El femicidio de una joven de 15 años renueva el reclamo por un Estado presente

El crimen de Lucía Fernández, en Mendoza, también exige una Justicia eficaz y medios de comunicación con perspectiva de género. Entre los reclamos y pedidos de esclarecimiento, no faltó el oportunismo político de quienes renovaron la discusión por la baja en la edad de imputabilidad.

El femicidio de una joven de 15 años renueva el reclamo por un Estado presente

27/08/2021

Por Constanza Terranova en La Trenza

Lucía Fernández salió de su casa el martes 24 de agosto para ir a la escuela, la única diferencia en su rutina es que ese día su mamá no la acompañó a la parada del colectivo porque estaba enferma. Por la tarde, como Lucía no volvió a casa en su horario habitual, la familia se comunicó con el 911 y denunció la desaparición. A unos minutos de radicada la denuncia, dos hombres llamaron al servicio de emergencias para denunciar que encontraron los restos de una adolescente en una finca ubicada en Rodeo del Medio, una localidad de Maipú, Mendoza. Pocas horas después la policía científica confirmó que se trataba de Lucía.

La policía provincial, cuyo historial en la investigaciones de femicidios ha sido negligente y misógina – un claro ejemplo es el caso de Florencia Romano-, respondió al llamado y activó el protocolo de Femicidio de forma inmediata. En tanto, la fiscalía a cargo del Fiscal Carlos Torres, tomó el caso y, a menos de 24 horas del femicidio de Lucía, investigadores detuvieron a un menor de 14 años sospechoso de ser el autor del crimen.

La detención se debió a que numerosos testigos señalaron que lo habían visto en el mediodía del 25 de agosto caminando con la víctima. El adolescente, cuya identidad se reserva al ser menor de edad, asistía a la misma escuela que Lucía, vive cerca del lugar donde se produjo el crimen y fue entrevistado por la policía junto con su madre. Eventualmente el chico, se quebró y admitió la autoría del crimen. De esta manera el caso quedó en manos de la Fiscalía de Menores para que siga la investigación del sospechoso.

La baja de la imputabilidad

El presunto agresor de Lucía es un adolescente de 14 años que declaró haberla asesinado tras enterarse que Lucia estaba embarazada. Según declaraciones de los padres de Lucia un año antes el mismo adolescente violó y amenazó a la joven. Según comentó la mamá de la adolescente, cuando hicieron la denuncia y explicaron que el violador era un menor, la policía les dijo que “no podían hacer nada”.

Ante la situación de inacción policial, falta de justicia e imposibilidad de juzgar al presunto asesino los medios hegemónicos retomaron el debate por la baja en la edad de imputabilidad de menores. Ni lentos, ni perezosos los partidos políticos más conservadores, en medio de la campaña, salieron a pedir “mano dura” y “perpetua” para el femicida; lo que logró que la atención se fuera a una discusión que borda el límite de los Derechos Humanos -tanto de víctima, como de victimario.

De nuevo se corre el foco de la verdadera problemática: la negligencia estatal de dependencias que deberían dar seguimiento y soluciones ¿Qué le pasa a las menores que han sufrido violencia sexual? ¿Quién las acompaña? ¿Qué pasa con los menores inimputables que violan? ¿Quién se encarga de reeducarlos y evitar la reincidencia? Por lo visto las Direcciones de Género y Diversidad y la Dirección de Promoción y Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Provincia de Mendoza, no.

En vez de discutir qué área del Estado se encargó del caso desde octubre de 2020, cuando se radicó la denuncia por violación, hasta agosto de 2021; o cuestionar la falta de contención, educación sexual integral y acompañamiento psicológico, tanto para la víctima como para el femicida, se apela a la indignación. Algunos políticos, al calor de la campaña, se rasgan las vestiduras, con vehemencia afirman en todos los medios hegemónicos que “la inimputabilidad es impunidad” sin ahondar en las históricas deudas sociales de más de una gestión para con la contención de les niñes y adolescentes.

Un tratamiento mediático penoso

Los medios tradicionales y hegemónicos de la provincia, conservadores por excelencia, se hicieron eco de un nuevo caso de violencia machista incurriendo en los mismos vicios misóginos de siempre: difundir hipótesis no probadas y detalles escabrosos sobre el crimen que no suman a la calidad de la información; indagar en las costumbres y vida privada de la víctima; exponer la intimidad de familiares, a minutos de perder una hija y no respetar códigos de ética periodística básicos.

Una vez más, un lamentable femicidio, pone de relieve la inoperancia estatal, la incapacidad periodística, el oportunismo partidario. El miércoles, el dolor de una adolescente que ya no está convocó a más de 500 vecinos que de forma espontánea, pidieron justicia por Lucia. Mientras tanto, el estado provincial y las áreas de Niñez y de Género siguen sin pronunciarse.