El fiscal Cartasegna

El fiscal Cartasegna

Miguel Brú era estudiante de periodismo y vivía en La Plata. Hace 24 años que está desaparecido y desde entonces su madre y sus amigos no lo dejan de buscar. Hoy transcendió que la causa que se tramitaba en la fiscalía del Fernando Cartasegna está extraviada. “La cantidad de fojas que tiene impresionante: es una causa, llena de medidas, búsquedas e incidentes. ¿Cómo hizo para desaparecer?”, se preguntó ante Cosecha Roja una fuente que seguía de cerca el expediente.

El fiscal Cartasegna había denunciado distintas amenazas e intimidaciones muy extrañas, que fueron puestas en duda por sus colegas y por la prensa. Desde hace un mes está con licencia y otros funcionarios judiciales hacen una auditoria en su fiscalía. Días atrás, el fiscal general de La Plata, Héctor Vogliolo, denunció que en su despacho habían encontrado varias irregularidades: faltantes de expedientes y elementos secuestrados, otros desordenados o guardados en un armario sin rótulos. Vogliolo decidió desplazar a cuatro empleados que trabajaban con Cartasegna y abrió un sumario administrativo.

Ayer trascendió que entre los faltantes está el expediente por la búsqueda de Miguel Bru, que Cartasegna tenía a su cargo desde hace siete años, sin ningún tipo de resultado.

En el entorno del estudiante desparecido no logran salir del shock, y están tratando de precisar cuales son los alcances del descalabro.

En 1993 Miguel Bru denunció que la policía había allanado ilegalmente su casa. Desde ese día las amenazas y las persecuciones no cesaron. El 17 de agosto de ese año cuidaba la casa de unos conocidos camino a Magdalena. Por algunos meses ese fue el último rastro que tuvieron de él sus compañeros.

Con el correr de los días se fueron abriendo distintas puertas, distintos relatos y entonces lo supieron: Miguel había sido torturado y asesinado en la comisaría novena. Fueron algunos de los detenidos esa noche en la comisaría quienes con sus testimonios ayudaron a que sus asesinos fueran encarcelados.

Dos policías bonaerenses fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato de Miguel: Walter Abrigo y Justo López. Uno de ellos murió y el otro -después de negarle dos veces la condicional- fue liberado. El pacto de silencio que trazaron esa noche los bonaerenses de la comisaría novena no tuvo ni tiene una sola grieta. Nada se supo del cuerpo de Miguel.

El año pasado, Rosa Bru, la mamá de Miguel, se encadenó en las puertas de fiscalía para pedir que Cartasegna se apartara de la causa.  “No podemos avanzar porque no investiga. Por eso vinimos a pedirle al Fiscal General que pase la causa a una fiscalía a la que realmente le interese”, dijo Rosa en aquel momento.

Para ese entonces, ella misma había aportado cerca de cuarenta pistas para dar con el cuerpo de Miguel. Ahora, todo ese trabajo está extraviado.

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Este es el comunicado de la Asociación Miguel Bru

Desde la Asociación Civil Miguel Bru, denunciamos el aparente “extravío” del expediente de once cuerpos que investiga el paradero del estudiante de periodismo desparecido en 1993 por personal de la policía bonaerense. La causa se tramita en la UFI 4 a cargo del ahora investigado Fiscal Fernando Cartasegna.  Repudiamos la falta de garantías y cuidado de la causa, exigimos a los responsables una investigación urgente, clara y precisa para que aparezcan las más de 2200 fojas que contienen los datos de la causa.
Hace pocos días el Fiscal General Héctor Vogliolo, denunció presuntas irregularidades en distintas causas que llevaba adelante el Fiscal Cartasegna, tras un informe de los 3 fiscales que quedaron a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Nº4, luego del episodio que lo tuvo como presunta víctima a principios de mayo. Es de conocimiento público que una de las causas que tramitaba en dicha Fiscalía es la que investiga el paradero de Miguel Bru. La causa se abrió en 1999 en la UFI 4 y desde hace 7 años está en manos de Cartasegna. Rosa Bru, Presidenta de la AMB, viene pidiendo hace años que se aparte al fiscal Cartasegna de la causa por negligencia e inoperancia. De hecho en el aniversario de la desaparición de Miguel en el 2016, Rosa junto a un grupo de madres de víctimas de la violencia institucional se encadenaron en tribunales por este reclamo.
Esta mañana y ante la noticia de la posible ausencia de la oficina de Cartasegna, de las 2200 fojas que constituyen la investigación, la Presidenta de la entidad se acercó hasta la Fiscalía General, dónde se repitió una constante en todos estos años: la falta de respuesta. Aunque Rosa no pudo ser recibida por Vogliolo sí pudo constatar que aún no ha llegado a la justicia una denuncia concreta sobre la ausencia de los expedientes.
24 años después de la desaparición de Miguel y tras treinta y ocho rastrillajes inútiles para encontrar su cuerpo, la posible pérdida del expediente de la causa donde se investiga su paradero de la fiscalía de Cartasegna es un eslabón más en esta cadena de impunidad, cuya resultante es que hasta el día de hoy sigamos reclamando por su aparición. Siempre lo dijimos desde el primer día, no hay maldita policía sin maldito poder judicial. El poder Judicial que debería brindar la respuesta sigue manifestando su desprecio por esta causa, y su falta de interés de llegar a la verdad. Esto se da un escenario que nos preocupa, por las vinculaciones del nuevo jefe de la bonaerense Fabián Perroni, con los asesinos de Miguel y su accionar en la maldita policía de los noventa, lo que desnuda la estrategia que tiene en la provincia la alianza gobernante Cambiemos
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A la luz de los hechos la búsqueda de verdad la encabezan los familiares, las organizaciones, un conjunto de actores que se movilizan, organizan y reclaman en pos de que los administradores de la justicia cumplan con su responsabilidad y brinden respuestas.
 Hace 24 años que hacemos la misma pregunta: Dónde está Miguel. No vamos a bajar los brazos, Rosa como siempre nos guía en este camino de lucha tan sacrificado fundamentalmente para ella, la mamá, pero con ese amor y ese esfuerzo inconmensurable, más la solidaridad y el acompañamiento de muchísima gente vamos a continuar exigiendo justicia.
 
El caso
Miguel fue secuestrado ilegalmente, torturado y luego desaparecido por policías de la Comisaría Novena de La Plata el 17 de agosto de 1993. En mayo de 1999 fueron condenados a prisión perpetua los policías Justo José López y Walter Abrigo, acusados de tortura seguida de muerte, privación ilegal de la libertad y falta a los deberes de funcionario público. En 2003, la Suprema Corte Bonaerense dejó firme la condena a ambos ex funcionarios policiales. El entonces comisario de la 9°, Juan Domingo Ojeda, fue condenado a dos años de cumplimiento efectivo de la pena, pero recuperó su libertad con sólo ocho meses de prisión, al igual que el oficial Ramón Cerecetto. Walter Abrigo falleció antes de cumplir la totalidad de su condena. Justo José López consiguió la libertad hace dos años, a pesar que al igual que sus compañeros nunca aportó un dato. El cuerpo de Miguel continúa desaparecido.