Cosecha Roja.-

El sol de Santiago del Estero es, al mediodía, una llaga en la espalda. Por la mañana, la gente trabaja, discute, camina, hace diligencias, se concentra en los asuntos pendientes. Por la tarde, después de la siesta, la jornada continúa y los círculos se cierran. Hoy, antes de las 11 horas, en las calles Andes y Milburg, la tranquilidad del viejo caserón que alberga la División de Criminalística de la Policía se interrumpió con el estallido de un polvorín.

En ese lugar, donde los agentes se preparan para hacer levantamientos de cadáveres y contar los milímetros de las balas, un policía de alto rango les disparó a sus compañeros. Primero, fue una discusión que trascendió el límite de la jerarquía y la obediencia. Luego, fue una balacera. El subcomisario Marcelo Cascio, con 25 años en la fuerza, sacó el arma reglamentaria e hirió de dos impactos, uno en la cabeza y otro en el pecho, a su superior, el comisario inspector Eduardo Bravo. Algunos de los policías que vieron el ataque y quisieron detener a Cascio, también fueron baleados. Bravo, malherido, caminó unos cuantos metros fuera de la dependencia policial, y cayó ensangrentado en la vereda del jardín de infantes “Bambi”. Las maestras llamaron a una ambulancia, pero el inspector murió media hora después en el Hospital Regional.

Mientras los policías estaban pendientes de la suerte del jefe Bravo, Cascio logró escapar. El subjefe de Criminalística tomó una oficina como trinchera y estuvo encerrado por más de una hora, hasta que uniformados del grupo Getoar lograron reducirlo. Su hermana, consultada por la televisión local, lo llamaba para tranquilizarlo y pedirle que saliera; él le repetía que siempre había sido un hombre honesto. Tenía una bala alojada en el abdomen y fue trasladado al mismo centro asistencial. Según fuentes judiciales, después de que él le disparó al jefe de la dependencia, hubo un fuego cruzado que involucró a varios agentes. Al menos tres de ellos resultaron heridos. En la casa de Andes y Milburg había más de media docena de casquillos de bala. El juez Ramón Tarchini Saavedra quedó a cargo de la investigación.

Hasta ahora se desconocen los motivos que originaron la discusión entre el jefe y el subjefe de la División de Criminalística. La consecuencia inmediata del tiroteo en Santiago del Estero es el relevo de la, y el cuestionamiento inminente a la capacitación y a la atención psicológica que reciben los agentes.

Policía asaltante

Esta mañana un policía que prestaba servicio en la Comisaría N.º 2 de Santiago del Estero fue detenido después de que intentó robar, junto a un cómplice, en un comercio de las calles Alvear y La Plata. El policía asaltante les apuntó con el arma oficial a los efectivos que lo detuvieron minutos después, en la esquina de Libertad y Suárez.

Con información de El Liberal y Diario Panorama