House cobertura universal saludEsta semana el gobierno presentó un nuevo plan de salud con cobertura universal. Aunque aún no hay información detallada sobre cómo se implementará y en qué consistirá, los expertos prendieron las alarmas. Que el sistema de salud necesita ser transformado es algo en lo que todos parecen acordar. La confusión que genera la idea de universalidad como novedad en un país donde, con miles de falencias, existe un sistema integral de salud pública, pone en duda el proyecto. Al igual que lo que pasó en la Ciudad de Buenos Aires con la propuesta de reforma de la escuela secundaria, no se sabe cómo y a quién beneficiará.

La Cobertura Universal de Salud se presentó en un acto en Mendoza en el que estuvieron el gobernador Alfredo Cornejo y los ministros Jorge Lemus, de Salud, y Andrés Ibarra, de Modernización a comienzos de esta semana. El proyecto arrancará como versión piloto en Mendoza y planea extenderse al resto del país hasta alcanzar a 15 millones de “beneficiarios”.

La CUS es un plan integral de cobertura médica para aquellas personas que no tienen ni prepaga ni obra social y que se atienden en el sistema público de salud. Promete un carnet, turnos web, historia clínica electrónica y teleconsultas para evaluar derivaciones. Entre sanitaristas y trabajadores y trabajadoras de la salud hay preocupación: advierten que la CUS no implica una mejora en el cumplimiento del derecho (constitucionalmente instaurado en Argentina desde 1994) al acceso gratuito y universal a la salud, sino un retroceso, porque establecería un pool de prestaciones pero excluiría otras.

No hay demasiada información sobre qué estará incluido dentro de la CUS y qué no. El ex ministro de Salud Ginés González García advirtió que la misma idea de “cobertura universal” es falaz, porque el acceso universal a la salud en Argentina existe desde hace décadas. “Es un título universal que sale de la Organización Mundial de la Salud como propósito pero no un método”, le dijo al diario Tiempo Argentino.

Los indicadores, en caída

Falta de acceso a los métodos anticonceptivos, aumento de la mortalidad materna por problemas en el acceso a la interrupción legal del embarazo. No se aplica la ley de Educación Sexual Integral ni la de parto respetado. Esos son algunos de los problemas que afectan a las mujeres a la hora de cuidar su salud.

La médica y docente Cecilia Zerbo, ex directora de la Maternidad Estela de Carlotto y especialista en gestión de Recursos Humanos, advierte que en 2016 y 2017 empeoraron los indicadores de mortalidad materna y mortalidad infantil. “Esto está relacionado con la suspensión de programas claves como el Remediar, con el decaimiento del programa de Educación Sexual y Reproductiva. Y no creemos en ningún caso que la mejora de estos indicadores vaya a suceder planteando que en Argentina no existe el acceso universal a la salud, porque no es verdad”, dijo a Cosecha Roja.

“En 2016 y en lo que va de 2017 se produce un estancamiento, incluso un empeoramiento, de muchos de los indicadores como la mortalidad materna y la mortalidad infantil. Especialmente en lugares como CABA. Al igual que otros indicadores de salud como el incremento de sífilis que se está viendo en todo el conurbano bonaerense y que tienen que ver con el aumento de la vulnerabilidad de la población que se encuentra en edad fértil y que no está accediendo a métodos de cuidado de su salud sexual integral, como podría ser la falta de preservativos de distribucion masiva.

Zerbo sabe que el sistema de salud necesita transformación para garantizar los derechos. Este es para ella uno de los principales desafíos. “La Argentina en los últimos diez años desarrolló un nuevo marco normativo al cual el sistema de salud debe adaptarse y dar la respuesta que la sociedad está esperando: en el marco de la ley de derechos del paciente, de la ley de parto respetado, de la ley de identidad de género y de interrupción legal del embarazo y de todo lo que respecta a la salud sexual y reproductiva”.

Para Zerbo, las dificultades del sistema de salud para ponerse a tono con este nuevo marco normativo quedan demostradas en el decaimiento de indicadores de salud como el que marca el aumento de sífilis en el conurbano bonaerense. “Esto tiene que ver con el aumento de la vulnerabilidad de la población que se encuentra en edad fértil y que no está accediendo a métodos de cuidado de su salud sexual integral”, explicó.

“La transformación que necesitamos es salir de la precariedad en que están contratados los equipos, poder trabajar la cultura organizacional de los hospitales y ver cómo adaptamos sistemas de salud que están formados desde el año 60 a este nuevo marco normativo que puso a las personas como sujetos de derecho dentro de los hospitales públicos. Esa transformación no va a alcanzarse con un “pool de prestaciones garantizadas”, dijo Zerbo. “Si no mejoramos las condiciones de los trabajadores, si no hay médicos en los servicios de salud, si no se está fomentando la importancia de la enfermería, ¿como es que un sistema informático te va a permitir mejorar el acceso? Hoy ya existe una garantía del derecho al acceso universal en salud que es tu DNI”.