Quienes garantizamos el derecho al aborto no queremos vivir bajo amenaza

La médica legista especialista en ginecología Stella Maris Manzano habló en el debate del Senado sobre la experiencia en Trelew con el protocolo ILE. Compartimos el texto de su exposición.

Quienes garantizamos el derecho al aborto no queremos vivir bajo amenaza

Por Cosecha Roja
16/12/2020

Por Stella Maris Manzano

Quiero hablar como médica de los motivos para legalizar el aborto. No se pueden salvar las dos vidas. Un aborto a cualquier edad gestacional es menos peligroso que un parto. Lo dice la guía aborto sin riesgos de la OMS y las estadísticas de todo ministerio de salud de cualquier país del mundo. Lo dicen porque es imposible evitar la aparición de las enfermedades que el propio embarazo causa en el tercer trimestre.

Ayer una expositora no médica dijo que era posible evitar la hipertensión, esto es falso, y si fuera médica podría ser juzgada por falsas promesas. 

Ninguna persona debe ser obligada a sacrificar su vida para salvar la de otro. Legalizar el aborto salva vidas de niñas que fueron embarazadas por violación, al evitar que lleguen al parto. Ellas triplican el riesgo de morir en un parto con respecto a las más grandes.

La legalización del aborto evita secuelas de por vida por complicaciones del embarazo y parto. Hipertensión, insuficiencia renal, diabetes. Y evita el sufrimiento psíquico que causa haber sido forzadas a tener hijos contra su voluntad. Ya sea que se los queden o den en adopción, todas definen estos como eventos altamente traumáticos. 

¿Por qué es importante esta ley? ¿Por qué es importante que sea voluntario hasta cierto plazo? Porque muchos profesionales no respetan la soberanía de las mujeres y niñas para decidir cuánto peligro quieren correr para llegar a un parto y niegan abortos por causales, como las que mencionamos hoy. Incluso muchas personas enfermas, no solo con riesgo de enfermar, son forzadas a parir año tras año en nuestro país. Lo he visto en mujeres con cáncer, insuficiencia renal, cardiopatías. Otro motivo es que muchos profesionales continúan negandose a realizar abortos cuando la niña o mujer o lesbiana, o varón trans o persona intersex fueron violades.

El año pasado me pedían cifras y quiero contarles unas de mi ciudad, Trelew. Este año se hicieron 140 abortos del primer trimestre. 96 de las mujeres no tenían obra social, eran desempleadas o precarizadas, que accedieron a un aborto gratuito gracias al hospital. Ayer escuché preguntar mucho qué cantidad de abortos hay. A mí me interesa otra pregunta: saber si nacen menos niños año a año. Les cuento que desde 2006 mantenemos la cifra total de partos. Esto quiere decir que los abortos que hoy se hacen en el hospital antes se hacían clandestinos. El 58 por ciento de las mujeres que abortaron tenían entre 21 y 29. Un 23 por ciento fueron mujeres de entre 30 y 39 años. Un 16 tenía de 15 a 20. Solo un 1 por ciento eran menores de 15. Un 2 por ciento eran mayores de 40. Estos últimos dos son grupos de alto riesgo, porque triplican el riesgo de morir en un parto.

Legalizar el aborto ees importanto porque negar abortos por causales es tortura. El Relator Especial sobre la Tortura de la ONU ha repetido en muchas ocasiones que forzar a parir cuando el embarazo es producto de violación, cuando el feto porta deficiencias o cuando continuar el embarazo pone en peligro la vida o la salud de la persona gestante es tortura.

Como médica legista me pregunto y les pregunto a los legisladores y legisladoras si un estado puede sancionar leyes que habiliten la tortura.

Los objetores de conciencia no solo tienen deberes.  Tienen deberes. El artículo 19 de la constitución nacional dice que “las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados”. Negar abortos perjudica a mujeres, niñas, y todas las personas gestantes. Y en nuestro país lo primero es respetar al prójimo, y después la obediencia a Dios, para quienes crean. 

El artículo 2 de la Ley de Derechos del Paciente dice que sólo podrá eximirse del deber de asistencia cuando se hubiere hecho cargo efectivamente del paciente otro profesional competente. No exime a profesionales de su deber de asistencia solo ante pacientes graves o que requieran atención urgente. De modo que una ley que permita algo menos es discriminación.

Por último quiero agregar que en Estados Unidos las restricciones aumentaron la mortalidad materna. Habiendo tantos abortos y siendo una práctica sencilla, no es correcto ni viable hacer que las personas deban recorrer cientos o miles de kilómetros para acceder a un aborto, debido a las restricciones que impusieron con los años en diferentes estados.

Imponer trabas por edad, consultas múltiples, el exigir alta complejidad en las clínicas de aborto, aumentaron las muertes de mujeres.

Personalmente les pido protección, en mi nombre y en el de todos los compañeros y compañeras que garantizamos abortos y en el de quienes se volvieron objetores en todos estos años porque no pudieron tolerar el agotamiento y la violencia extrema que padecemos día a día. No queremos vivir amenazados ni ser asesinados, como ocurre en Estados Unidos, por garantizar derechos debido a leyes que dicen a la población que los torturadores son los morales.