Dante Leguizamón, periodista amenazado por el jefe de policíaCosecha Roja.-

Dante Leguizamón nunca antes había sentido miedo. Y eso que empezó a hacer periodismo a los 14 años y hoy tiene 39. En el medio cubrió casos policiales y judiciales, y tuvo entredichos con fiscales, jueces, familiares de acusados de homicidios y violadores, policías. Nada se compara con lo que pasó el viernes, cuando el Jefe de la Policía de Córdoba, Julio César Suárez, respondió a una denuncia pública del periodista con amenazas: por teléfono y por la red social Twitter lo trató de mentiroso y le dijo que se iba a “encargar” de él. “Por primera vez sentí que era vulnerable, que podían hacer cualquier cosa”, dijo Leguizamón a Cosecha Roja.

¿Cómo reaccionaste cuando recibiste las amenazas?

El tipo estaba sacado, fuera de sí, hablaba con prepotencia e impunidad. Lo primero que hice fue intentar hablar con mis jefes, pero no los encontré. Yo fui tartamudo mucho tiempo y esa noche me puse tartamudo. En general, cuando pasan cosas así suelo resolver rápido, pero esa noche estaba anulado. Llamé a un amigo militante de HIJOS y le pedí ayuda. Me dijo con certeza que llamara al abogado. Hablé con Claudio Orosz y me di cuenta lo terrible que es la Justicia para el que no esta preparado: quedás muy solo. Esa noche tuve miedo.

¿Quién es Julio César Suárez, jefe de la Policía de Córdoba desde fin de 2013?

Es el Jefe de Policía que mató a doce chicos por gatillo fácil. Este año ya van siete. Para mostrar su trabajo es capaz de detener a un inocente y sentarlo en la calle para mostrarlo. Hay chicos que mueren en las comisarías y que deberían estar protegidos. Es un policía que está en línea con los anteriores, pero es tropero, tribunero. Es un tipo que protege a la tropa, los estimula, los convence de que son parte de un ejército y de que los delincuentes son los enemigos de la sociedad. Concibe a la policía como una familia, separada de la sociedad. No comprende qué es la democracia, no entiende que el autor de un delito tiene Derechos Humanos.

Para Leguizamón, la lógica de la cabeza policial coincide con la política de seguridad del Gobernador José Manuel de la Sota quien, tras el acuartelamiento de diciembre, “buscó en el corazón de la policía al tipo que pudiera resolverlo”. Y lo encontró a Julio César, un hombre dispuesto a no sacarse nunca el traje de fajina, que va a los operativos, que anda armado, que inaugura el “corralito” -un modo de poner a los detenidos frente a los medios-, que sale a decir a los medios que “los delincuentes saben que si salen a robar armados, pueden tener la desgracia de terminar muertos”.

¿Cómo actúa la policía en los barrios de la ciudad de Córdoba?

La policía juega a que lo que hacen es insivibilizado. Nosotros -los medios- lo que hacemos es visibilizarlo. No están acostumbrados: hay una política desde 1999 que criminaliza a los sectores de clases bajas. Eso, a su vez, se utiliza como publicidad positiva para los sectores medios. Cuando hay un allanamiento en un barrio, si es 20 cuadras hacia adentro, a los adolescentes del barrio nadie los ve. Entonces los llevan a donde sí los ven: los ponen en el corralito y los dejan cuatro horas para hacer sentir segura a la clase media que se siente cada vez más insegura. Cada día la policía recibe 45 mil llamados de personas que denuncian que “un chico de gorrita anda caminando por la puerta de la casa”. Y esto pasa en toda la provincia, donde hay un autogobierno de las fuerzas de seguridad.

El periodista presentó una denuncia penal ante los tribunales de Córdoba por los dichos de Suárez. “Yo mismo me voy a encargar de vos”, le había dicho por teléfono. Desde el Twitter @PoliciaCbaOf le había escrito: “No mienta más, no confunda a la gente” luego de que Leguizamón denunciara que la policía se retiró del barrio Los Cortaderos cuando llegaron los medios. El Comisario, después, pidió disculpas.