unnamedCosecha Roja.-

Belén Morán no hizo nada para que la maten más que ser mujer. Ella intentó evitar su femicidio: cuando entendió que estaba en una relación violenta pidió ayuda a la familia, se separó, se mudó y recurrió a la Justicia. Ayer el ex volvió a amenazarla y esta mañana la degolló en la calle y se fugó. Belén llevaba en la cartera la orden de restricción que había conseguido 8 días atrás. Es la crónica de un femicidio anunciado.

El año pasado la Casa del Encuentro registró 277 femicidios: en 61 casos el femicida fue una ex pareja, 39 tenìan denuncias previas. Además, 82 mujeres tenían entre 19 y 30, 68 murieron apuñaladas y 20 fueron asesinadas en la vía pública.

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“Prepará tres cajones”, amenazó ayer Alberto Moreno a su suegra, la mamá de Belén. Le anunciaba que mataría a su hija, a su hijo discapacitado y a ella. Hoy a la mañana Belén salió de su casa cerca de las 9 para ir al Juzgado de Familia 1 de Pilar y denunciar que su ex pareja no cumplía con la orden de restricción que había conseguido ocho días atrás. En la esquina de Río Orinoco y Rodolfo de la Colina la esperaba su ex.

Una vecina fue testigo de la escena. “De lejos llegué a ver cuando la agarraba de los pelos y le golpeaba la cabeza contra el piso. En ese momento corrí y le grité ‘hijo de puta’. El tipo salió disparado en bicicleta”, contó Celina a los medios. Belén agonizaba en una zanja. Ella se acercó y mientras esperaba a la ambulancia la tapó con una sábana blanca.El cuerpo tenía heridas de cuchillo en el cuello, el torso, las manos y los brazos. Al costado, en el barro, estaba la cartera con la orden judicial.

“Resuelvo decretar la prohibición de acercamiento del Señor Moreno Alberto respecto de la persona Marilene Maldonado -la mamá de Belén- y su familia conviviente fijando a tal efecto un perímetro de restriccòn para circular o permanecer dentro de un radio de 500 metros a la redonda”, decía la orden de restricción. No era la primera acción judicial que iniciaban: Marilene contó a los medios que era la tercera. “Tenemos hechas diez mil denuncias. Se podía haber evitado ¿por qué la policía de Manzanares no hizo nada? No me ayudaron”, reclamó. Ayer Marlene fue a la Comisaría de la Mujer de Pilar pero no le tomaron la denuncia. De ahí se fue a la Comisaría 1era de Pilar, al Juzgado de familia y a la fiscalía.

Estaban de novios hacía cuatro años, habían convivido y tenían una hija en común. “Él la maltrataba en la casa, en la calle, en cualquier lado”, contó la mamá. No la dejaba salir, le sacaba el celular. Sólo se calmaba cuando ella estaba en la casa. Dos semanas atrás Belén se había animado a dejar de convivir y se había mudado a lo de su mamá.

La orden del Juzgado también intima al denunciado a “cesar y/o abstenerse de la realización de todo acto de intimidación y/o perturbaciòn sea de carácter físico, psicológico o emocional respecto de la vìctima”. Moreno se instaló a 150 metros de la casa de la mamá de Belén y las siguió amenazando. “Ya la había corrido dos veces, ayer y antes de ayer”, contó Marlene. Todas las veces llamaron a la policía. A la noche fue la última: le dijo que comprara tres cajones.

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El caso es investigado por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Pilar, que está siendo subrogada en esta feria judicial por el fiscal Eduardo Rodríguez. La titular de la fiscalía es Carolina Carballido, la misma que acusó a Celina Benìtez y a Yanina González de “abandono de persona” por las muertes de sus bebas. En ambos casos los responsables fueron los padrastros.

Un año atrás, la Procuradora General instruyó por resolución a los y las Fiscales Generales a conformar fiscalías especializadas en “violencia familiar”. “El de Belén no es un caso aislado y evidencia las escasas acciones por parte de las Fiscalías Especializadas en Género”, escribieron en un comunicado las integrantes de la Coordinadora Feminista Antirrepresiva.

Foto: Facundo Nívolo