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Cosecha Roja.-

Un niño de 13 años le robó el arma reglamentaria a un policía en Rawson, San Juan. Tres días después lo encontraron. Fue a principios de marzo y los medios locales y nacionales se ocuparon de difundirlo y titular con el nombre de pila del menor pero en diminutivo, como sobreactuado. Como si dijeran: Juancito, Sebita, Pedrito, Facundito, que es todo lo mismo, es decir, un pibe. Contaron de qué barrio es, dónde vive su mamá, dónde su papá, que mide menos de un metro diez, que pesa menos de treinta kilos y hasta mostraron fotos, aunque tuvieron la delicadeza de photoshopear los ojos. Dijeron que fuma paco. Concluyeron que roba para conseguir paco. Titularon que roba para fumar paco. “Llegaron comentarios a los medios diciendo que había que matarlo: me preocupa que pidan que se aplique la pena de muerte a un niño”, dijo a Cosecha Roja María Julia Camus, la jueza del Segundo Juzgado de Menores de San Juan que aplicó sanciones a los medios de comunicación que difundieron información sobre el menor.

Al niño nadie le está preservando la identidad tal como especifica la ley 7338 de San Juan. “Si los medios cuentan toda la historia, el niño es identificable, ¿no te parece?”, reflexionó Camus. Como cuando el profesor Skinner hace como si no quisiera deschavar a Lisa Simpson en una clase y dice: “L. Simpson. No, es muy obvio: mejor digamos Lisa S”. La jueza explicó que la misma ley que prohíbe difundir información sobre menores permite que los jueces apliquen sanciones pecuniarias. En un caso anterior, Camus había pedido amablemente a los medios que quitaran las fotos y los datos. “Esta segunda vez ya no pido: cumplo con la normativa”, aclaró.

Los policías de la Comisaría 25 de Rawson y de la Brigada Sur dieron todo tipo de declaraciones: dijeron que es un peligro en potencia, que “el pibe se la pasa deambulando”, que se junta con “gente de malvivir”, que desde los 9 años “es conocido en el ambiente delictivo”, que una vez se metió en el camping de oficiales para llevarse 11 mil pesos y que “imaginá la cantidad de pasta base que se hubiera fumado”. Camus pidió que se les apliquen sanciones porque informaron sobre la detención del menor a la prensa antes que al juzgado. Recibió el apoyo del Jefe de Policía.

“Del total de delitos en San Juan, el porcentaje de los cometidos por menores es ínfimo: la gente tiene la idea de que son mayoría sólo porque son los casos más mediatizados”, explicó Camus. El episodio del arma duró un día y el menor volvió con sus padres. A los pocos días robó en un almacén  y entonces decidieron internarlo en Proyecto Juan, un programa de rehabilitación de adicciones. Pero se escapó. Y lo engancharon mientras robaba en una parrilla. Y se volvió a escapar. Y lo volvieron a encontrar: esta última vez los vecinos lo habían querido linchar.

Para los titulares, fue “el menor de 11 años que no para de robar”, “el chico que sale a robar para comprar paco”, “la triste historia del niño” y hasta dijeron “el joven que, cuando lo detuvieron, no parecía para nada incómodo con la situación”. En el Diario San Juan, lo denominaron “el niño polémico”.

 

Foto: Excélsior