Por Luis Javier Valero – El Diario de Juárez.-

“Adriana tenía 15 años cuando fue secuestrada. Ella y su amiga Griselda regresaban de la Preparatoria Allende, con rumbo a su casa, en un autobús de la ruta Juárez-Zaragoza. Griselda bajó dos cuadras antes de llegar al centro de la ciudad, donde aún vive. Adriana continuaba sola, como todos los días, dos cuadras más en el mismo autobús por la avenida Miguel Ahumada, y caminaría una cuadra por la calle Francisco Javier Mina, para tomar un segundo autobús hacia la colonia Mariano Escobedo, donde vivía con sus padres. A su casa nunca llegó. Y en ese tramo, donde habría estado sola unos 12 minutos antes de tomar el segundo transporte, desaparecieron otras tres jóvenes en diferentes fechas, dos de ellas asesinadas y retenidas en la morgue, y otra identificada en una audiencia de televisión en Los Ángeles, California, sin dar con su paradero”. (Nota de Guadalupe Lizárraga, 29/XI/11, Los Angeles Pres)

Así iniciaba el reportaje, intitulado Mujeres ‘guardadas’ en la morgue de Juárez, en el que se daba cuenta de lo que retrata nítidamente el nivel de la calidad de las investigaciones efectuadas por la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, y su antecesora, la Procuraduría General de Justicia, para encontrar a los responsables de los asesinatos y desapariciones de mujeres en Juárez, en lo que parece ser la repetición de la tragedia vivida por esta ciudad más de 15 años atrás, ahora encubierta por el doloroso manto de sangre generado por la ejecución de casi 10 mil personas a partir del 2008 en esa ciudad.

La Fiscalía General de Justicia de Ciudad Juárez ocultó el cuerpo de Adriana Sarmiento durante más de dos años. Esta joven de 15 años de edad desapareció el 18 de enero del 2008, en el trayecto entre la preparatoria en donde estudiaba y su casa y sus restos fueron encontrados el 05 noviembre del 2009, cerca del panteón del poblado de San Agustín, en el Valle de Juárez.

La Fiscalía no realizó los cotejos de ADN, porque, además, en una flagrante violación a la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, emitida en 2009 por el caso “Campo Algodonero”, carece de una base de datos genética actualizada –a lo que lo obligaba la resolución- que permita cotejar los restos de osamentas femeninas con las mujeres y niñas desaparecidas.

Peor aún, desde julio de 2011, la Fiscalía obtuvo los resultados que confirmaban la identidad del cadáver y no fue sino hasta noviembre que le notificó a la familia y eso no por su propia motivación, sino debido a que los familiares se dieron cuenta de estos hechos y reclamaron la entrega de los restos.

No es el único caso, el mismo reportaje informa que Hilda Gabriela Rivas Campos, de 16 años, desapareció en febrero de 2008 y fue asesinada ese mismo año. “Su cadáver lo encontraron en el Kilómetro 57 del Valle de Juárez, y fue retenido en la morgue durante tres años hasta que las autoridades decidieron notificar a su madre, el 27 de septiembre de 2011” debido a que las autoridades debían efectuar la prueba del ADN. Igual sucedió con Mónica Liliana Delgado Castillo, quien desapareció en enero de 2011 a la edad de 18 años. Su cuerpo fue localizado junto con el de Hilda, a los días de haber sido asesinada, y lo entregaron nueve meses después en el mismo acto.

De acuerdo con la “fuente” consultada por la reportera, existen al menos otros siete cadáveres “guardados”, encontrados en Loma Blanca, del Valle de Juárez, sin informar oficialmente a la opinión pública. Entre ellos el de quien en vida respondiera al nombre de Jazmín Villa Esparza, de 13 años de edad, desaparecida el 3 octubre de 2010.

Pero el horror no termina ahí, de acuerdo con el mismo reportaje, existen otros quince cadáveres de mujeres, “enterrados en una misma fosa, en el Valle de Juárez. Esta información tampoco la han querido dar oficialmente las autoridades y todavía se desconoce el lugar exacto donde fueron  encontrados. Los cuerpos, retenidos en el Servicio Médico Forense, algunos se encuentran con ropa y otros completamente desnudos. Las edades oscilan entre los 17 y los 20 años”.

Es la misma historia desde 1993, nada ha cambiado.

Y sí, de acuerdo con distintas fuentes, el estado de Chihuahua, y particularmente Juárez se mantiene el mayor registro de feminicidios: 609 de enero de 2009 a agosto de 2011 con lo que se convirtió en la tasa más alta del país de homicidios contra mujeres, al pasar de 3.6 en 2005, a 13.1 homicidios de mujeres por cada cien mil en 2009, informó el INEGI con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. (Nota de Manuel Quezada Barrón, El Diario, 25/XI/11).

La diputada federal, Teresa Incháustegui, informó, en el curso de una conferencia impartida en la ciudad de Chihuahua a mediados de noviembre, que a poco de terminar la pasada administración estatal le entregaron una lista de los homicidios presentados en el estado, con el sexo de las víctimas y de los victimarios, luego, después de tomar posesión la actual administración, ante la misma petición, le entregaron otra lista, y finalmente, le entregaron otra. Todas las peticiones fueron efectuadas por Comisión de Equidad de la Cámara de Diputados en el curso de una investigación ordenada por este organismo parlamentario.

A fines de agosto, un reportaje precisó que hasta esa fecha se habían presentado 222 homicidios de mujeres en el estado (Nota de Salud Ochoa, El Diario de Chihuahua, 22/VIII/11), algunos de los cuales, indicó la Fiscalía General, pudieran estar relacionados con la delincuencia organizada, dado el modus operandi con que se cometieron, como el uso de armas de grueso calibre, tortura y mensajes de grupos criminales.

Dicha cifra pudiera ser semejante, al final del año, a la presentada en 2010, en el que se presentaron 370 homicidios de mujeres, lo que significaría una enorme diferencia respecto al total de homicidios presentados en el curso del año que sufrirá una disminución de alrededor del 11%.

Más aún, tales cifras, comparadas con las ofrecidas por Julia Monárrez Fragoso, directora de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), a mediados de marzo de este año, en las que precisó que durante la vigencia del Operativo Conjunto Chihuahua, ocurrieron 692 feminicidios tan solo en Juárez. (Nota de Ariane Díaz, La Jornada, 5/III/11).

Monárrez aseguró “que mientras de 1993 a 2007 se contaban 45 mujeres asesinadas por motivos relacionados con el crimen organizado, a partir del inicio del Operativo Conjunto Chihuahua han sido asesinadas 692 niñas, adolescentes y mujeres en Ciudad Juárez”.

De tal modo que, informó, los asesinatos sin relación con el crimen organizado registrados entre 1993 y 2005, ascendieron a 442, y en la actualidad ya se ubican en mil 192. (Ibídem).

Más recientemente, otra investigación periodística demostró que 9 de cada 10 asesinatos de mujeres presentados en Juárez están ligados a los cárteles de las drogas, según las estadísticas de la Subprocuraduría de Justicia en la Zona Norte. (Nota de Luz del Carmen Sosa, El Diario, 14/VI/09). “Cifras oficiales establecen que del primero de enero al 13 de junio del 2009 han sido asesinadas 35 mujeres, además, dos osamentas femeninas fueron rescatadas de las fosas clandestinas localizadas en el Desierto Sur y un producto en el noveno mes de gestación del sexo femenino murió al recibir varios disparos en un intento de ejecución contra su madre”.

El crecimiento de la cifra de mujeres asesinadas, como consecuencia de la guerra de las bandas del crimen organizado se apreciará más si tomamos en cuenta que, del 21 de enero de 1993 al 31 de diciembre de 2007, se tenían documentados 427 casos de homicidios de mujer, mientras que el 2008 cerró con un total de 86 crímenes. (Ibídem). Cifra, ésta última, que muestra la invariabilidad de la incidencia de los feminicidios pues hasta mediados del presente año se habían presentado en el antiguo Paso del Norte 38 de estos casos, casi la mitad de los acaecidos en aquel primer año de la vigencia del Operativo Conjunto Chihuahua.

Sin embargo, en el acto realizado para efectuar un “reconocimiento de responsabilidad internacional”, ordenado al gobierno mexicano por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con motivo de la sentencia a causa de los asesinatos de las mujeres encontrados en el “Campo algodonero” diez años atrás, Cecilia Espinosa, integrante de la Red Mesa de Mujeres, informó que su organización ha documentado 171 casos de feminicidio, ocurridos entre el 1 de enero al 3 de octubre de este año, en un crecimiento de alrededor del 500% respecto al pasado.

¿Regresó el pasado?

 

Foto: Vanguardia.mx