Tucumán, no puedo respirar

Represiones, abusos y asesinatos. Como en Estados Unidos, pero acá nomás, en el norte de la Argentina. El asesinato de Walter Ceferino Nadal es un calco del de George Floyd. Y no es un caso aislado. Es más bien la violencia policial estructural.

Tucumán, no puedo respirar

Por Cosecha Roja
30/06/2020

A Walter Ceferino Nadal, de 43 años, dos policías lo detuvieron en la calle por el supuesto robo de una gorra. La versión policial dice que cuando lo trasladaban a la seccional, Nadal les dijo que se sentía mal y lo llevaron al hospital Padilla, donde murió de un infarto. La versión de un testigo es que cuando lo detuvieron lo tiraron al piso y uno de los policías le mantuvo la nuca apretada con su rodilla. 

–No puedo respirar–dijo Nadal y se desvaneció. 

Como se ve en los videos que grabaron otros testigos, los policías intentaron reanimarlo pero no hubo caso. Más tarde, la autopsia le daría la razón a esta segunda versión: Nadal murió por asfixia.

Cualquier similitud con el asesinato de George Floyd en manos de la policía de Dallas no es casualidad. Pasa en Estados Unidos, pasa en Tucumán.

Y no es un hecho aislado. La violencia y los abusos policiales en Tucumán son constantes y sostenidos en el tiempo. La historia de Facundo Ferreyra, el nene de 12 años que en 2018 fue fusilado por una bala policial, se convirtió en un caso emblemático de gatillo fácil en la provincia.

Con la pandemia, la cuarentena y la autorización para que las fuerzas armadas sean las guardianas del orden y del cumplimiento del aislamiento social obligatorio, la violencia se recrudeció.    

Luis Espinoza

El 15 de mayo, el productor rural Luis Espinoza, de 31 años, cabalgaba por el paraje El Melcho, en el sudeste de Tucumán. Ahí se encontró con un grupo de policías de la comisaría de Monteagudo que le estaba pegando a su hermano. Los policías habían llegado al lugar a los tiros para desbaratar una carrera de caballos ilegal que nunca ocurrió.

luis espinoza ok

 A unos 800 metros de la pista de carrera, se encontraron con Juan Antonio Espinoza, hermano de Luis, quien venía arriba de su yegua de cobrar una pensión. Lo hicieron bajar y, según él mismo contó, lo esposaron y le pegaron. Luis les gritó para que dejaran de pegarle. Los policías dejaron esposado a Juan Antonio y comenzaron a perseguir a Luis. Juan Antonio vio cómo uno de ellos le apuntaba a su hermano, escuchó un disparo y se desvaneció por un golpe en la cabeza. 

Nunca más volvió a saber de su hermano. El cuerpo de Luis apareció una semana después, en un barranco de la provincia de Catamarca, envuelto en un nylon y con un tiro en el omóplato izquierdo. Por el crimen, hay nueve policías y dos civiles detenidos.  

Roxana Monteros

El miércoles 17 de junio el marido de Roxana Monteros estaba por cerrar la puerta de su casa con llave y un policía la abrió de una patada.  “Tres oficiales entraron y muchos más se quedaron afuera, había cinco camionetas y varios motorizados. De todos los que ingresaron, sólo uno tenía uniforme; se llevaron a los golpes a mi marido y a mí me agarraron de los pelos, me metieron a mi habitación para patearme entre los tres”, dijo ella a La Garganta Poderosa

roxana monteros

Roxana contó que el efectivo Fabio Ferreyra la manoseó. Ferreyra había asumido segundo jefe de la Unidad Regional Este, como consecuencia de los cambios en la cúpula por el crimen de Luis Espinoza. 

Roxana quiso denunciar en la Comisaría de la Mujer, pero le dijeron que no podían tomarle la denuncia: la mandaron a la Comisaría de Lastenia, justo donde estaban sus abusadores. Quiso denunciar en la fiscalía, pero no la dejaron entrar por el contexto de pandemia. 

Esperó más de una hora en la comisaría de La Banda. Ahí le dijeron: “Mire, lo que le puedo ofrecer es que la Policía no la moleste nunca más. Porque si usted empieza a hacer denuncias, le va a tomar tiempo y va a tener que gastar plata”. Roxana vive con miedo. 

Represiones a manifestantes

El sábado 20 de junio Irma Juárez, de 28 años, y su hijo Lian, de 8, iban en motocicleta por la ruta del barrio Las Piedritas y fueron atropellados por un auto. Ambos murieron. 

Los vecinos denunciaron que la ruta no tiene iluminación. Así que se movilizaron el domingo por la noche a exigir justicia, agua potable y luz para el barrio. Cortaron la autopista San Miguel de Tucumán-Famaillá. La policía de Tucumán los reprimió con balas de goma. Hubo heridos. Entre ellos, un adolescente de 16 años.

Crédito del video: @spisarello