, los jueces afirmaron que “Andrés Alberto Núñez fue torturado hasta su muerte en la Brigada de Investigaciones. Para mantener su impunidad llevaron el cuerpo a un campo en General Belgrano donde lo quemaron”. Además expresaron que la detención seguida de torturas y muerte de Andrés Núñez “fue un acto deliberado y planificado”, ordenado por Ponce en una “aberrante práctica incompatible con el Estado de derecho”.

 

Foto: Diario Contexto