Cosecha Roja.-

El auto está detenido a un costado de la ruta provincial 46. El chasis gris, tiroteado y con los vidrios rotos, brilla bajo el sol de la tarde y es un objeto extraño al pie de la vía, solitaria casi siempre. Un transeúnte, campesino de Acambuco, Salta, mueve la hojarasca que apenas lo cubre y encuentra a los pasajeros: son tres hombres acribillados a balazos.

La escena es de ayer. Ocurrió cerca de Campo Largo, a diez kilómetros de la frontera con Bolivia, una zona donde los negocios legales, como el petróleo y el gas, conviven con los ilegales, como la corrupción y el narcotráfico. Los muertos, con tiros en varias partes del cuerpo, eran habitantes de Aguaray y Salvador Mazza, poblados cercanos a Tartagal.

Julio Callejas, Horacio López y Andrés Plata tenían entre 25 y 32 años. Hasta hoy la hipótesis del triple crimen es un ajuste de cuentas, aunque no se sabe por qué. La Policía de Salta y la Gendarmería Nacional levantaron los cadáveres y secuestraron el auto, un Fiat Duna, y dos celulares.

Aldo Baffo, periodista radial de Aguaray, informó que los hombres habían comprado vino y gaseosa en Acambuco y que desde allí habían acercado a un maestro a lo largo de varios kilómetros; luego, se desviaron del camino principal hasta una quebrada por “donde se pasa despacito y allí fueron ejecutados”. Otras fuentes periciales revelaron que los asesinos emboscaron el auto en una curva y que las balas entraron por delante, atrás y ambos lados del chasis, lo que indicaría que serían varios los atacantes.

De acuerdo con las investigaciones preliminares, Julio Callejas, oriundo de Pocitos, vivía en el barrio 9 de Julio de Aguaray. Sus vecinos, consultados por la prensa de Salta, dijeron que era el jefe de una banda delincuencial y que, al parecer, estaría tras al ataque a la vivienda del comerciante Jaime Sarmiento, ocurrido en mayo del 2011 en Tartagal. También trascendió que era remisero y tenía antecedentes por robo a un camión repartidor de gaseosas. De Horacio López y Andrés Plata, habitantes de Salvador Mazza, no se refirió información.

Fuentes policiales explicaron que los tres cuerpos estaban en grado de descomposición medio: no llevaban allí más de tres días. Las preguntas para la investigación del triple crimen se centran hoy en reconstruir los antecedentes de las víctimas y la posible conexión con bandas del narcotráfico.