Quemadito 1

Cosecha Roja.-

Maximiliano Rodríguez, alias El Quemadito, hijo del líder de la banda acusada de asesinar a tres militantes el año pasado, fue baleado el domingo a la madrugada en la puerta de la casa de su novia, en la zona sudoeste de Rosario. El joven de 26 años salió de la cárcel hace poco más de un mes: la Justicia consideró que dispararle 17 tiros a un joven no fue un intento de homicidio y le otorgó la excarcelación.

El domingo a las 2 de la madrugada –según declaró ante la policía- El Quemadito estaba en la puerta de la casa de su novia, en Coronel Arnold al 3200. Dos hombres que pasaron caminando le dispararon al menos tres veces. Una bala 9mm le perforó la pierna.

El joven fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde fue operado. Los médicos no pudieron extraer la bala.

El Quemadito es el hijo de Sergio El Quemado Rodríguez, un exbarrabrava de Newell’s detenido por la masacre de Rosario, en la que fueron asesinados tres militantes del Frente Popular Darío Santillán en medio de una guerra entre bandas narco. El Quemado era el líder de uno de estos grupos, que manejaba una decena de kiosquitos en la zona sur de Rosario.

La madrugada del 29 de diciembre de 2011, tres días antes del triple crimen, Facundo Osuna fue atacado a balazos en la puerta de su casa, en Dorrego al 4000. En el lugar, la familia del joven recogió cerca de 17 casquillos de bala. Cuatro tiros le dieron en las piernas y uno en el hombro. El joven fue operado y sobrevivió. Seis meses después, cuando todavía estaba convaleciente, lo asesinaron a unas cuadras de la casa. En su declaración ante el juez, Osuna dio los nombres de los atacantes y nombró a Maxi Rodríguez.

Tres días después del ataque a Osuna, dos jóvenes en una moto intentaron asesinar al Quemadito. Como venganza, su padre fue hasta la canchita del club Oroño, de Villa Moreno. Allí no estaban los que atacaron a su hijo. Jere, Mono y Patóm, militantes del Frente Darío Santillán, fueron acribillados a balazos.

El Quemadito estuvo internado algunos días. Después fue trasladado al penal de Piñero, donde estuvo detenido hasta fines del año pasado. La Justicia lo benefició con la excarcelación al considerar que los 17 disparos a Osuna no fueron un intento de homicidio.