Se acercaba la medianoche del martes 29 de diciembre en Argentina y, aunque se sabía que la votación en el Congreso sería en la madrugada del miércoles 30, en las redes, en los grupos de WhatsApp y en la calle ya se respiraba otro aire: el del aborto legal.
A más de 4 mil kilómetros del Congreso argentino, en Ecuador se disputaba la final del campeonato local de fútbol entre los dos equipos más importantes: Barcelona SC vs Liga de Quito. Fue una final reñida, por penales. Pero las primeras tendencias en Twitter no eran para el fútbol. Barcelona SC y Liga de Quito quedaron relegados por Argentina y Aborto. Hubo memes de “barcelonistas versus feministas” y las redes decretaron que el triunfo fue para el feminismo.
“Las tendencias de Argentina y Aborto estuvieron durante un día y medio: un día y medio la gente hablando de aborto en Ecuador”, cuenta a Cosecha Roja Ana María Acosta, periodista feminista en Quito. “La legalización del aborto en Argentina fue una oportunidad para volver a postular las exigencias de las organizaciones feministas en cuanto al aborto por violación”, dice.
En Ecuador las causales de aborto no punible son mínimas: solamente una mujer con discapacidad mental que fue violada puede abortar sin ser sancionada penalmente. La exigencia feminista es que esta causal se extienda para todas las mujeres sin discriminación. “Y también la necesidad de políticas públicas de prevención de embarazo adolescente, porque el Gobierno las dejó sin presupuesto”.
En Ecuador las causales de aborto no punible son mínimas: solamente una mujer con discapacidad mental que fue violada puede abortar sin ser sancionada penalmente.
En un año electoral para Ecuador, la legalización del aborto en Argentina también tuvo impacto en la discusión política: los candidatos presidenciales no pueden evitar posicionarse sobre el tema.
En México el aborto es legal solamente en dos estados: Ciudad de México CDMX, antes Distrito Federal, y Oaxaca. En los demás, el aborto es legal cuando está en riesgo la vida o la salud de la mujer y en casos de embarazos producto de violencia sexual.
La noticia de la legalización del aborto en Argentina tuvo inmediata repercusión en el gobierno mexicano. Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador, celebró en las redes sociales y escribió: “Gran avance por la despenalización del aborto en Argentina. Ya nos toca”. López Obrador no pudo esquivar el tema y propuso someter la despenalización del aborto a una consulta pública.
En México el aborto es legal solamente en dos estados: Ciudad de México CDMX, antes Distrito Federal, y Oaxaca.
“Lo que sucedió en Argentina, donde los tres poderes del Estado cerraron filas para ratificar su compromiso con el derecho a decidir a la maternidad libre y voluntaria, debe ser un gran respiro e inspiración para que en México no nos rindamos. #SigueMéxico #SeráLey”, tuiteó la senadora Martha Lucía Micher Camarena, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género.
En Colombia el aborto también está despenalizado por causales desde 2006. Recién en septiembre de 2020 se volvió a abrir el debate con la posibilidad de que la Corte Constitucional se pronuncie sobre un cambio en la ley colombiana. Fue después de que el colectivo Causa Justa tramitara una demanda que busca eliminar del Código Penal el delito del aborto fuera de las tres causales. Esta iniciativa es apoyada por instituciones internacionales y hasta por la Alcaldía de Bogotá.
La aprobación del proyecto en Argentina reavivó el debate que parecía haberse frenado en diciembre del año pasado. “Argentina se suma a un grupo ya mayoritario de países que permiten la interrupción del embarazo de manera legal y segura; esperamos que este importante avance se convierta en un referente para toda América Latina y el Caribe que tiene restricciones al aborto y que también tiene la mayor cantidad de muertes asociadas a la realización de abortos en condiciones inseguras”, dijo la asesora legal del Movimiento Justa Causa, Cristina Rosero.
Pero la repercusión más concreta e inmediata de la legalización del aborto en nuestro país se dio en Chile: este miércoles se empezará a debatir un proyecto de despenalización del aborto en la Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara de Diputados. Se trata de un proyecto que fue elaborado por la Corporación Humanas, una de las 15 organizaciones feministas que forman parte de la Mesa de Acción por el Aborto en Chile. Había sido presentado en 2018 pero recién ahora, con el empuje de la marea verde argentina, se debatirá en el Parlamento.
“Como presidenta de la Comisión de Mujeres y Equidad de Género, me he puesto a disposición de las organizaciones feministas que han dedicado su vida a la pelea por un aborto libre y seguro para todas. Junto a ellas y a las parlamentarias mocionantes, hemos decidido iniciar formalmente la tramitación del proyecto que presentamos hace algunos años y que busca despenalizar el aborto hasta las 14 semanas”, dijo la diputada de Revolución Democrática, Maite Orsini.
Hasta ahora, Chile se rige por la ley 21.030 que regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales: riesgo vital, inviabilidad fetal y violación sexual. Conseguir esas causales fue una lucha intensa de las chilenas en 2017.
El proyecto que empezará a debatirse este miércoles propone modificar el Código Penal para que el aborto decidido por la mujer dentro de las primeras 14 semanas de gestación deje de ser un delito.
“La ley 21.030 no protege adecuadamente a las mujeres y niñas, sólo resguarda casos excepcionales y graves”, dice a Cosecha Roja la abogada Camila Maturana, de Corporación Humanas. “Además, consagra una figura de objeción de conciencia institucional y personal sumamente amplia”, agrega. Esto último no es un dato menor: el 50 por ciento de los médicos y médicas del sistema de salud público de Chile se declararon objetores de conciencia, aún en los casos de aborto no punible.
El 50 por ciento de los médicos y médicas del sistema de salud público de Chile se declararon objetores de conciencia, aún en los casos de aborto no punible.
Para Maturana, “la discusión sobre la clandestinidad y los riesgos que implica la interrupción de un embarazo va a ayudar a ampliar el debate político y a permitir tener leyes que protejan el derecho” de las mujeres a abortar.
“Como feministas que defendemos la maternidad voluntaria creemos que es importante avanzar en un modo de plazo que reconozca que todas las mujeres y niñas puedan decidir.
Consideramos importante que desde el feminismo se plantee el aborto como un derecho de mujeres y niñas”, destaca Maturana, quien este miércoles será una de las expositoras en la Comisión.
Gloria Maira es la coordinadora de la Mesa de acción por el aborto en Chile y también fue invitada al comienzo del debate.
“Consideramos estratégico este debate. Nos permite mantener la discusión pública sobre el aborto y la autonomía de las mujeres, nos permite dar informacion veraz y eliminar prejuicios”, opina Maira.
El debate público al que hace referencia Maira es muy similar a lo que sucedió en Argentina en 2018, cuando se trató el proyecto por primera vez. “Uno de los grandes aportes de la presentación del proyecto fue que logró romper el cerco que los sectores conservadores nos impedían. Del aborto no se hablaba”, cuenta. “Con el proyecto el aborto paso a ser un debate en la familia. Y cuando la gente empieza a conversar es posible crecer en conciencia”.
Para Maira, más allá de que los votos estén o no en el Parlamento, lo positivo es que el debate “visibilice los derechos sexuales y reproductivos y la realidad de que la maternidad es forzada y tiene que ser deseada”.
La estrategia de las chilenas se replica en toda la región. Es que, mientras los gobiernos no acompañen, la tarea feminista es agitar el debate público y lograr la despenalización social.