Cosecha Roja.-

Después de tres días de silencio, el gobernador santafesino Antonio Bonfatti habló del escándalo que vincula al ex jefe de la policía provincial Hugo Tognoli, con el narcotráfico. Dijo que se enteró de la noticias por los diarios y se mostró sorprendido por las denuncias. Sin embargo, la carta que acompaña esta nota demuestra que al menos desde abril de 2012 el gobernador estaba al tanto de las denuncias.

El gobernador Bonfatti dijo que se había enterado del escándalo el viernes a la mañana por los diarios. Su antecesor en el cargo y presidente del Partido Socialista, Hermes Binner, ni siquiera estaba al tanto de la noticia cuando fue consultado por los medios.

El comisario Hugo Tognoli, hoy detenido acusado de brindar protección a narcos y de ser el encargado de cobrar las coimas, fue durante los cuatro años del mandato de Binner el jefe de la oficina encargada de combatir al narcotráfico. Cuando Bonfatti asumió en el cargo, lo  ascendió a jefe de la policía provincial.

Después de tres días de silencio, Bonfatti criticó a los ministros de Seguridad, Nilda Garré, y de Justicia, Julio Alak, por no haberle “notificado” que la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Justicia Federal estaban investigando a Tognoli.

Según Bonfatti, el policía “no tenía antecedentes. Tenía 30 años de servicio y solamente una amonestación por llegar tarde en su foja de servicio”.

Desde 2010, en los tribunales santafesinos hay una denuncia contra el comisario Tognoli, en ese entonces al frente de Drogas Peligrosas, por complicidad con narcos.

Norma Castagno vive en el barrio René Favaloro de la ciudad de Santa Fe. Su marido era policía de Drogas Peligrosas. Su hijo Claudio era adicto. A principios de 2010, junto a otras madres de adictos creó la Asociación Madres Solidarias.

En el mes de marzo, después de conseguir los nombres, apellidos y direcciones de quienes les vendían droga a sus hijos, fueron recibidas por el jefe de Drogas Peligrosas, Hugo Tognoli. Él les agradeció la información y se comprometió a trabajar en el tema. Varios meses después, las mujeres descubrieron que las personas denunciadas no solo no estaban detenidas sino que habían logrado incrementar sus negocios.

En una de las reuniones, Norma y Patricia –otra de las madres de la Asociación-, le pasaron a Tognoli el dato de un kiosco en el que se vendía paco. A la tarde, Patricia llamó a su amiga y le contó que el policía estaba en la casa del narco. Había llegado en su Chevrolet Corsa dorado con otro policía.

-Comisario, que hace en la casa de un narco- preguntó Norma.

-Yo estoy en mi oficina- respondió Tognoli.

-¡Cómo que está en su oficina, si una de las madres que vive enfrente lo está viendo!- se indignó la mujer.

Unas horas después, un secretario de Tognoli visitó a Norma y le pidió disculpas en nombre del jefe. Le dijo que era cierto que Tognoli había estado en la casa denunciada pero que sólo había ido a ver el lugar y a corroborar la dirección.

Cansadas de ver que los narcos que denunciaban seguían trabajando libremente, las mujeres presentaron una denuncia en tribunales contra Tognoli y el jefe de Inteligencia, apodado El Señor de los Anillos por las joyas que usaba. El juez Néstor Troncoso nunca las llamó a declarar. Cuatro meses atrás Norma fue a buscar el expediente y le dijeron que se había perdido. “Misteriosamente”, contó a Cosecha Roja, “apareció hace cuatro días”.

Al no tener respuestas de la policía ni de la justicia, Norma acudió al poder político. Durante varios meses intentó sin éxito ser recibida por el gobernador Hermes Binner. Cuando Antonio Bonfatti reemplazó a Binner en su cargo, la mujer volvió a pedir una audiencia. Tampoco tuvo respuestas. Norma conserva copia de cada una de las cartas que durante dos años envió a Binner, a Bonfatti y al Ministerio de Seguridad. Las mismas cartas que tenía Tognoli sobre su escritorio la última vez que recibió a Norma. “Me dijo que tuviera cuidado, porque a mi hijo le podía pasar algo. Le podían poner drogas y meterlo preso. Me dijo también que mis declaraciones podían perjudicar a mi marido, que era policía”, contó la mujer.

La respuesta

La ministra de Justicia de la Nación, Nilda Garré, salió al cruce de los dichos del gobernador Antonio Bonfatti, quien reclamó falta de cooperación del gobierno nacional en la lucha contra el narcotráfico. “Sorprende que el gobernador Bonfatti asigne a terceros responsabilidad por nombramientos que realizó él mismo, de funcionarios que hicieron toda su carrera en la provincia de Santa Fe. No debería desconocer la jurisdicción de sus cuerpos policiales y su propia obligación de ejercer el control político de los mismos”, sostuvo Garré.

“La Seguridad ciudadana es responsabilidad primaria del Estado provincial, a través de la Justicia y la Policía de la Provincia de Santa Fe. El Estado Nacional interviene, como en este caso, en delitos federales, a requerimiento de la Justicia y en la custodia de patrimonio de jurisdicción nacional, por ejemplo, en rutas nacionales”, agregó la ministra.

Desde la cartera de Seguridad también respondieron a los dichos de algunos funcionarios santafesinos, quienes atribuyeron el crecimiento del narcotráfico en Santa Fe a la falta de controles por parte de Gendarmería.

“El refuerzo de seguridad de la Gendarmería en el conurbano bonaerense -en articulación con la Policía de Provincia de Buenos Aires- con el Operativo Centinela desde enero de 2011 y el Operativo Cinturón Sur en distrito porteño desde mayo de ese mismo año, se realizan exclusivamente con escuadrones móviles cuya finalidad específica es prestar servicios en todo el país, sin descuidar las responsabilidades primarias de la fuerza federal., dice el comunicado.