En Baradero, cuando Plaza Mayor está cerrada, la gente se comunica por las redes sociales para preguntar dónde puede comprar helado. Pero hasta el domingo, si Plaza Mayor estaba abierta, Silvio Amoros se subía a la moto y repartía los pedidos. Anoche un prefecto borracho lo atropelló con el auto y lo mató.

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El domingo a la noche, con casi 30 grados, Silvio condujo de acá para allá con los envases de telgopor llenos de gustos cremosos y al agua. Mientras, Ismael Petrovski, un marinero de 24 años, salió de su casa rumbo a la Fiesta de la Cerveza Artesanal. Después de un rato se volvió a subir a su auto: había tomado mucho.

Hasta la esquina de Thames y Bulnes, todo se desarrollaba con normalidad. Silvio repartía el helado e Ismael trataba de volver a su casa. Allí, justo en esa esquina, el marinero no vio al repartidor. Con su VW Gol embistió a la motocicleta y mató a Silvio.

“El marinero Petrovski no puede hablar con nadie. Está detenido e incomunicado”, contó a Cosecha Roja el jefe de la Prefectura de esa ciudad, Gonzalo Raúl Farinón. “Por lo ocurrido fue pasado a disponibilidad y separado de la fuerza. El test de alcoholemia dio positivo y él, ese día, estaba de franco”.

El consumo de alcohol entre los prefectos es un problema en Baradero. “Nosotros desde acá tratamos de dar charlas sobre el consumo responsable del alcohol. En la Prefectura se trabaja mucho sobre el tema”, contó Fariñón. Y agregó: “Es una desgracia porque es una familia muy querida”.

Silvio Amoros trabajaba en la heladería familiar, ubicada en el centro de la ciudad. Era padre de dos hijas mujeres, una niña y una adolescente. Apenas se supo de su muerte, sus amigos le llenaron el muro de Facebook de mensajes.

“No tengo palabras para describir este inmenso dolor. Me arrancaron un pedazo de mi alma. De mi sangre. De mi carne, de mi corazón. Hijos de puta. De Prefectura, con alcohol en sangre”, escribió Claudio Amoros en una red social.

Esta mañana su padre Alberto llevaba adelante los trámites. En la escena del choque no pudieron encontrar la billetera de Silvio por lo que la familia no había podido comenzar con los papeles para el sepelio. Sus hermanos Fabián y María Inés quedaron muy afectados por lo absurdo del accidente y pidieron justicia.

Pocas horas después, la Policía Comunal emitió un comunicado en el que dio cuenta de que se trató de un homicidio culposo y que el test de alcoholemia dio positivo. La Fiscalía dispuso aprehensión de Petroski y su traslado primera audiencia.