El currículum de Gustavo Rivas es extenso y polifacético: abogado, profesor, periodista, historiador, gestor de corsos, autor de dos libros, ex concejal, candidato a gobernador por la Ucedé y ciudadano ilustre de su lugar de origen, Gualeguaychú. Según los perfiles públicos que se leen de este hombre de 72 años, en la ciudad entrerriana de 150 mil habitantes famosa por los carnavales todo el mundo lo conoce. La revista Análisis Digital denunció que Rivas es responsable de dos mil abusos sexuales a niños y adolescentes: la justicia lo investiga y los casos se multiplican.

“Yo tenía 15 años. La modalidad siempre era la misma. Íbamos en grupo de cuatro o cinco y éramos compañeros de colegio. Nos sentábamos a tomar algo abajo, a comer algo y nos iba invitando a subir a su habitación, uno a uno. Todo era a cambio de dinero. Arriba tenía tres dormitorios y uno de ellos era para las prácticas sexuales. Era una cama con control remoto, de una plaza y media; tv, con una luz normal de arriba, con música. Ahí te practicaba sexo oral. El ofrecía también que lo penetráramos”, dice uno de los hombres entrevistados en la investigación del periodista Daniel Enz. En el último año Enz habló con por lo menos 80 personas entre víctimas, padres, abogados, autoridades judiciales y dirigentes políticos.

Tras la publicación de la nota, la Justicia entrerriana intervino de oficio y allanó la casa de Rivas: secuestraron unos 100 videos almacenados en diferente formatos -VHS, Súper VHS, 8mm-, dispositivos electrónicos y más de 200 fotografías. A partir de la repercusión, la Fiscalía de Género de la ciudad de Paraná empezó a recibir testimonios de hombres que dicen haber sido abusados por Rivas entre 1970 y 2010. “Tratamos de establecer una estrategia como hemos hecho en otros casos parecidos, donde garantizar a las víctimas o testigos que hayan presenciado episodios de esta índole puedan prestar declaración sin ningún temor”, contó a los medios el procurador general de la provincia, Jorge Amílcar García.

Siempre cerca de los jóvenes y en lugares de autoridad

Rivas estudió abogacía en la Universidad de La Plata y apenas recibido volvió a Gualeguaychú. En la década del 60, su padre había generado una importante fortuna con sus negocios empresarios y lo ayudaba económicamente, mientras él empezaba su carrera como profesor de “Formación moral y cívica” en el Instituto Agrotécnico. Los primeros relatos de abusos son de esa época, cuando tenía 25 años.

Aunque no se destacó en ningún deporte, en 1972 Rivas entró como dirigente de básquet al Club Neptunia, y en pocos años se convirtió en presidente de la Asociación de Básquet de Gualeguaychú. Al término de este mandato siguió al frente de diferentes disciplinas, siempre rodeado de adolescentes: liga de natación, federación de fútbol, equipo de ajedrecistas.

“A principios de los ’80, en uno de los tantos encuentros semanales con los adolescentes, les dijo muy suelto de cuerpo: ‘yo tengo un registro de cada uno de ustedes. Y por casa ya pasaron más de 400’. Ese detalle incluía el nombre completo de cada uno, datos de sus padres, una foto del rostro como así también del miembro viril, al que en no pocas veces hasta lo medía erecto, con un centímetro, como parte del rito perverso. ‘Vos sí que tenés mucho futuro acá conmigo’, le dijo a uno de los pibes, por el tamaño de su pene, después de practicarle sexo oral”, dice la investigación de Análisis Digital.

A Rivas siempre le gustó liderar, más allá de los ámbitos en los que se moviera: fue director del Frigorífico Gualeguaychú; Consejero de la Cooperativa Eléctrica, miembro de la Comisión Permanente de Carrozas (cargo que dejó a partir de las denuncias) y acumuló las presidencias del Colegio de Abogados local, de la Cooperativa Escolar del Agrotécnico, del CUDEGUA (Centro Universitario de Gualeguaychú en La Plata) y del Instituto Belgraniano. En política, se presentó como candidato a Gobernador por la Ucedé en 1987, y participó en la fundación del partido Unión Vecinal en 1990, por el que fue candidato a intendente y concejal.

Con semejante trayectoria social y vida pública, Gualeguaychú está escandalizada. El abogado defensor de Rivas, Raúl Jurado, negó las acusaciones y apuntó a los medios: “Acá no hay ninguna denuncia, pero resulta que hay tres en Paraná hechas con el procurador. Es una ridiculez, porque lo primero que hice cuando lo escuché al procurador diciendo eso… no me puede ocultar la Fiscalía y me tiene que proporcionar la videoconferencia donde hacen la denuncia estos tres. Los que lo están condenando son los periodistas”.
Martín Daneri -abogado y reconocido ajedrecista de Gualeguaychú- es uno de los denunciantes. Según contó a la fiscalía y al programa de TV Fuera de juego, Rivas tenía un catálogo de filmaciones y un lugar acondicionado para hacer sus videos. “Es un enfermo pero también es imputable porque sabía lo que hacía, podía dirigir sus acciones y comprendía la criminalidad del acto. Por eso su modus operandi era ese: atacaba generalmente a una edad en la que uno no es iniciado sexualmente y para un chico todo es novedad”, dijo el ex alumno de Rivas.

Desde la municipalidad de Gualeguaychú difundieron un comunicado de compromiso con el esclarecimiento de los casos, mientras que la secretaría de Derechos Humanos local puso a disposición sus psicólogos y el equipo de acompañamiento a testigos y víctimas de delitos de lesa humanidad.