II. Súplicas de un herido

La familia de Adán Abel, así como una maestra rural que los acompañaba, todos originarios de la comunidad serrana de La Joya de los Martínez, Sinaloa, viajaban en una camioneta cuando se toparon con el regimiento de militares, quienes les dispararon.

Con el pulgar destrozado, Adán abandonó el asiento del conductor y le gritó a los uniformados que no dispararan porque los pasajeros eran mujeres y niños. La respuesta militar fueron más tiros, hasta que la camioneta se colapsó al fondo de una breve barranca.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) no sólo evidenció la mortal “equivocación” en la recomendación 040 de 2007, sino se fue más allá: documentó que los militares, “lejos de proporcionar el auxilio y la atención médica oportuna o implementar las acciones correspondientes para tal fin”, mantuvieron a los heridos en el lugar de la agresión “por más de tres horas”.

Descubrió también que el responsable del pelotón buscó relacionar a los Esparza con actividades delictivas, pues ordenó a sus subalternos colocar un “costal de hierba verde, al parecer marihuana”, en las inmediaciones donde quedó volcada la camioneta que tripulaba la familia agraviada.

III.-Los pesos de la muerte

Adán Abel Esparza ha recibido, aparte, más de 70 mil pesos de 2008 a la fecha, por los gastos de rehabilitación que forzosamente ha tenido que llevar para recuperar la movilidad de su mano.

Entre el primero y los siguientes pagos, la SEDENA ha erogado cerca de un millón de pesos por la muerte de los 5 miembros de la familia Esparza y las heridas ocasionadas a otros tres acompañantes.

Una solicitud de transparencia hecha a la SEDENA reveló que del 1 de enero de 2007 a la segunda semana de abril de 2011, la institución castrense pagó 67 indemnizaciones a familiares de muertos y heridos, suma equivalente a una bolsa de 11 millones 966 mil 553 pesos.

El número de civiles muertos, sin embargo, no fue revelado por los representantes de la SEDENA, bajo el argumento de ser información clasificada.

—Por tratarse de datos personales se requiere del consentimiento de los individuos para su difusión —respondió el General de Brigada del Estado Mayor, Genaro Robles, en una carta enviada al IFAI ante la solicitud de Animal Político.

Lo que sí informó el Ejército es que 30 de los 67 pagos correspondían a indemnizaciones por montos superiores a 147 mil pesos, que es el dinero que han pagado a familiares de civiles muertos.

Según el listado entregado por la SEDENA, la indemnización más alta se dio en 2007 y fue de 849 mil 70 pesos. Esa cantidad coincide con el pago que los militares hicieron por el asesinato de los cinco miembros de la familia Esparza.

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