Cosecha Roja.-

El ex ministro del Interior Fernando Londoño Hoyos, político del partido conservador y aliado del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, fue víctima de un atentado que dejó como resultado dos de sus escoltas muertos y al menos 54 heridos.

Ocurrió minutos antes de las once de la mañana del martes 15 de mayo. En el barrio San Felipe, al norte de Bogotá, se escuchó un estallido. En la avenida Caracas hubo pánico. En el momento que explotó la bomba, el auto en el que se movilizaba Londoño estaba detenido en la esquina de la calle 74 al lado de un ómnibus de servicio público y de seis vehículos más.

En medio del caos, el ex ministro –aturdido y con la camisa ensangrentada- se alejó de la camioneta destrozada junto a tres de sus escoltas. El ataque -uno de los más graves que ha padecido Bogotá en los últimos años- sucedió pocas horas después de quela Policíadescubriera un carro bomba listo para ser detonado en el sur de la ciudad.

En el atentado contra el ex ministro se usó una bomba lapa, un mecanismo utilizado tradicionalmente por Eta, el grupo terrorista vasco. Al parecer, un vendedor de la calle adhirió el artefacto explosivo en la puerta lateral izquierda del vehículo, lo que explica la muerte inmediata del conductor. La explosión fue tan poderosa que venció el robusto esquema de seguridad de Londoño.

La Policíaseñaló a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como responsables del ataque, pero aún queda un manto de duda y muchas hipótesis sobre la mesa. Aunque el general Luis Eduardo Martínez, comandante dela Policíade Bogotá, dice que la guerrilla tenía amenazado al ex ministro hace varias semanas, algunas versiones señalan a otros motivos: la intención de algunos sectores de izquierda y de derecha por desestabilizar el gobierno, la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y la aprobación en sexto debate en el Congreso del marco para la paz, un proceso al que Londoño se opone.

Si bien muchos se apresuraron a culpar a las FARC por el atentado, no se descarta que el atentado haya sido perpetrado desde el extremo opuesto del arco político colombiano. En este escenario también se asoma la “mano negra” de la que habló el presidente Santos a mediados del año pasado. Son las mismas fuerzas oscuras que en ese momento se oponían ala Leyde Víctimas y de restitución de tierras y que hoy -aunque parezca contradictorio- podrían estar detrás de la agresión en contra de Londoño Hoyos, con quienes coinciden en las líneas centrales.

El ataque que generó nuevas críticas al sistema de seguridad diseñado por el presidente Santos, sembró miedo y preocupación en las calles de Bogotá. Diferentes organizaciones locales, algunas ONG y los ciudadanos levantaron sus voces para rechazar la barbarie. Por lo pronto, la labor dela Fiscalíaes establecer el modus operandi y descubrir quiénes son los autores del atentado que puso en vilo a los colombianos.