Tasas-de-homicidios_480_311La Prensa.-

En 2012 fueron asesinadas 7,172 personas, superando por 68 la cifra de 2011 y por 933 la de 2010.

Las cifras son frías porque los números no describen la historia de dolor que hay detrás de cada una de las familias afectadas por la violencia, pero esos mismas cifras ofrecen la ventaja de no dejar nada a la interpretación: 20,515 personas han sido asesinadas en los tres años de gobierno del presidente Porfirio Lobo y solo en 2012 fueron asesinadas 7,172.

Las autoridades ven “una mejoría” en los índices, pues la tasa de homicidios del año anterior, que fue de 85.5 por cada 100 mil habitantes, se redujo 1% en comparación con la de 2011, que fue de 86.5, pero en realidad este “logro” se debe al aumento poblacional de Honduras, pues de hecho en 2012 hubo 68 asesinatos más que en 2011 y 933 más que en 2010.

“Todos sienten que ha mejorado”, dijo Lobo refiriéndose a la seguridad en el país.

La frase sorprendió, sin duda, pues unas simples operaciones matemáticas dicen más que mil promesas políticas o “convenientes percepciones de mejoría” en cuanto a la reducción de la violencia en el territorio hondureño.

Si consideramos que en tres años de gobierno de Lobo ha habido 20,515 asesinatos y que esos tres años suman 1,096 días (ya que 2012 fue bisiesto), significa que hay un promedio de 18.71 homicidios diarios en Honduras, de 130.97 a la semana y de 561.3 al mes.

Si el promedio diario de asesinatos en los últimos tres años ha sido de 18.71, esto quiere decir que en el país prácticamente cada hora es asesinada una persona, pues el promedio es de 0.77 homicidios por hora.

El año más sangriento

Cada año, Honduras vuelve a romper su récord del “año más sangriento” y en 2012 ocurrió lo mismo.

El incremento anual en esta estadística es alarmante y para comprobar su ascenso constante basta con darles un vistazo a los años recientes. En 2009 hubo 5,265 asesinatos registrados; la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes fue de 66.8.

Sin embargo, en 2010, primer año de gobierno de Lobo, los homicidios fueron 6,239 (974 más que en 2009) y la tasa de asesinatos se incrementó más de 10%, llegando a 77.5.

El caudal del río de sangre que baña a Honduras subió nuevamente en 2011, pues los homicidios fueron 7,104 (865 más que en 2010) y la tasa de homicidios fue de 86.5 muertes violentas por cada 100 mil habitantes.

Esta increíble cantidad fue superada en los 366 días del año anterior, en los que hubo 7,172 asesinatos (68 más que en 2011); esto significa que hubo un promedio de 19.59 homicidios diarios en el país, 137.13 asesinatos a la semana y un estimado de 587.7 al mes.

El promedio de homicidios diarios indica que, nuevamente, en el país prácticamente fue asesinada una persona cada hora en 2012, pues el promedio es de 0.82 homicidios por hora.

El cambio no ha llegado

Hacer cambios no necesariamente significa que se verán resultados diferentes y la mejor prueba de esto son las constantes rotaciones hechas en el Gobierno sin que se vean resultados comprobables, palpables, que se puedan demostrar.

En septiembre de 2011, Porfirio Lobo Sosa destituyó a Óscar Álvarez, quien era el titular de  la Secretaría de Seguridad, y a Armando Calidonio, quien era viceministro de esta dependencia.

El mandatario expresó en varias ocasiones que “no estaba conforme con los resultados” y finalmente tomó la decisión de dar un remezón en esta Secretaría. En el puesto de Álvarez fue nombrado Pompeyo Bonilla , pero al menos las cifras no indican que haya mejoría alguna en la reducción de la violencia.

En la Policía Nacional también ha habido incontables cambios, incluyendo drásticos movimientos en los puestos de mando.

En mayo del año anterior, Lobo nombró nuevo director de la Policía a Juan Carlos Tigre Bonilla en sustitución de Ricardo Ramírez del Cid, quien solo estuvo seis meses y medio al frente de la Policía tras ser juramentado el 31 de octubre de 2011 en lugar de José Luis Muñoz Licona. Este último salió en medio del escándalo provocado por la liberación de cuatro agentes sospechosos de asesinar a dos estudiantes universitarios, uno de ellos hijo de Julieta Castellanos, rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

En medio de todos estos cambios de mando, la depuración policial se encaminó a lograr el “renacimiento” de la institución de seguridad para que sus miembros cumplan la función para la que fue creada la organización: proteger a la población.

Sin embargo, un informe del Observatorio de la Violencia reveló, en diciembre del año anterior, que, desde 2011 hasta noviembre de 2012, la Policía fue responsable de 149 muertes violentas.

Esto significa que, en ese período, miembros de la institución de seguridad mataron a un promedio de seis personas al mes. Sin duda, la situación requiere menos promesas de mejoría y más medidas inmediatas y efectivas, aseguran los analistas y expertos en seguridad.

Clasificación de las víctimas

La sociedad hondureña resiste como puede los golpes del látigo de violencia que la azota.

Este fenómeno la perjudica de manera general, pero siempre hay sectores más perjudicados que otros.

Los jóvenes están en esa lista de muerte, pues, según un informe del Observatorio de los Derechos de los Niños, Niñas y Jóvenes, que es parte de la organización Casa Alianza, desde 1998 hasta marzo de 2012 murieron violentamente o fueron víctimas de ejecuciones extrajudiciales 7,315 hondureños menores de 23 años de edad.

Las mujeres también son presas de la violencia que impera en Honduras y más grave aún es la impunidad de que gozan los autores de estos crímenes, pues esta dependencia dio a conocer que el 70% de los femicidios quedan sin castigo.

Periodistas y abogados son dos de los gremios más afectados por los asesinatos. En los últimos tres años fueron asesinados más de 20 periodistas y más de 10 profesionales del derecho fueron víctimas de homicidio en 2012.