Ella tiene 34 años. Su hija, dos años y cuatro meses. La pareja las tuvo un mes y dos semanas encerradas en una habitación con puertas y ventanas electrificadas, alimentadas a pan y agua. Cuando las rescataron, ambas estaban desnutridas. La mujer tenía golpes en todo el cuerpo: los forenses contaron 18 lesiones, incluyendo una fractura de costillas y una marca en la cara “producto de una agresión con un hierro”.

El caso fue narrado por Elonce.com y sucedió en Paraná, provincia de Entre Ríos. El hombre que las retuvo era la pareja de la mujer. Se llama Sergio Alcides Caimer, tiene 29 años y estaban juntos hace tres meses. Ahora está detenido y acusado de “violencia de género y lesiones en perjuicio de la menor”.

Según los medios locales, la policía llegó al lugar por un llamado de los vecinos: les preocupaba, dijeron, que la mujer y la niña nunca salían de la casa. Según relató a Elonce TV el comisario Walter Ziegler, fueron hasta el lugar y los atendió “un familiar del hombre que habitaba la casa”. Luego se supo que sería la madre del ahora detenido. Ella les dijo que “no había nadie en la vivienda” y que la situación que los preocupaba “era inexacta” .

Los policías se asomaron por la ventana. Allí vieron a “una mujer semi desvanecida, quien respondió que estaba todo bien y que no podía salir de la vivienda”. A su alrededor había cables que llegaban hasta las puertas y ventanas. Todo parecía estar electrificado. Los agentes entraron por la puerta de atrás, desconectaron los cables y sacaron a la mujer y a la niña.

Ziegler describió a Elonce.com que la casa no tenía baño y que ambas estaban encerradas desde hacía un mes y dos semanas. “Hacían sus necesidades en balde, no contaban con agua corriente y le acercaban la medicación por una ventana. Según los dichos de la víctima, se estaban alimentando a pan y agua, lo que llevó a que estuvieran en un avanzado grado de deshidratación y de desnutrición, tanto ella como la hija”.

Ambas están internadas y se recuperan juntas. La fiscal de Violencia de Género y Abuso Sexual, Mónica Carmona explicó a Elonce.com que la mujer “se encuentra desnutrida, en muy mal estado de salud, al igual que su hija”. Y señaló que “todos los organismos están aportando mucho para que no sean separadas y están siendo atendidas juntas. Ella sentía mucha desesperación de que le saquen su hija y tenía una actitud de hipervigilancia y de mucho temor, propio de la situación que le tocó vivir”.

La madre del imputado declaró en la causa y quedó en libertad. La mujer, llamada Estela Romero, dijo que su hijo está bajo tratamiento psiquiátrico porque de chico “tuvo problemas con las drogas” y que ahora tenía que ser operado pero no quería.

La mujer reconoció que la casa estaba electrocutada. “Una vez, casi me quedo pegada”, dijo. Pero agregó que “parecía que estaba todo bien, yo no entraba. No sabía que la chica estaba golpeada”. La víctima y su hijo, dijo, se conocieron “en la placita del Bombero. Ella y su nenita andaban en la calle, por eso vinieron a vivir con él”.