mia está con el asesino

Diario Popular.-

Si bien los investigadores aseguran que siguen buscando a Mía y a su padre, acusado de haber asesinado a su pareja y madre de la nena de 4 meses, la criatura no aparece y su familia se impacienta y teme por su vida.

Han pasado 13 días del crimen de Blanca Estela Martínez,quien fue hallada degollada en su casa de la villa 31 bis de Retiro, y nada se sabe del paradero de su pequeña hija, la beba Mía Sherazade de apenas cuatros meses, quien habría sido raptada por su padre, identificado como Domingo Evaristo Montiel Arias, el principal sospechoso de ser el autor material del homicidio.

Si bien los investigadores del caso aseguran que están “trabajando” en la búsqueda de este sujeto, de 25 años y nacionalidad paraguaya, los familiares de la pequeña manifiestan su “desesperación” por el tiempo transcurrido y la falta de novedades.

“No sabemos nada, desde la Policía nos piden paciencia, pero es terrible estar así. Tenemos miedo por la nena, que le pase algo, ya que está en manos de un asesino, que se escapó y nadie lo puede encontrar”, señaló Teresa Viveros, prima de la víctima, en diálogo con DIARIO POPULAR.

El femicidio de Blanca Estela Martínez, de 38 años y empleada doméstica, fue la consecuencia de una serie de episodios de violencia de género, pues las dos denuncias previas que había radicado en la comisaría 46ª de la Policía Federal (con jurisdicción en esta popular barriada) no derivaron en ninguna medida de prevención. “No le dieron un botón antipánico, ni le impidieron a él que se acercara. Y en uno de esos ataques de celos, la peleó para sacarle un chip del celular, adelante del nene de 6 años. Entonces, ella le pidió al hijo mayor que se fueran a la casa de la abuela y cuando quedaron solos, la mató”, sostuvieron los familiares, como única y principal hipótesis del fatal desenlace.

En medio de la tragedia, la desaparición de Mía se suma al dolor. Y todos estos días son una pista firme sobre su paradero sólo generan incertidumbre. “Se llevó a la beba y no sabemos donde está. La Policía empezó a buscarlo en el barrio, suponiendo que estaría escondido en la casa de algún amigo, pues trabaja como albañil y decían que no tendría dinero para escapar.

Todos lo conocen como Cris Arias, pero se llama Domingo Evaristo Montiel Arias y entonces, se perdieron horas valiosas, después que encontraron el cuerpo de Blanca”, afirmó Teresa Viveros. La División Homicidios de la Policía Federal es la que está encargada de la búsqueda de la beba y de su padre, el sospechoso de ser el asesino de su mamá.

“Con nuestra abogada Cristina Padilla ya fuimos al juzgado y estamos en contacto con el inspector Molina, pero no tenemos noticias. Nos dicen que salió el pedido de captura, pero solo apareció el llamado de una chica que dijo haberlos visto en Rosario y de ahí no surgió nada. Pudo haber escapado a Paraguay, pero como nosotros lo conocemos poco, tampoco podemos decir sí se fue a Ciudad del Este o la ciudad de Concepción, que son los lugares en los que tendría familiares”, concluyeron.

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Por Néstor Javier Llidó

El caso de Mía Martín conmovió al país. Tras el doble crimen de su madre y su hermanito en la localidad de El Palomar, permaneció desaparecida por más de 48 horas, hasta que fue hallada en la ciudad bonaerense de Junín, en poder del ahora detenido, el carnicero Enrique Alcaraz. Fueron horas de angustia, en las que 500 efectivos de la Policía bonaerense fueron movilizados en un megaoperativo y la foto con la carita de la nena se repitió, una y otra vez, en la televisión, los diarios y demás medios, con su “rebote” en las redes sociales, como Facebook y Twitter. Una sensación de alivio generalizada abarcó a todos, al ser hallada en buen estado de salud, al margen de la secuela que la situación que le tocó atravesar dejará en esta criatura.

Ahora, como inexplicable paradoja y más allá de ciertos matices diferentes, otra Mía, en este caso la beba Mía Sherazade Arias, está desaparecida desde hace casi dos semanas, también luego del femicidio de su mamá Blanca Estela Martínez. Demasiado parecido un hecho con el otro, para semejante falta de repercusión mediática y social. Se podrá argumentar que los momentos políticos del país y la multiplicación de noticias han “tapado” este drama, aunque la principal explicación a la casi nula difusión de esta búsqueda desesperada, se explica en el alto grado de estigmatización, que subyace entre nosotros.

El crimen de la mujer ocurrió en el interior de la villa 31 bis de Retiro, la víctima y victimario son de nacionalidad paraguaya y básicamente, de condición humilde. Sin dudas, que una pequeña de cuatro meses de vida esté en manos del principal sospechoso del crimen de su mamá, conmueve, aunque parece que no tanto. Entonces, la foto de Mía o en la que está en brazos de su padre, hoy captor, aparecen poco y nada. Hay que creer que los investigadores policiales resolverán el caso, más temprano, que tarde. Y en el mientras tanto, habrá que hacerse cargo de esa pesada mochila de la discriminación que nos sigue costando descargar.