Cinco cuadras de fila para ver a la filósofa estadounidense Judith Butler, una de las mayores referentes del feminismo en nuestro tiempo. La cita fue en el microestadio del campus de la Universidad Tres de Febrero (UNTREF) en el conurbano bonaerense. En el parque del campus había dos pantallas con sonido para transmitir la charla vía streaming por si el microestadio agotaba su capacidad. Y así fue.
Butler se reunió con Marta Dillon, Verónica Gago y Cecilia Palmeiro -integrantes del colectivo Ni Una Menos- en una mesa para charlar sobre activismo y pensamiento. La autora de “El género en disputa” y “Cuerpos que importan. El límite discursivo del sexo” habló sobre el crecimiento del movimiento feminista y la inevitable fragmentación: “Quiero sugerir que no evitemos la fragmentación porque es un conjunto inevitable de conflictos. Pero si queremos ser un movimiento más fuerte tenemos que aprender a convivir con ella”.
En tiempos donde se vuelve indispensable la sororidad entre mujeres sin importar si son ricas o pobres lo importante es luchar por las desigualdades internas. “Algunos dicen que el feminismo es un movimiento para mujeres, por mujeres y que representa mujeres. Pero a su vez el feminismo es un movimiento para combatir la violencia que no es solo contra las mujeres. La violencia es también contra las trans, contra las travestis y a aquellas que no nacieron mujeres pero se sienten mujeres y que son vulnerables a la discriminación. También todas ellas son feminismo y por eso un feminismo trans excluyente no es feminismo”, dijo Butler. La siguió una marea de aplausos.
La filósofa feminista dejó en claro que tenemos que abandonar el individualismo, pensar y actuar en forma colectiva y recordó que si hoy las mujeres tenemos ciertos derechos es porque otres lucharon por eso en su momento. Puso como ejemplo el cambio de género que hoy puede hacerse porque alguien ya lo hizo, porque hay un movimiento social que cambió la idea de género y agregó: “El sujeto es parte de un colectivo y de alguna manera todes pertenecemos a otres. Y tenemos deudas con aquelles que vinieron antes de nosotres”.
Sobre el movimiento Ni Una Menos, dijo “su éxito también se basa en su capacidad de generar diferentes movimientos. Por un lado están relacionados, pero por otro generaron una importante independencia. Y esta independencia se relaciona con la lucha feminista y la construcción de nuestro lugar en el mapa geopolítico”.
“Les decimos: vengan con su enojo. La idea es que a partir de él podamos identificar las fuentes para generar comunidad, un plan o proyecto, para identificar qué es lo que te hace sentir impotente y no te identifiques como víctima. Por eso la solidaridad y la comunidad política son tan importantes”, dijo Judith. La filósofa nos animó a unirnos, a estar más sororas, a luchar contra el verdadero enemigo y no entre nosotras. Entre aplausos y con todos de pie, la charla terminó al grito de “abajo el patriarcado se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer”.