Hay que matarlos a todos. Narcos, delincuentes, terroristas, pobres, agitadores o mapuches. Mientras la ministra Patricia Bullrich pone en práctica la “nueva doctrina” de seguridad que habilita el fusilamiento por la espalda y el gurú político de Cambiemos reabre el debate sobre la pena de muerte, el gobierno avanzó otro paso en el viejo anhelo de la derecha argentina de utilizar las Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad interior.

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El ministro de Defensa, Oscar Aguad, anticipó que el mes próximo planea poner en marcha una Fuerza de Despliegue Rápido que involucre tropas, aviones, camiones, buques y helicópteros del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea para colaborar “en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo”.

“Las Fuerzas Armadas están preparadas para aniquilar”, explicó a Cosecha Roja la diputada nacional y exministra de Defensa, Nilda Garré. “Y a pesar de que lo que creen estos señores (del gobierno) las fuerzas de seguridad están para prevenir el delito y atrapar, capturar a delincuentes. No para matarlos”, agregó.

Las leyes de Defensa y Seguridad Interior son claras: las Fuerzas Armadas tienen prohibido intervenir en cuestiones de seguridad. Por ahora, el gobierno no pretende aplicar cambios normativos. Según explicó Aguad a Radio Mitre, la Fuerza de Despliegue Rápido brindará “apoyo logístico en todo el país” a las fuerzas de seguridad. En realidad, esta fuerza funciona desde hace décadas bajo la órbita del Ejército y suele aportar apoyo logístico en emergencias por catástrofes naturales. El gobierno incorporaría a la FDR personal y equipamiento de la Armada y la Fuerza Aérea.

La existencia de la única organización terrorista reconocida por el gobierno – la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM)- ni siquiera está probada. Según un informe del Ministerio de Seguridad la RAM recibe armas y apoyo financiero de organizaciones internacionales. Pero ataca con cuchillos, martillos y serruchos. Entre la larga lista de atentados que el gobierno le atribuye están el ataque a piedrazos a gendarmes durante la represión en la que murió ahogado Santiago Maldonado y el supuesto “enfrentamiento” con integrantes del grupo Albatros de Prefectura en el que fue asesinado por la espalda Rafael Nahuel.

Las próximas intervenciones de Gendarmería o Prefectura en un conflicto que involucre a comunidades mapuche podrían contar con apoyo logístico de helicópteros y aviones de la Fuerza Aérea o camiones blindados del Ejército.

Según Infobae, el gobierno también prevé que las fuerzas armadas tengan un rol activo “en el cuidado de los recursos naturales”. Por ejemplo: Vaca Muerta, la formación de gas y petróleo más importante del país, un territorio en disputa entre empresarios y comunidades originarias.

La propuesta de que las fuerzas armadas brinden apoyo a las policías, Gendarmería y Prefectura no es un desborde de centuriones alucinados. Se enmarca en la “nueva doctrina” de seguridad del gobierno. Una política que justifica la bala por la espalda a ladrones o militantes mapuches y que alienta a los policías a apretar el gatillo aún en hora pico en pleno microcentro porteño.